Interior del rehabilitado Hospital de Sant Sever en Barcelona

Interior del rehabilitado Hospital de Sant Sever en Barcelona Ciro Frank Schiappa Garcés · de Seta · Bonet Arquitectes

Economía

Una familia de la burguesía catalana reconvierte un hospital del siglo XV de Barcelona en una galería de arte

Los Casacuberta-Marsans han rehabilitado el Hospital de Sant Sever, un antiguo centro asistencial para clérigos fundado en 1412, y lo han convertido en un espacio privado de arte que contará con obras de Ramón Casas o Santiago Rusiñol

18 junio, 2024 23:30

De hospital para clérigos a centro privado de arte. Tras muchos proyectos fallidos, la potentada familia Casacuberta-Marsans ha reconvertido el Hospital de Sant Sever, ubicado en la calle de la Palla al lado de la Catedral━, en una galería en la que expondrá sus colecciones de pintura y concertará visitas privadas.

El espacio ha sido rediseñado por el despacho Garcés-de Seta-Bonet Arquitectes, por un precio de 667.000 euros, quienes han mantenido el claustro gótico, la antigua iglesia de su interior y la fachada de estilo renacentista. La estructura interior también conserva galerías de arco de medio punto en todas las plantas, sostenidas por pilares de sección cuadrada con una moldura a modo de capitel. En las plantas altas del edificio también se ha construido una distribución de 21 viviendas, que se comercializarán.

Una joya patrimonial olvidada

El espacio, catalogado como bien de interés local, es una de las mayores joyas patrimoniales de la capital catalana. Dispone, por ejemplo, de una hornacina con forma de serliana (arco de medio punto y dos vanos adintelados), un recurso renacentista casi inédito en Barcelona, en el que está grabada la inscripción Hospitale sacerdotum sancti Severi. Otra de sus particularidades es que en su subsuelo se esconden varias fosas, que forman parte de una pequeña necrópolis de época romana.

El proyecto de los Casacuberta-Marsans le da, al fin, una nueva vida al antiguo centro asistencial, que acumula multitud de proyectos truncados a sus espaldas. El Hospital fue fundado en 1412 por el Mosén Jaume Aldomar, que lo destinó a la curación de los sacerdotes pobres y enfermos del obispado catalán. En 1925, hace casi un siglo, dejó de funcionar como hospital y pasó por distintas manos, convirtiéndose en un abigarrado anticuario o en una bodega de venta de vinos y refrescos varios.

Fachada de estilo renacentista del Hospital Sant Sever

Fachada de estilo renacentista del Hospital Sant Sever

Una casa de arte sustituye a un proyecto de hotel

A lo largo del Siglo XX, el espacio se fue degradando paulatinamente, hasta que en 2009 Josep Maria Sesplugues inició las obras para convertirlo en un hotel boutique de lujo, con un restaurante tres estrellas Michelín y habitaciones con piscina privada a más de 1.000 euros la noche. Sin embargo, el promotor falleció y sus cuatro hijos decidieron vender el inmueble. Tras muchos años en los que el edificio ha permanecido tapado por una lona verde, Fernando Casacuberta y Rosario 'Coty' Marsans junto a sus cuatro hijos (Ignacio, Pablo, Álvaro y Gonzalo) han desencallado la maldición del Hospital San Sever. El edificio se ha enfrentado a una gran reforma, aunque se ha mantenido la “esencia” histórica del hospital. “Estaba destrozado, hemos tenido que trabajar con la múltiple suma de ruinas”, explica Jordi Garcés, del despacho de arquitectos GDSB.

La pintura que se expondrá será mayoritariamente catalana, con presencia de grandes autores del modernismo, como Ramon Casas, Isidre Nonell o Santiago Rusiñol. Según apuntó la periodista experta en arte María Palau en El Punt Avui, la colección de los Casacuberta-Marsans consta de más de 200 obras que se dividen en dos grandes bloques: uno de arte medieval de la Corona de Aragón y otro de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Además de los ya mencionados genios modernistas catalanes, los galeristas también poseen obras de Joan Mates, Lluís Borrassà o Bartolomé Bermejo, así como de algunos renombrados barrocos españoles.

Una potencia económica internacional

Además de numerosas obras de arte, la saga Casacuberta-Marsans es propietaria de diversos palacetes del centro de la Ciudad Condal. La familia posee el inmueble que alberga el hotel Kimpton Vividora ━un cinco estrellas operado por InterContinental━, el Palau Castell de Pons, la Casa Jover, el Palacio Sessa-Larrard o el Hotel Hesperia de las Ramblas, entre otros. Fuera de la capital catalana también es propietaria de los polígonos industriales Almeda de Cornellà de Llobregat; Fontsanta (Sant Joan Despí); La Florida (Santa Perpètua de Mogoda) y sector Teneria (Mollet del Vallès).

Lejos de Catalunya, tiene propiedades en Madrid ━donde posee el elegante Hotel Tótem, en pleno barrio de Salamanca━, Praga, Bilbao o Ginebra, donde es dueña del colosal hotel Beau-Rivage Genève, un cinco estrellas situado frente al conocido jet de agua de la ciudad helvética y, quizás, el alojamiento más conocido de esa urbe.