La Basílica de Santa María del Mar, ubicada en Ciutat Vella, es una de las joyas del gótico catalán. Su construcción, que data del siglo XIV, está llena de historias y misterios, pero una de las más conocidas es la leyenda del fantasma que la habita.
Se dice que durante la construcción de la basílica, los ciudadanos del barrio participaron activamente, llevando piedras desde la cantera de Montjuïc hasta el lugar donde se erigía el templo. Entre estos ciudadanos estaba un joven albañil llamado Joan, conocido por su habilidad y dedicación al trabajo.
La historia de amor entre Isabel y Joan
Joan estaba profundamente enamorado de una joven llamada Isabel, y soñaban con casarse una vez que la basílica estuviera terminada. Sin embargo, un día, mientras trabajaba en una de las altas torres, Joan perdió el equilibrio y cayó desde gran altura, muriendo al instante. Isabel, devastada por la tragedia, acudía todos los días a la basílica para rezar por el alma de su amado.
Pasaron los años, e Isabel seguía visitando la iglesia, donde sentía la presencia de Joan, especialmente en las tardes de otoño, cuando la luz del sol se filtraba a través de las vidrieras, creando una atmósfera mágica y melancólica. Se decía que en esas tardes, los visitantes a veces veían una figura espectral en las torres, observando con tristeza hacia el suelo, donde Joan había perdido la vida.
Su fantasma sigue en la iglesia
Según la leyenda, aquellos que han visto el fantasma de Joan afirman que su presencia no es perturbadora, sino más bien un recordatorio del amor eterno que profesó por Isabel y de su dedicación a la basílica. Los vecinos del barrio creen que el espíritu de Joan continúa cuidando la iglesia, asegurándose de que su amada Isabel sienta su presencia y su protección.
Hoy en día, la Basílica de Santa María del Mar sigue siendo un lugar de gran belleza y espiritualidad, y la leyenda del fantasma de Joan es una de las muchas historias que le dan un aura de misterio y romanticismo. Los turistas y los vecinos que conocen la leyenda a menudo buscan en las torres algún indicio del joven albañil, esperando ser testigos de una aparición que mantiene vivo el amor más allá de la muerte.