Gaudi en un montaje

Gaudi en un montaje METROPOLI

Vivir en Barcelona

Las 7 casas de Barcelona donde vivió Antoni Gaudí: de Ciutat Vella hasta la Casa Rosada en el Park Güell

Cada mudanza revela no solo aspectos de su carácter, sino también la estrecha relación entre su vida personal y el desarrollo de su obra

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La vida de Antoni Gaudí, considerado el máximo exponente del modernismo catalán, no puede entenderse solo a través de sus deslumbrantes obras arquitectónicas.

Su trayectoria también se refleja en los hogares que habitó en Barcelona, un recorrido de siete casas que acompañaron sus distintas etapas vitales.

Cada mudanza revela no solo aspectos de su carácter, sino también la estrecha relación entre su vida personal y el desarrollo de su obra.

Lo más curioso es que, incluso viviendo lejos de su templo más ambicioso, la Sagrada Familia, nunca dejó de caminar diariamente hasta el taller, demostrando una disciplina y una fe inquebrantables.

Los primeros pasos en Barcelona

Cuando llegó a Barcelona en 1868, procedente de Reus (Tarragona), Gaudí era un joven estudiante lleno de inquietudes. Su primera residencia se encontraba en un modesto piso de la plazoleta de Montcada, 12, en el barrio del Born (Ciutat Vella).

Muy cerca estaba la imponente iglesia de Santa Maria del Mar, un edificio que alimentó su fascinación por el gótico catalán.

El paseo del Born, con la Iglesia de Santa María del Mar al fondo / HUGO FERNÁNDEZ

El paseo del Born, con la Iglesia de Santa María del Mar al fondo / HUGO FERNÁNDEZ

En aquel entorno histórico, marcado por la austeridad y el bullicio del casco antiguo, Gaudí empezó a formar su mirada arquitectónica.

No tardó en mudarse a la cercana calle Espaseria, un cambio pequeño en distancia, pero significativo en su manera de vincularse con el corazón medieval de Barcelona.

Las mudanzas en Ciutat Vella

El tercer destino de Gaudí fue la calle Verdaguer i Callís, donde vivió junto a una de sus tías. Desde allí pudo observar cómo el centro de la ciudad empezaba a transformarse con nuevos aires modernistas que pronto marcarían el rumbo de su obra.

Más tarde, se trasladó a la calle Sant Rafael, en pleno Raval. Este barrio popular y lleno de vida le ofreció un ambiente muy distinto, mucho más humilde y ruidoso.

Vistas desde la terraza 360º del Hotel Barceló Raval

Vistas desde la terraza 360º del Hotel Barceló Raval Hotel Barceló Raval

Allí, Gaudí pudo empaparse de la vitalidad de la ciudad y de las costumbres cotidianas de sus habitantes, lo que nutrió su creatividad.

Del casco antiguo al Eixample

Con el auge del Eixample, símbolo del progreso y la modernidad de la Barcelona de finales del siglo XIX, Gaudí decidió dar un paso más. Se instaló primero en la calle Consell de Cent, y más tarde en Diputació 339, donde se rodeó de la burguesía que lo apoyaría como mecenas.

Visita a las chimeneas de la Pedrera diseñadas por Gaudí

Visita a las chimeneas de la Pedrera diseñadas por Gaudí PIXABAY

Fue en esta etapa cuando trabó relación con familias adineradas que le confiarían algunos de sus proyectos más icónicos, como la Casa Batlló y la Casa Milà (La Pedrera).

El contraste entre la sobriedad de sus anteriores hogares y la elegancia del Eixample representaba también la transformación de Gaudí en un arquitecto consagrado.

El retiro espiritual

El gran giro en su vida se produjo en 1906, cuando se mudó a la Casa Rosada, situada dentro del Park Güell. Este lugar, apartado del centro, le ofrecía la tranquilidad de la naturaleza y un espacio ideal para reflexionar.

Allí vivió con su padre enfermo y una sobrina huérfana también delicada de salud, asumiendo un rol familiar cargado de responsabilidad.

Interior del Park Güell

Interior del Park Güell EUROPA PRESS

Durante casi dos décadas, la Casa Rosada se convirtió en su refugio espiritual. Pero, fiel a su disciplina, cada día recorría a pie los más de 30 minutos que lo separaban de la Sagrada Familia.

Ni la distancia, ni el mal tiempo, ni sus problemas de salud lo detuvieron jamás. Ese paseo diario se transformó en un ritual que reflejaba su entrega absoluta a su obra más ambiciosa.

Los últimos años

En 1925, Gaudí tomó una decisión definitiva: dejó atrás la comodidad de la Casa Rosada para instalarse directamente en el taller de la Sagrada Familia. Allí pasó sus últimos meses, viviendo prácticamente en el templo que absorbió más de cuatro décadas de su existencia.

La Sagrada Família el día de la Diada en Barcelona

La Sagrada Família el día de la Diada en Barcelona X (@SagradaFamília)

Su vida se apagó de manera abrupta en 1926, tras ser atropellado por un tranvía.

Sin embargo, hasta sus últimos días, Gaudí encarnó una devoción inquebrantable, tanto espiritual como arquitectónica, hacia un proyecto que nunca llegó a ver terminado.

Las 7 casas de Gaudí en Barcelona

Podemos resumir los siete hogares de Antoni Gaudí en la ciudad condal en el siguiente listado:

  1. Plazoleta Montcada, 12 (Born) – Su primera residencia en Barcelona.

  2. Calle Espaseria (Ciutat Vella) – Segundo hogar, en pleno casco medieval.

  3. Calle Verdaguer i Callís – Vivió con su tía, rodeado de cambios modernistas.

  4. Calle Sant Rafael (Raval) – Un entorno popular y bullicioso.

  5. Calle Consell de Cent (Eixample) – Primer contacto con la burguesía.

  6. Calle Diputació 339 (Eixample) – Residencia que lo acercó a sus mecenas.

  7. Casa Rosada, Park Güell – Su retiro espiritual durante casi veinte años.