Esta es la fuente más antigua de Barcelona que funciona desde la Edad Media: en el lugar más turístico

En pleno centro de Barcelona, en una de las calles más concurridas, se encuentra uno de los monumentos más emblemáticos y antiguos de la ciudad. Esta histórica fuente, que data de la Edad Media, ha sido testigo de siglos de historia y transformación urbana. Su importancia radica no solo en su antigüedad, sino también en su simbolismo, ya que su nombre da identidad a una de las calles más transitadas de la ciudad, situada entre La Rambla y otras atracciones clave del casco antiguo.

Historia

Se trata de la fuente de la Porta Ferrissa. Originalmente construida en 1604, la fuente fue trasladada a su emplazamiento actual en 1680. En 1959, se le añadió una decoración de baldosas de cerámica que la embellece hasta hoy. Estas 373 baldosas policromadas retratan escenas de la vida cotidiana del siglo XVIII, incluyendo una representación de Sant Josep Oriol en el centro de la composición, rodeado por las murallas y torres que marcaban la entrada a la ciudad en aquella época. Los detalles no se detienen ahí. También se encuentran inscripciones que explican el origen del nombre "Porta Ferrissa", derivado de las barras de hierro que colgaban en la puerta de la muralla, usadas antiguamente como medida de longitud en Barcelona.

Fuente de la Porta Ferrissa WIKIMEDIA COMMONS

Da nombre a la emblemática calle 

A lo largo de los siglos, la fuente de Porta Ferrissa ganó prestigio, no solo por su ubicación estratégica, sino también por la calidad y las supuestas propiedades curativas de su agua. Cuando las aguas de Moncada comenzaron a abastecer la ciudad, muchos habitantes se resistieron al cambio, prefiriendo el agua de esta fuente, convencidos de sus beneficios para la salud.

La calle de la Porta Ferrissa recibe su nombre directamente de esta antigua fuente y la puerta que existió en este lugar. Hoy en día, esta calle es una de las más concurridas del centro de Barcelona, famosa por su ubicación estratégica entre la Rambla y otros puntos de interés histórico.

A pesar de que la fuente en sí ya no está en uso, sigue siendo un punto de interés tanto para turistas como para locales, que la ven como un recordatorio vivo de la historia medieval de Barcelona. Su presencia en uno de los rincones más concurridos de la ciudad la convierte en un testimonio de la rica herencia histórica y cultural que aún perdura en la vida urbana de Barcelona.