Un crucero en el Port de Barcelona  / EUROPA PRESS

Un crucero en el Port de Barcelona / EUROPA PRESS

Economía

Fiebre por los cruceros: Barcelona recupera las cifras prepandemia

Entre enero y agosto de 2023 han llegado cerca de 500 buques a la capital catalana, un número que se acerca a los datos de 2019

24 septiembre, 2023 23:15

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El fin del verano ya está aquí, pero la llegada de cruceros a Barcelona, lejos de frenarse, no para de crecer. El Port es uno de los puertos con más tráfico de buques a nivel mundial, y en los últimos años, el número de cruceros que recibe la capital catalana ha crecido exponencialmente. Tras la pandemia, el sector crucerístico vive una clara recuperación. Para este 2023 se prevé la llegada de más de 800 buques a la capital catalana. Por el momento, ya han echado el ancla casi 500, un número que roza las cifras prepandemia.

Según los datos del Port, entre enero y agosto de 2022 llegaron a Barcelona 489 buques. En el mismo periodo de 2023, la cifra ha subido hasta los 498, muy cerca de alcanzar la de 2019, cuando atracaron 501 buques. Las previsiones del puerto es que para este año se llegue a los 887 cruceros, 82 más que en 2022 (805) y 87 más que en 2019 (800). 

UN VERANO MÁS FLOJO DEL PREVISTO

Aunque el número total de cruceros sigue al alza, durante los meses de temporada alta (de mayo a octubre) las previsiones fueron demasiado altas. Entre mayo y agosto, el Port preveía la llegada de 372 cruceros. No obstante, han atracado 342 buques: en mayo 117; en junio 73; en julio 77 y en agosto 75. Se trata de una cifra que se mantiene estable respecto a otros años. En el mismo periodo de 2022 llegaron 343 buques a Barcelona, mientras que en 2019 lo hicieron 340.

Cruceros en el puerto de Barcelona / EUROPA PRESS

Cruceros en el puerto de Barcelona / EUROPA PRESS

Si se tiene en cuenta que todavía no están disponibles los datos de septiembre y octubre, y en caso de que se cumplan las previsiones del Port --110 buques en septiembre y 113 en octubre--, la cifra pasaría de 342 a 565 cruceros entre mayo y octubre. Una cifra que sería inferior a la de 2022 (697) y a la de 2019 (703) en temporada alta.

TURISMO 'LOW COST'

Una de las principales críticas al sector crucerístico es su aportación a que vengan turistas low cost en masa a la ciudad. Actualmente, hay una gran concentración de cruceristas en los meses de temporada alta, que suponen el 80% de los pasajeros de todo el año. Según el informe de externalidades del tránsito de barcos en el Port elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona, durante este periodo se puede llegar hasta las 400.000 personas al mes, de las cuales el 60% hacen una estancia de pocas horas en la ciudad. 

Cruceristas en la terraza de su camarote, en el puerto de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

Cruceristas en la terraza de su camarote, en el puerto de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

En 2022, la capital catalana albergó más de 2,3 millones de pasajeros, más del 400% que en 2021 (520.510). La cifra, sin embargo, queda lejos de las cifras astronómicas de 2019: 3.137.978 de cruceristas. Lo cierto es que la capital catalana siempre ha sido un atractivo turístico para los turistas de crucero.

Así lo demuestran los datos del consistorio; desde 2011 hasta 2022 (excepto 2020 y 2021), las cifras de pasajeros no descienden de los más de 2 millones de visitantes cada año, siendo 2.364.292 la cifra más baja en 2014. Actualmente, ya han aterrizado en Barcelona 2.247.127 turistas procedentes de estos grandes buques.

CONTAMINACIÓN

La contaminación es otra de las externalidades negativas de la industria crucerista. El impacto medioambiental en la capital catalana es palpable. Y es que el Port de Barcelona se ha situado como el más contaminante de toda Europa, según las conclusiones de un estudio de la organización internacional Transport & Environment

A lo largo del año pasado, el puerto emitió más de 18.277 kilogramos de dióxido de azufre. El transporte privado por el interior de la ciudad emitió 6.481 kilos de este óxido contaminante. Por tanto, los cruceros contaminaron tres veces más que el transporte de todos los vehículos que circularon por Barcelona en 2022. 

Esta problemática está en el punto de mira de los ecologistas. La entidad Stop Creuers Catalunya asegura que el turismo de cruceros es un problema de salud pública por los altos niveles de contaminación, además del negativo impacto ambiental. “El análisis muestra que, a pesar de la introducción del límite de azufre del organismo de envío de la ONU en 2020, los 218 cruceros de Europa emitieron más óxidos de azufre que mil millones de automóviles en 2022, o cuatro veces más que todos los automóviles del continente”, se explica en el citado informe.