La ciudad de Barcelona ha atraído en los primeros cinco meses del año una inversión hotelera por valor de 200 millones de euros, una cifra un 90% más alta que la del mismo período de 2021, aunque inferior a la que podría conseguir si no existiera la moratoria hotelera, según la consultora Laborde Marcet.
La compañía especializada en inversiones en el sector hotelero ha lamentado este sábado en un comunicado que la moratoria "lastra" las posibilidades de recuperación de este mercado en la capital catalana.
FALTA DE INMUEBLES
La firma atribuye el alza de esta inversión no sólo a la recuperación del mercado tras la pandemia sino al alto precio de los hoteles de Barcelona por la falta de inmuebles.
"Como hay muy pocos hoteles disponibles en Barcelona -debido a la moratoria que existe en las principales calles- el precio de estos se ha ido encareciendo con el tiempo”, ha señalado el socio fundador de Laborde Marcet, Miquel Laborde.
995 MILLONES EN TODA ESPAÑA
En el conjunto de España, la inversión hotelera se sitúa en 995 millones de euros en los cinco primeros meses del año, lo que triplica las cifras del año pasado, tanto por la superación de la crisis sanitaria como por la vuelta de los turistas.
La consultora asegura que la situación podría ser todavía mejor en Barcelona y lamenta que la moratoria hotelera aprobada por el gobierno municipal de Ada Colau "lastra no solo la recuperación, sino el crecimiento de una actividad tan importante como ésta", apunta Laborde.
GRANDES CADENAS ABANDONAN BARCELONA
Según Marcet, esta situación ha llevado a grandes cadenas hoteleras a abandonar Barcelona y destinar su inversión a otras ciudades españolas.
En enero de 2017, el gobierno de Colau aprobó el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) que limita la construcción de hoteles en el centro, así como las grandes remodelaciones.
“Con esta normativa, lo único que permite el gobierno es abrir nuevos hoteles en zonas secundarias que no interesan a ningún operador del sector. En definitiva, es un mal trabajo que impide que se ocupen las plazas hoteleras que necesita la ciudad ahora que empieza a recuperarse el turismo”, asegura.