La fuente más antigua de Barcelona estaba a las afueras de la ciudad: da nombre a una calle

La fuente de la Porta Ferrissa es conocida como la más antigua de Barcelona, y su historia se remonta a tiempos medievales. Este emblemático monumento, que da nombre a una de las calles más transitadas del centro de la ciudad, estuvo en su origen situada a las afueras de la antigua muralla de Barcelona. En esa época, la Puerta Ferrissa era una de las principales entradas a la ciudad, y la fuente servía como punto de abastecimiento de agua para los viajeros y habitantes.

Esta fuente histórica fue un lugar clave para la vida diaria de los barceloneses en la Edad Media. A pesar de que hoy en día ya no se encuentra en funcionamiento, su legado permanece vivo en la memoria de la ciudad. La fuente estaba decorada con azulejos que narraban su historia y el origen de su nombre, un testimonio de la relevancia que tuvo para los ciudadanos de aquella época.

Un símbolo de la Barcelona medieval

La Porta Ferrissa, como su nombre lo indica, era una puerta de hierro que formaba parte de las antiguas murallas que protegían la ciudad. La fuente, situada cerca de esta puerta, fue esencial para el suministro de agua a las zonas más alejadas del núcleo urbano. Con el tiempo, la ciudad creció y absorbió los alrededores, integrando la fuente de la Porta Ferrissa en su trazado urbano.

La fuente de Porta Ferrissa en una imagen de archivo WIKIMEDIA COMMONS

Este monumento no solo fue funcional, sino que también se convirtió en un símbolo de la Barcelona medieval. En su momento, muchas fuentes públicas como esta eran el centro de la vida social, ya que las personas acudían diariamente a buscar agua. Con el paso del tiempo, y la expansión de la ciudad, la fuente de la Porta Ferrissa fue quedando integrada en el paisaje urbano.

Da nombre a una calle emblemática

La calle de la Porta Ferrissa recibe su nombre directamente de esta antigua fuente y la puerta que existió en este lugar. Hoy en día, esta calle es una de las más concurridas del centro de Barcelona, famosa por su ubicación estratégica entre la Rambla y otros puntos de interés histórico. A pesar de que la fuente en sí ya no está en uso, la calle sigue conservando el legado de esta construcción.

La fuente de la Porta Ferrissa representa una parte importante del pasado de Barcelona, un vestigio de los tiempos en los que la ciudad todavía estaba delimitada por murallas y las fuentes públicas jugaban un papel fundamental en la vida de los ciudadanos. 

Una pieza de la historia de Barcelona

Hoy en día, quienes pasean por la calle Porta Ferrissa pueden observar los restos de esta fuente en su forma decorativa, con algunos de los azulejos originales que han sido restaurados. Aunque ya no cumple su función original, sigue siendo un testimonio importante de la evolución de Barcelona y de cómo sus habitantes dependían de estos puntos de agua en siglos pasados.