El paseo de Gràcia esconde una cafetería con estilo del S.XX: mármol rosa, puertas y detalles dorados
El paseo de Gràcia esconde una cafetería con estilo del S.XX: mármol rosa, puertas y detalles dorados
Ubicado frente a los Jardines de Salvador Espriu, el Café Vienés no solo es un lugar para disfrutar de un buen café, sino también un espacio cultural
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En el bullicioso paseo de Gràcia de Barcelona, conocido por su arquitectura modernista y boutiques de lujo, se esconde un rincón con historia y encanto: el Café Vienés.
Situado en la planta baja de la icónica Casa Fuster, este café ha logrado preservar su estética original desde su inauguración en 1900, ofreciendo un refugio elegante en medio de la vibrante ciudad.
Esplendor de la "Belle Époque"
El Café Vienés destaca por su impresionante decoración, donde columnas de mármol rosa sostienen altos techos adornados con molduras ornamentales. Las puertas centenarias, los grandes ventanales y los detalles dorados evocan el esplendor de la Belle Époque, creando una atmósfera que transporta a sus visitantes a otra época.
El mobiliario clásico, con mesas de madera pulida y sillones tapizados, refuerza ese aire nostálgico que lo distingue.
Café Vienés
Opciones de desayuno
Ubicado frente a los Jardines de Salvador Espriu, el Café Vienés no solo es un lugar para disfrutar de un buen café, sino también un espacio cultural. A lo largo de los años, ha sido punto de encuentro de intelectuales, artistas y músicos, albergando tertulias literarias y conciertos de jazz en vivo que añaden un toque sofisticado a la experiencia.
Su carta ofrece una cuidada selección de cafés de especialidad, tés aromáticos y una variedad de pasteles artesanales que deleitan el paladar. Además, cuenta con opciones para el desayuno y el brunch, destacando productos de alta calidad y una presentación impecable.
Testimonio viviente
El Café Vienés es un testimonio viviente de la historia de Barcelona, un espacio donde el pasado y el presente coexisten en perfecta armonía.
Visitarlo es sumergirse en la esencia de la ciudad, disfrutando de una pausa elegante en uno de los rincones más emblemáticos del paseo de Gràcia.
