En los últimos años, los sistemas de transporte de las grandes ciudades han experimentado una renovación profunda, impulsada por la necesidad de ofrecer servicios más ágiles y accesibles. Barcelona no ha sido la excepción: mientras la tecnología avanza y los hábitos de movilidad evolucionan, algunos elementos tradicionales empiezan a quedar atrás.
En este caso, la histórica T-4 magnética, uno de los títulos más emblemáticos del transporte metropolitano de Barcelona para pensionistas y personas mayores, tiene ya fecha de despedida definitiva.
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha iniciado el proceso final de retirada de esta tarjeta de cartón con banda magnética, que dejará de venderse a finales de año y podrá utilizarse solo hasta el 31 de diciembre antes de desaparecer para siempre. Su relevo, la T-metropolitana, ya es el nuevo soporte obligatorio para cargar los viajes de este título social.
Una persona valida su T-Mobilitat en un autobús en Barcelona
La medida supone el cierre de una etapa en la movilidad barcelonesa y culmina la transición hacia títulos digitales y personalizados. Desde el pasado 29 de octubre, la T-4 solo puede cargarse en la T-metropolitana, una tarjeta moderna, recargable y más resistente, que en la última década se ha convertido en el estándar para los principales títulos del sistema tarifario integrado.
Un título simbólico
La T-4 magnética ha sido durante años la tarjeta de referencia para miles de personas con la Tarjeta Rosa de tarifa reducida y para los pensionistas con acreditación especial.
Con un precio de 2,15 euros por 10 viajes, permitía desplazarse por toda la red metropolitana —metro, autobuses de TMB, tranvía, FGC y la L9 Sud hasta el aeropuerto— con las mismas condiciones de transbordo que los títulos estándar: hasta tres conexiones en 75 minutos.
Sin embargo, su formato físico había quedado obsoleto. La banda magnética es sensible a daños, desgaste y fallos de lectura, y la propia AMB reconoce que la sustitución responde tanto a criterios tecnológicos como de eficiencia. La digitalización progresiva del sistema tarifario, ya implantada en otros títulos como la T-usual o la T-casual, marcaba una dirección clara.
Imagen de la tarjeta rosa metropolitana de Barcelona
Por eso, el organismo metropolitano decidió hace meses iniciar la retirada gradual de la T-4 de cartón. Cada vez es más difícil encontrarla en quioscos, estancos y máquinas expendedoras, y desde finales de octubre su venta está prácticamente descontinuada. Su desaparición total llegará con las nuevas tarifas previstas para 2026, fecha en la que dejará de ser válida en todos los medios de transporte.
La sustituta
Para garantizar una transición fluida, la AMB ha consolidado como soporte exclusivo la T-metropolitana, una tarjeta inteligente gratuita y personalizada que ya utilizan miles de usuarios con la Tarjeta Rosa. Esta tarjeta permite cargar digitalmente la T-4 conservando sus condiciones económicas y de uso.
La T-metropolitana presenta varias ventajas frente al cartón tradicional:
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Es más resistente y duradera.
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Puede recargarse tantas veces como se desee.
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Permite tener hasta dos T-4 activas a la vez, facilitando la planificación.
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Reduce los incidentes de lectura y los fallos por desgaste.
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Está vinculada al usuario, por lo que se requiere DNI o NIE en caso de inspección.
Un usuario usando la T-Mobilitat en el transporte público de Barcelona
El proceso de obtención es sencillo.
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Si el usuario ya tiene Tarjeta Rosa, recibirá automáticamente la T-metropolitana en su domicilio cuando caduque la actual.
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Quienes no la tengan deberán solicitarla a través de la web del AMB o llamando al teléfono gratuito 900 700 077, especialmente si no han recibido aún el nuevo soporte.
Uso permitido hasta final de año
Aunque la T-4 magnética aún puede utilizarse, su validez termina el 31 de diciembre. A partir de enero solo podrán utilizarse las T-4 cargadas en la T-metropolitana, y en 2026 desaparecerá definitivamente el título en papel.
La operadora del transporte público recomienda a los usuarios que no compren más T-4 de cartón, ya que su vida útil es muy limitada y pronto dejarán de aceptarse en las máquinas de validación.
Un convoy del metro de Barcelona en la estación
Un paso más hacia un sistema digital
La eliminación de la T-4 forma parte de las medidas de modernización del transporte público que el AMB ha impulsado en los últimos años. La transición hacia tarjetas sin contacto mejora la durabilidad de los títulos, permite una gestión más eficiente y reduce la huella material asociada al cartón magnético.
Para resolver dudas, el AMB recuerda que es posible consultar toda la información actualizada en su web, llamar al servicio 012 o acudir a los Puntos TMB distribuidos por la red.
El fin de la T-4 pone punto final a un título muy arraigado entre la población mayor del área metropolitana. Su relevo, más moderno y sostenible, pretende garantizar que las mismas ventajas sociales se mantengan intactas, pero adaptadas al futuro del transporte público en Barcelona.
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