Espigas cerca de una acera en Tiana, un municipio del Maresme

Espigas cerca de una acera en Tiana, un municipio del Maresme Cedida

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Veterinarios advierten del riesgo de las espigas para los perros en Barcelona: “Pueden acabar en el cerebro”

El aumento de las lluvias ha provocado la floritura de más espigas y, con ello, el incremento de casos graves por espigas clavadas en órganos

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Con la llegada del buen tiempo, se retoman los paseos por zonas verdes y bajo el sol junto a los perros. Sin embargo, esta época del año coincide también con un aumento notable de una amenaza silenciosa y poco conocida: las espigas.

(Archivo) Espigas de trigo en la campiña cordobesa.

(Archivo) Espigas de trigo en la campiña cordobesa. EFE / Rafa Alcaide

Estos fragmentos secos de gramíneas, como el trigo o la cebada, pueden parecer inofensivos, pero su estructura afilada y en forma de arpón los convierte en un serio peligro para la salud de los animales

Parque arriba, parque abajo, las mascotas olfatean cada rincón como si fuera la primera vez. “Una vez se clavan en el cuerpo del perro, avanzan hacia el interior, pero no pueden salir, lo que puede derivar en infecciones graves”, explican a Metrópoli desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB).

Presencia generalizada en Barcelona y el área metropolitana

Aunque el problema no es nuevo, su presencia sigue siendo generalizada en parques, jardines y márgenes sin desbrozar. “En cuanto empieza la floración, especialmente entre primavera y verano, los márgenes de algunas calles se llenan de espigas. Y no se recogen. Esto es un riesgo evidente”, afirma Ares, una veterinaria colegiada en la provincia de Barcelona.

Espigas secas cerca de un paseo peatonal de Tiana

Espigas secas cerca de un paseo peatonal de Tiana Cedida

En municipios del área metropolitana donde abundan los espacios semiurbanos con vegetación hay una alta concentración de espigas en zonas por las que habitualmente se pasean a los perros. "Este año, con las lluvias, será aún peor porque crecerán más", advierte la profesional.

Qué puede causar una espiga

Las espigas no se limitan a causar molestias superficiales. El COVB apunta que pueden penetrar en múltiples zonas del cuerpo del animal y, en los casos más graves, migrar a órganos internos:

  • Nariz: cuando el perro olfatea, la espiga puede introducirse. Estornudos intensos, sangrado nasal o secreciones unilaterales pueden ser síntomas

  • Oídos: en razas con orejas caídas o mucho pelo, es frecuente. El perro sacude la cabeza constantemente o muestra dolor al tocar la oreja

  • Ojos: pueden alojarse entre el párpado y el globo ocular, provocando conjuntivitis o úlceras

  • Patas: especialmente entre los dedos. Si penetran, pueden causar cojera, inflamación o abscesos

  • Piel: se fijan en cualquier parte del cuerpo, sobre todo en perros de pelo largo. Su migración puede generar bultos o infecciones subcutáneas

  • Órganos internos: los casos más complejos. “He extraído espigas de pulmones, incluso de cerebros. Entraron por la nariz, atravesaron estructuras internas y se alojaron en el encéfalo”, relata Ares

Estas migraciones, conocidas como espigas migratorias, requieren procedimientos quirúrgicos y pueden comprometer la vida del animal.

Falta de actuación institucional

Ares lamenta la inacción de muchas administraciones locales, que no retiran la vegetación una vez segada. “Dejan las espigas donde caen, sin recogerlas, y eso multiplica el riesgo”, señala.

Aunque reconoce que los ayuntamientos cuentan con personal técnico ambiental, critica que no se tomen medidas específicas para evitar estos incidentes, que tienen consecuencias tanto para la salud animal como para los recursos económicos de las familias.

He perdido perros por esto. Y el coste emocional y veterinario no se asume desde lo público”, denuncia.

Prevención: clave para evitar urgencias veterinarias

La mejor forma de evitar complicaciones es mediante la prevención y la revisión frecuente del animal tras cada paseo.

Las recomendaciones del Colegio de Veterinarios son claras: evitar las zonas con vegetación seca durante la primavera y el verano; cepillar al perro tras cada salida, prestando especial atención a orejas, patas, axilas e ingles; recortar el pelo en las zonas de riesgo si el animal lo tiene muy largo; y acudir al veterinario si aparecen síntomas como estornudos repetidos, sacudidas de cabeza, cojera o bultos extraños.

Un perro en el metro de Barcelona

Un perro en el metro de Barcelona CEDIDA

En casos en que la espiga esté visible y en una zona accesible, se puede intentar retirarla con pinzas, siempre con precaución para evitar que se rompa. Si está en un área sensible o profunda, la extracción debe realizarla un profesional.