La flor de Barcelona: el ‘panot’ que se convirtió en el icono de la ciudad
La baldosa se extiende por las calles de la capital catalana, es uno de los ‘souvenirs’ más vendidos, muchos la llevan tatuada y otros se la comen
13 febrero, 2019 00:13Noticias relacionadas
Es una flor muy sencilla de cuatro pétalos. Está hecha de cemento, arena y agua. Tiene un relieve invertido, que permite que a veces acumule agua, polvo o tierra. Está en todos los barrios de Barcelona y si quieres verla solo tienes que mirar hacia abajo.
El panot de Barcelona es uno de los símbolos de la ciudad, que tuvo su origen en el barrio del Eixample pero rápidamente se extendió a todos los distritos. Ha sido tanta su acogida que hoy es el icono que representa la Ruta del Modernismo, un itinerario para descubrir los edificios catalanes más vanguardistas de la ciudad condal, entre ellos la Sagrada Familia, la Casa Vicens o la Casa Batlló, todas obras de Antoni Gaudí. A su vez, está presente en tiendas de souvenirs, en joyerías, platos de restaurantes y hasta en la piel de personas que la llevan tatuada.
‘CAN FANGA’, LA CIUDAD DEL BARRO
Los primeros documentos que se tienen del panot de flor corresponden a 1906. De acuerdo al libro “Barcelona a ras de suelo” de la diseñadora industrial Danae Esparza --que plasma una investigación de cuatro años sobre las baldosas de la ciudad catalana--, la loseta es uno de los cinco diseños elegidos por el Ayuntamiento tras realizar un concurso para elegir el pavimento del barrio del Eixample. A pesar del coordinado diseño urbano de Ildefons Cerdá, en las calles de la ciudad proliferaba el barro.
El 'panot' en imágenes tomadas durante un año / IRENE BENAVENT
La idea de la baldosa hecha con cemento hidráulico fue la solución para pavimentar las calles y frenar la mala imagen que se había creado de la capital catalana. Los medios de comunicación más críticos publicaban caricaturas en las que los ricos de la ciudad hacían malabares para no ensuciar sus trajes con el lodo y la tierra acumulado en los bordillos. Can fanga --”Casa de barro” en catalán-- era el nombre que otorgaban a Barcelona.
LA CASA ESCOFET, LOS CREADORES DE LA FLOR
Para la fecha Cataluña era una comunidad productora de cemento. En este sentido, los mosaicos elaborados en este material eran bien vistos por los ricos de la ciudad, razón de peso para que el Ayuntamiento realizara el concurso abierto a todo el público, para pavimentar la ciudad. En 1916 se escogió la loseta de flor y otros cuatro panots, propuestos por la Casa Escofet, empresa catalana de diseño e industrialización de elementos urbanos y hormigón arquitectónico, responsable del asfaltado en varias ciudades del mundo.
Asimismo, el resto de baldosas ganadoras del concurso que se encuentran extendidas en toda Barcelona son la de calavera, los círculos concéntricos, las cuatro pastillas y el de cuatro pastillas con cuatro círculos. Todas son de 20×20 centímetros y cuatro centímetros de grosor. A su vez, Esparza explica que la autoría de la flor se le adjudicaba a Josep Puig i Cadafalch, quien diseñó el suelo del patio de la Casa Amatller. No obstante, no hay evidencias ni documentos que comprueben que el arquitecto español haya creado la flor de Barcelona.
EL PANOT DE FLOR NO SOLO ESTÁ EN EL SUELO
Su diseño minimalista ha triunfado en toda la ciudad. Se lleva en collares, en carteras, bolsos y llaveros. Un ejemplo son los pines de la colección “Pisando Barcelona” de Damaestudi, una empresa que crea regalos sostenibles con productos reciclados. El año pasado la flor se tiñó de rosa para contribuir a la Asociación Española Contra el Cáncer: por cada pin rosa de la flor de Barcelona, se donaron cinco euros para beneficio de la investigación de esta enfermedad.
Asimismo, Calpa es otra empresa --ubicada en la calle Ferrán en el Barrio Gótico-- que se dedica --desde 1973-- a vender bolsos, billeteras y otros complementos de marroquinería artesana con la emblemática flor de Barcelona y la baldosa Gaudí, que puede verse en su forma hexagonal en algunas aceras de Paseo de Gràcia.
Del mismo modo, la empresa Feel the Panot también se dedica a comercializar la baldosa de la flor en piezas de cemento de tamaño original --como si de la propia baldosa se tratara--, para decorar la oficina o el salón. Puedes adquirilo aquí.
MÁS BALDOSAS DE BARCELONA
Aunque la flor es el panot más icónico de la ciudad, hay muchas más baldosas en el pavimento catalán. Un ejemplo es el de avenida Diagonal, cuyo suelo lo cubre una baldosa en forma de hoja de plátano, que reproduce la sombra de los árboles plataneros presentes en esta vía, una de las más largas de Barcelona. Este diseño también pertenece a la Casa Escofet. La baldosa no recibió una acogida tan positiva, pues para muchos resulta incómoda al caminar.
Una imagen de una calle con la baldosa Gaudí y la que proyecta las hojas de los árboles plataneros / CASA ESCOFET
En este sentido, otro modelo que nunca logró alcanzar la fama fue la baldosa asimétrica en forma de “B”, por supuesto, de Barcelona. Fue puesta por el Ayuntamiento en 2008 solo frente al Centro Cívico de Pere Pruna en la calle Ganduxer, 130.
EL PAVIMENTO DE LAS RAMBLAS
Otro asfaltado distinto es el de Las Ramblas: un pavimento en forma de olas marinas que abarca desde la estatua de Cristóbal Colón hasta la Plaza Cataluña. Según el libro “Barcelona a ras del suelo” la historia del pavimento se remonta al Paseo Marítimo de Alicante, que a su vez, está inspirado en la plaza de Rossio de Lisboa, elaborada con la técnica de la calçada portuguesa.
Aunque este mosaico es muy reconocido, se espera que sean sustituidas por un nuevo diseño tras la propuesta de reforma del paseo más popular de Barcelona, presentada el año pasado por el equipo Km-Zero, liderado por la arquitecta Itziar González. Se prevé que el proyecto se ponga en marcha este mismo año tras las elecciones municipales.