Panorámica de Barcelona desde el Mirador de Torre Baró, en Barcelona
Barcelona tuvo una isla en la Edad Media: así era Maians, ‘predecesora’ de la Barceloneta
El islote se formó gracias a los sedimentos traídos por el cauce de los ríos hasta que, en el s.XV se unió en el marco de la formación del puerto
El histórico barrio de Barcelona que se creó sobre una isla: tiene una de las playas más famosas
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Hace siglos, la costa de Barcelona era muy diferente a la que vemos hoy. Si estuviéramos en la playa de la capital catalana, podríamos divisar un pequeño islote mar adentro: la Illa de Maians.
El puerto primitivo de Barcelona
Durante la Baja Edad Media, el puerto no estaba frente a la ciudad como hoy. Se ubicaba al sur de Montjuïc, en una rada natural mucho más alejada, donde los barcos podían amarrar.
Así lo explica en un hilo de Twitter y en su blog el historiador, escritor y divulgador Ireneu Castillo.
Sabies que la Barceloneta s’aixeca sobre una antiga illa? 🏝️ Segueix aquest fil per descobrir la història de Maians, l’illa que va existir davant de Barcelona i que avui només viu en la memòria. #Barcelona #Història #Geologia #Catalunya 🌊 pic.twitter.com/IiB16QNByc
— Ireneu Castillo (@ireneuc) August 20, 2025
Delta del Llobregat y sedimentación
El delta del Llobregat avanzaba unos dos metros al año, colmatando zonas y dejando el puerto original sin servicio.
Al mismo tiempo, la costa norte recibía sedimentos del río Besós, redistribuidos por las corrientes de norte a sur.
Nace un islote de arena
Al chocar las corrientes con Montjuïc, los sedimentos formaron una barra que cerró las antiguas marismas del Cagalell.
La playa de la Barceloneta
De esta forma surgió la Illa de Maians, un islote de arena a unos cien metros de la costa.
La urgencia de un muelle seguro
Los mercaderes debían varar sus naves frente a la playa de Barcelona, soportando los temporales de Levante.
En 1438, Alfonso V el Magnánimo autorizó la construcción de un muelle, aunque la obra inicial no fue suficiente.
Unión con la Illa de Maians
En 1477, Juan II puso la primera piedra de un muelle transversal a la costa. Este proyecto permitió amarrar naves con mayor seguridad y fue clave para la expansión del puerto.
El éxito del muelle llevó, en 1484, a prolongarlo hacia el este hasta la isla. La Illa de Maians quedó conectada al continente, transformándose en parte del puerto en construcción.
La desaparición del islote
Con el muelle interceptando las corrientes del norte, la isla empezó a colmatarse de arena.
Siglos después, desapareció bajo la sedimentación, dando lugar a tierra firme.
Gente paseando por la Barceloneta en un día soleado
La zona se ocupó con cabañas de pescadores y, más tarde, por vecinos desalojados del barrio de la Ribera tras la construcción de la Ciudadela en 1714. Así nació el germen del actual barrio de la Barceloneta.
La isla en la memoria
Aunque ya no existe, su legado sigue presente en la ubicación que hoy ocupan la Barceloneta y la estación de Francia.
La Illa de Maians también inspiró la literatura, como en la novela de Quim Monzó, que rinde homenaje a su historia efímera pero decisiva.
Un tren en la estación de Francia de Barcelona, donde opera Rodalies
La próxima vez que estés comiendo unas gambas con una cerveza en la Barceloneta, recuerda: estás pisando lo que una vez fue una isla histórica. La historia de la Illa de Maians conecta directamente con la evolución del puerto y la ciudad que conocemos hoy.