Las jeringuillas de los yonquis se esparcen por el Raval
Vecinos del barrio denuncian que se cuelan en su ascensor para pincharse
22 enero, 2019 00:08Cuando parecía que el mar de las drogas estaba en calma, llega el colmo de los narcopisos. Las jeringuillas ya no solo se esparcen por los colegios, las calles y resaltan entre las bolsas de basura, ahora también aparecen en los ascensores de los edificios privados. Así lo ha denunciado una vecina del Raval, Cristina Vilaplana, a través de su cuenta de Twitter.
A las 6 de la madrugada del pasado sábado encontraron la puerta abierta del portal y el ascensor en un estado deplorable. La imagen lo dice todo: sangre en el suelo, jeringuillas usadas y restos de envoltorios tirados. Algunos drogadictos accedieron al edificio y se pincharon en el portal, dejando la prueba del delito a la vista de vecinos, niños incluidos.
Ahir a les 21h baralla de nois d'origen magrebí amb pals per la ronda Sant Pau i Reina Amàlia, i avui a les 6h la porta del nostre edifici oberta i l'ascensor amb xeringues i sang. #elRavalNoAguantaMes @bcn_ajuntament @galapita @AdaColau pic.twitter.com/BzYoALkGJa
— Cristina Vilaplana (@CristinaVilap) 19 de enero de 2019
La escena se produjo, además, después de una pelea, según se indica. La macrorredada contra los narcopisos en el Raval (hace un par de meses) era necesaria aunque, ¿fue suficiente? Las críticas siguen siendo directas y profundas en relación al actual equipo de gobierno que encabeza Ada Colau. Ni vecinos ni comerciantes entienden esta “dejadez municipal”. Aseguran sentirse desprotegidos ante el silencio de los responsables del distrito y lamentan que el problema, que viene de lejos, no haya sido solucionado por los que pueden hacerlo.
OTROS CASOS EN EL RAVAL
El de Vilaplana no es un caso aislado. Solo hace falta zambullirse en las redes para darse cuenta de la indignación vecinal generalizada. Vayamos más allá. Solo hace falta pasearse por calles como Lancaster o Reina Amàlia –a cualquier hora– para sentir la inseguridad del Raval en la propia piel y ver a algún que otro yonqui metiéndose un chute de caballo. La situación es tan grotesta e impropia de una ciudad cosmopolita como Barcelona, que hasta Netflix se ha inspirado en el Raval para rodar su serie Hache.
Fem una crida ⚠️⚠️ , a qui pertoqui que retirin la o les ? ,del punt de compostatge de Plça.Folch i t
— Net raval (@raval_net) 22 de enero de 2019
Torres, son de ahir la tarda nit.
Els veïns i veïnes podrem aprofitar aquest compostatge?
Farts del que passa en aquest espai.@GemmaTarafa @salutpublicabcn @Bcn_CiutatVella
En la zona del instituto Milà i Fontanals también se han presenciado escenas sórdidas, tal como han relatado en imágenes desde la plataforma Raval Net. Otro vecino que lleva años plasmando la situación del barrio a través de su pintura, Ernesto Camacho, comentó a Metrópoli Abierta su impresión: “Una vez vimos a dos mujeres embarazadas pinchándose caballo entre coche y coche a plena luz del día”. Algo insólito desde hace años en el barrio.
Ara mateix això és el que han vist al sortir, els alumnes del https://t.co/Xa3rsZ9HRpà i Fontanals.
— Net raval (@raval_net) 16 de enero de 2019
Fins quan i quines mesures d'urgència es proposa desde @bcn_ajuntament @galapita @GemmaTarafa @salutpublicabcn
Els veïns i veïnes ja no tenim qualificatius... pic.twitter.com/4JHzrLKlTW
Un poco más allá, están los vecinos de plaza Castella, que ven cómo los yonquis se apoderan de una zona frecuentada por turistas, universitarios y niños.
Com es nota que fa dies us heu oblidat de nosaltres @galapita @AdaColau Esta la plaça com al seus pitxors moments, aixo a les 19h hores QUE PASARA MES TARD? @barcelona_GUB @mossos @tsunamiveinal pic.twitter.com/fzShScnKWu
— VEÏNS PLAÇA CASTELLA (@PlacaVeins) 17 de enero de 2019
Ahora mismo, en el parque del hospital antiguo en el #Raval un chico fumando crack, hay niños y familias paseando.. ni lo ha intentado ocultat! buen finde @galapita @barcelona_GUB
— JuliaRocks (@RocknrollJuliaa) 19 de enero de 2019
Al otro lado del charco (Las Ramblas) sigue el drama de los narcopisos, y las asociaciones cannábicas ilegales en el Gòtic. Son varias las asociaciones vecinales que denuncian día sí y día también la proliferación de espacios dedicados al trapicheo de yerba y hachís. Tanto los del Raval como los del Gòtic temen que Barcelona se convierta definitivamente en un destino ideal para hacer narcoturismo.