El informe del Comité de Ética del Ayuntamiento de Barcelona pasa sin pena ni gloria
El Comité de Ética del Ayuntamiento de Barcelona, órgano que vela por el buen gobierno y la transparencia del consistorio, ha emitidio, tras tres años, un último informe con sus recomendaciones hacia los miembros de la institución. Se trata de un órgano que carece de capacidad sancionadora, por lo que lo único que puede hacer es "recomendar" cambios en el proceder del gobierno municipal en unas conclusiones con un interés escaso.
Con la finalidad de mantener el anonimato de los implicados, el órgano conformado por Norbert Bilbeny, Antoni Bosch, Josep Joan Moreso y Magda Solanich ha censurado los nombres de los implicados en estas recomendaciones y otros datos de carácter personal o que puedan facilitar su identificación, por lo que no se ha producido ningún señalamiento directo a regidores u otros cargos electos pese a su protagonismo en los casos que se relatan en el escrito.
Los casos que sí se entrevén por los detalles relatados pertenecen, en su práctica totalidad, a hechos ya conocidos. El más sonado es el de Gala Pin, la exconcejal de los comunes amonestada verbalmente por el Comité por su particular puerta giratoria. Y es que la exregidora no dudó a incorporarse a las filas de Goteo al dejar su cargo municipal, una entidad que recibió más de 250.000 euros en subvenciones municipales mientras Pin formaba parte del gobierno municipal.
El Comité de Ética sí dio nombres en anteriores informes. A principios de 2022, dio un tirón de orejas a los comunes por haber contratado a dedo a la pareja de la edil Lucía Martín. La queja fue interpuesta por Ciutadans, que tardó nueve meses en recibir una respuesta. Para el Comité, el nombramiento de Alicia Ramos, por aquel entonces pareja de Martín, "dañó el el prestigio y la imagen de la institución". Y en 2019, el mismo Comité dio la razón al concejal Raimond Blasi (PDeCAT), que había recibido un trato poco respetuoso en un pleno de 2018 por parte del entonces primer teniente de alcaldía Gerardo Pisarello.