El mundo económico le pide a Colau un compromiso real ante la crisis
Empresarios y economistas reclaman a los políticos de Barcelona más endeudamiento y mayor generosidad
29 marzo, 2020 00:00Noticias relacionadas
El coronavirus cambiará nuestras vidas. Habrá un antes y un después. A la actual crisis sanitaria, con miles de muertos en todo el mundo, le seguirá un periodo de gran inestabilidad económica y cambio de paradigmas. Empresarios y economistas auguran grandes cambios y dificultades. Barcelona deberá encarar un año complicado y los principales agentes económicos de la capital catalana reclaman medidas drásticas al gobierno municipal que lidera Ada Colau. Su respuesta a los acontecimientos, muy tibia y vinculada a la participación de su partido en el Gobierno español, añade más incertidumbre a un escenario complejo, con varios sectores que auguran el cierre de muchos negocios locales. En plena crisis, las principales voces del mundo económico barcelonés lamentan la escasa receptividad de la alcaldesa de Barcelona, quien como todo gesto el jueves comunicó el aplazamiento del cobro de impuestos hasta julio.
“Nos encontramos ante un escenario de pura supervivencia, con empresas al borde del pánico. El túnel será largo, pero hay salida”, proclama Jordi Alberich. “Habrá un cambio muy profundo. Habrá más proteccionismo, el sector sanitario dará un gran salto hacia adelante y cambiará la manera actual de entender el ocio”, añade uno de los colaboradores de Foment del Treball y quien fue director general del Círculo de Economía entre 1998 y 2018.
“MEDIDAS PALIATIVAS"
José María Gay de Liébana, economista y profesor en economía financiera y contabilidad en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, comparte el discurso de Alberich. Pide un cambio de mentalidad a las administraciones. Sobre todo, al Ayuntamiento de Barcelona: “Ahora es el momento de perder, de sembrar para recoger después”.
El también economista Gonzalo Bernardos insiste en la necesidad de que “el consistorio que lidera Colau utilice al máximo su capacidad de endeudamiento para salvar Barcelona”. “La ciudad necesitará medidas paliativas, pero Colau no tiene soluciones ni imaginación. Tendría que abandonar el activismo e impulsar ya la economía”, añade Bernardos, que formó parte de la candidatura de Jaume Collboni (PSC) en las últimas elecciones municipales.
LOS SECTORES MÁS CASTIGADOS
Josep González, el presidente de Pimec, también teme las consecuencias económicas derivadas del coronavirus. Asegura que “el 90% de los autónomos y las pequeñas y medianas empresas lo pasarán mal por el coronavirus”. El dirigente de la asociación catalana de pymes desvela que el 75% de las empresas sufren “tensiones de tesorería” y que el 38% tienen problemas de stocks.
Josep Sánchez Llibre, presidente de la gran patronal Foment, califica la actual situación de "excepcional" y pide ayudas: "Sin trabajadores no hay empresa; sin empresa no hay progreso económico”.
El turismo, la hostelería, la restauración y el comercio serán los sectores más castigados por la pandemia. La suspensión del Mobile, en febrero, ya fue un duro golpe. Ahora, con el cierre de sus negocios, las pérdidas se multiplicarán. “El consumo ya no funcionaba bien antes del coronavirus y Colau nunca ha demostrado empatía con los sectores económicos de la ciudad. Los principales generadores de riqueza y ocupación de Barcelona están en la UCI”, denuncia Roger Pallarols, director general del Gremi de Restauració. “El comercio sufrirá mucho porque es un negocio de rotación que no puede parar”, desliza Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta.
El Gremi d'Hotels de Barcelona, en cambio, opta por no pronunciarse sobre la gestión que deberían hacer las administraciones públicas para paliar los problemas que sufrirán algunos sectores económicos. Recuerda, asimismo, que el Cotton House Hotel (83 habitaciones) ya acoge a los primeros pacientes leves con coronavirus, mientras que el Hotel Catalonia Diagonal Centro (84 habitaciones) aloja a médicos del equipo sanitario.
EL PROBLEMA DEL COMERCIO
Jené, muy preocupado, explica que hay dos tipos de empresas dedicadas al comercio retail. “Las microempresas, con estructuras familiares, con el gasto controlado y poco endeudadas, y las estructuras medias y grandes cadenas”. El presidente de este eje comercial de Barcelona pronostica que las primeras “resistirán mejor que las segundas, que sufrirán mucho”.
“El Ayuntamiento tendría que sumarse y acompañar las reivindicaciones de los sectores más afectados. También debería transmitir un mensaje de tranquilidad que no escuchamos. Primero debería centrarse en erradicar la pandemia y en ayudar a las personas más necesitadas. Pero también es muy importante que la actividad económica se recupere. Con despidos e impagos, todo se hunde”, recalca Jené.
LA PETICIÓN DE LOS RESTAURADORES
Pallarols, en la misma línea, reclama soluciones urgentes. O, como mínimo, gestos del gobierno municipal. “Colau debe entender que ahora toca salvar a las empresas. No estamos ante una crisis de trabajadores, sino ante una crisis de empresas”, dice el director general del Gremi de Restauració.
“Colau, y quiero remarcarlo, no ha perdonado nada. Ha tenido la desfachatez de mentir con las tasas de las terrazas. Ahora simplemente no puede cobrarlas porque los restauradores no pueden prestar ningún servicio”, expone Pallarols. “Barcelona no tiene ningún interés ni vida con los comercios y la restauración cerrados”, agrega.
COLAU Y LA HISTORIA
El director general del Gremi de Restauració se ha mostrado muy crítico en los últimos meses con la gestión de Colau como alcaldesa de Barcelona. Su malestar subió de tono con la aprobación de las nuevas tasas, que en algunos casos suponían incrementos de hasta el 400% respecto a años anteriores. Pallarols, no obstante, cree que la primer edil todavía tiene margen para rectificar. En caso contrario, cree que la historia le pasará factura.
“Colau tendría que saber leer la gravedad de la situación actual. Puede pasar a la historia por no saber interpretar esta crisis e ignorar a las pequeñas y medianas empresas”, declara Pallarols, quien considera insuficiente la medida de aplazar el cobro de impuestos hasta julio.
“UN AÑO PERDIDO”
Lluís Sans, presidente del emblemático comercio Santa Eulalia, situado en el paseo de Gràcia, apunta en la misma dirección: “Colau todavía no ha asumido la magnitud de la tragedia. Su resistencia al cambio es muy negativa”.
Pallarols, como muchos empresarios de los sectores más castigados, sostiene que 2020 será un “año perdido”. Pronostica “un cambio de hábitos” y aboga por “una socialización de las pérdidas”. “Cuando se levante el estado de alarma, vendrá la gran crisis. La caída ha sido muy dura e inesperada, sin indicadores económicos que nos alertaran, como pasó en 2008”. Gay de Liébana comparte su opinión y enfatiza: “Las pasaremos canutas durante un tiempo. La gente está asustada y costará reactivar el consumo interno. El externo también sufrirá con la caída del turismo”.
LAS PRIORIDADES DE COLAU
Alberich argumenta que “todos los sectores relacionados con la movilidad y el contacto con las personas son los que sufrirán más”. Socio y fundador, en 1988, de M&A Fusiones y Adquisiciones, hace una semana pidió “aplazamientos impositivos y de cotizaciones sociales”. También recomendó que se facilitaran las regulaciones temporales de empleo “para evitar una cascada de impagos, un colapso mayúsculo y el bloqueo del sistema financiero”.
“El problema es que Colau no tiene claro qué le interesa a las empresas. Tiene otras prioridades”, expone González. El presidente de Pimec, por ejemplo, pide “la liquidación inmediata de las facturas pendientes de pago y, sobre todo, de las que exceden el plazo legal que establece la ley contra la morosidad”.
Bernardos también atiza a la controvertida alcaldesa: “No le importa la economía y no tiene plan alguno sobre qué Barcelona quiere para 2030. Cuando acabe la pandemia, hará de activista y poco más. Y, sin ayudas, caerán muchos sectores y muchos trabajadores”.