La estación de Gaudí del metro de Barcelona

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La 'estación fantasma' del metro de Barcelona que abrirá al público por primera vez en la historia: este fin de semana

TMB estudia ampliar los turnos para poder visitar los espacios desconocidos del suburbano barcelonés en el marco de las celebraciones por su centenario, ya que las entradas están agotadas

AntecedentesBarcelona abre al público las ‘estaciones fantasma’ del metro por su centenario

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Medio siglo después de su construcción, la estación fantasma de Gaudí abrirá sus puertas al público por primera vez este próximo fin de semana, 4 y 5 de octubre, en el marco de la conmemoración de los 100 años del metro de Barcelona.

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha organizado visitas guiadas de 20 minutos para conocer este espacio singular situado bajo la avenida Gaudí, entre las actuales estaciones de Sagrada Família y Sant Pau/Dos de Maig de la Línea 5.

Las 360 plazas disponibles para estas primeras jornadas se agotaron hace semanas, lo que ha llevado a la compañía pública a estudiar una ampliación de turnos.

La estación de Gaudí durante la Navidad de 2008

La estación de Gaudí durante la Navidad de 2008

Una estación que nunca se estrenó

La estación se construyó en 1968 con la previsión de integrarla en la futura Línea 2 bajo el nombre de Sagrada Família, aunque nunca llegó a entrar en servicio.

Pese a ello, su infraestructura se ha mantenido prácticamente intacta: conserva los andenes, dos accesos y un vestíbulo que actualmente alberga el Espai Gaudí, una sala polivalente preparada para acoger actos culturales y divulgativos.

A lo largo de los años, el espacio ha tenido usos puntuales, desde campañas publicitarias hasta decoraciones navideñas, pero jamás había recibido visitas abiertas al público general.

La estación fantasma de Gaudí nunca llegó a abrirse porque en los años 60, cuando se construía simultáneamente la Línea 2 y la Línea 5 del metro, ambas preveían tener parada en Sagrada Família para funcionar como intercambiador.

Estación fantasma de Gaudí en Barcelona

Estación fantasma de Gaudí en Barcelona TMB

Sin embargo, la falta de recursos económicos impidió que la L2 avanzara más allá de Sagrada Família hacia Paral·lel, y las autoridades optaron por unificar los tramos ya construidos para garantizar la puesta en marcha del servicio.

Esa decisión dejó a dos estaciones prácticamente pegadas entre sí, por lo que se priorizó la apertura de la de la L5 —la actual Sagrada Família— y se descartó poner en funcionamiento la de la L2, que con el tiempo pasó a conocerse como la estación de Gaudí.

Un viaje por la historia

Las visitas a la estación de Gaudí forman parte de la programación del centenario del metro y están pensadas para acercar a los ciudadanos la evolución de esta red de transporte.

Los participantes podrán disfrutar de un recorrido audiovisual con material histórico, además del documental “Crónica de un viaje. Historia de la red de metro de Barcelona”, que repasa los hitos de un siglo de vida subterránea en la ciudad.

Acto institucional de celebración del centenario del Metro de Barcelona

Acto institucional de celebración del centenario del Metro de Barcelona METROPOLI

Próxima parada: Correos

La de Gaudí no será la única 'estación fantasma' que se abrirá al público en las próximas semanas. TMB también ha anunciado visitas a la estación de Correos, que funcionó entre 1934 y 1972 y que permanece cerrada desde entonces.

En este caso, las visitas se celebrarán en horarios de madrugada (20, 21 y 22 de octubre, así como 17, 18 y 19 de noviembre), ya que para acceder es necesario caminar por las vías del metro, lo que solo puede hacerse con el servicio interrumpido.

Estación fantasma de Correos del metro de Barcelona

Estación fantasma de Correos del metro de Barcelona Archivo TMB

Las entradas, igualmente limitadas, se agotaron en pocos días, lo que confirma el interés ciudadano por descubrir rincones ocultos del subsuelo barcelonés.

Con esta iniciativa, el centenario del metro celebra la historia de un servicio esencial para la movilidad y pone en valor el patrimonio oculto de la ciudad. Espacios como Gaudí o Correos permiten a los visitantes asomarse a la Barcelona que pudo ser y a la que quedó detenida en el tiempo.