Ni Bagà ni Castellet: el desconocido pueblo de Barcelona que nunca aparece en las guías de viajes
Escondido entre montañas, es el destino perfecto para quienes buscan desconectar en un pueblo con encanto medieval, alejado del ruido urbano
A solo 60 kilómetros de Barcelona, en plena comarca del Moianès, se encuentra Granera, un pequeño pueblo que, a pesar de su belleza y encanto, parece haber sido olvidado por las guías de viaje. Con menos de un centenar de habitantes, este pintoresco rincón se mantiene apartado del bullicio de las grandes ciudades, ofreciendo a quienes lo visitan una auténtica desconexión del mundo moderno.
Granera es el tipo de lugar que invita a perderse. Sin grandes hoteles ni restaurantes de lujo, el pueblo respira una tranquilidad que se siente en el aire. No es un destino turístico masivo, lo que contribuye a su magia. El tiempo aquí transcurre lentamente, con el sonido del viento moviendo los árboles y el canto de los pájaros como únicos acompañantes.
Un castillo medieval
Uno de los mayores atractivos de Granera es su imponente castillo medieval, que se alza sobre una colina, vigilante sobre el paisaje. Aunque hoy en día solo se conservan ruinas, la estructura aún conserva su majestuosidad, haciendo de este castillo el corazón histórico del pueblo.
Además de su castillo, Granera alberga la iglesia de Sant Martí, un pequeño templo de estilo románico que refuerza la atmósfera de pueblo antiguo. La iglesia, sencilla y austera, refleja la tranquilidad y el estilo de vida humilde que predominaba en estos territorios en la Edad Media.
Entorno natural
Pero Granera no es solo historia. Su entorno natural es tan impresionante como su patrimonio arquitectónico. Bosques densos, montañas y una red de senderos invitan a quienes aman el senderismo y las rutas en bicicleta. Uno de los destinos más populares es el mirador de la sierra de Granera, un punto de observación desde el que se pueden contemplar vistas panorámicas de todo el valle.
La ubicación, algo apartada y de difícil acceso, ha ayudado a mantener intacto su carácter tranquilo y sin alteraciones. A pesar de su cercanía a Barcelona, parece que el tiempo se detiene en este rincón, donde no hay Wi-Fi, ni grandes comodidades, solo un refugio para quienes buscan paz y conexión con la naturaleza.
Para quienes deseen escapar del ruido de la ciudad y disfrutar de la auténtica calma catalana, Granera se presenta como una joya escondida, una pequeña isla de serenidad en la provincia de Barcelona. Aquí, el mayor lujo es el silencio y la belleza de un paisaje que parece no haber cambiado en siglos.