Emprendedores y empresarios a los jóvenes: “Debéis ser propietarios de vuestras vidas”
Los responsables de Incapto Coffee, Terap.me y Blind Stairs defienden el ecosistema tecnológico de Barcelona en un debate organizado por Metrópoli, Barcelona Activa y Pimec Joves
10 febrero, 2023 00:00Noticias relacionadas
Los jóvenes buscan referentes con un ecosistema tecnológico en Barcelona que invita al optimismo, pero que tiene también algunas sombras. Esos referentes, emprendedores y empresarios lanzan un mensaje: “Debéis ser propietarios de vuestras vidas”, y eso para por “perder el miedo”, buscar asesoramiento y tratar de sacar adelante proyectos propios, poniendo en valor el talento y el esfuerzo. El consejo surgió de un debate organizado este jueves por Metrópoli, junto con Barcelona Activa y Pimec Joves, con la participación de Francesc Font, co-founder de Incapto Coffee, Marta Rodríguez, CEO de Blind Stairs y Mar Alarcón, Co-founder de Terap.me, en la Sala Mirador del Convent de Barcelona Activa y bajo el título de Emprendre el vol.
El primer dilema se establece entre la figura del emprendedor y del empresario, como señaló Mar Alarcón, al precisar que cada uno tiene un papel concreto. En Barcelona el sector tecnológico ha experimentado un gran auge en los últimos años, pero el gran objetivo de organismos como Barcelona Activa, que tiene en marcha desde hace años una incubadora de empresas, es que se logren proyectos sólidos, sostenibles en el tiempo.
Alarcón ha pasado por distintas fases, como emprendedora y también como inversora, y al frente de proyectos empresariales. Ahora está concentrada en Terap.me, que dota de “herramientas digitales a los psicólogos para que puedan desarrollar su actividad a través de Internet”. El proyecto acaba de cerrar la primera ronda de financiación. Alarcón se ve “más emprendedora que empresaria”.
En el acto, en la Sala Mirador del Convent de Barcelona Activa, en la plaza Pons i Clerch, llena de jóvenes con el ánimo de conocer las experiencias personales de los emprendedores, fue Francesc Font quien señaló la necesidad de que todo el ecosistema tecnológico y empresarial esté más conectado con el ámbito universitario. A su juicio, esa es una gran carencia de Barcelona, porque “todo va mucho más rápido de lo que pensamos, con China como gran tractor de la innovación, que nos supera, porque todo está conectado”. A juicio de Font, --impulsor de Incapto Coffee, dedicado a la venta de café en grano y de máquinas automáticas, para abandonar las cápsulas de plástico que invaden ahora el mercado— “el mundo universitario no tiene una buena relación con la empresa, y eso debe solucionarse cuanto antes, porque Barcelona, aunque atrae talento joven de todo el mundo, debe ir más rápido”.
Celeridad, ánimo, empuje, también ayuda de las administraciones y del mundo universitario, pero, ¿qué pasa con la financiación? El acto, moderado por el director adjunto de Metrópoli, Manel Manchón, abordó ese ángulo con la idea de que la gran liquidez existente en los últimos años ha provocado que el sistema financiero se haya fijado en las startups como una finalidad, más que como un proyecto de futuro viable. Alarcón defendió esa liquidez, la facilidad para financiar proyectos, porque, en muchos casos, es vital para montar equipos, para buscar la fórmula que dé con el éxito empresarial. Para Font, en cambio, ese exceso puede ser un problema, porque determinados proyectos están centrados en las distintas fases de financiación, las famosas “rondas”, que acaban siendo como un objetivo obsesivo, sin pensar, a veces, en cómo conseguir un producto que pueda cubrir un hueco en el mercado y que dé dinero.
La experiencia de Marta Rodríguez es muy distinta. Acaba de poner en marcha, junto a otro socio, la startup Blind Stairs, que puede cubrir un hueco importante con el cambio cultural que se ha producido. La iniciativa, como ella misma señaló, “elimina las diferencias de selección personal y se despersonaliza el cv, se eliminan datos personales y se hacen entrevistas a través de avatares y filtros para preservar el anonimato de las personas”. Ya tiene bastantes clientes, aseguró, como Cellnex, que se ha acercado para conocer cómo funciona esa selección. Fruto de su propia experiencia personal, en una mediana empresa y en una multinacional, Rodríguez consideró que podía iniciar ese proyecto, y se echó a la carretera a partir de una incubadora en Barcelona Activa. Admitió que seguro que cometerá "errores", pero que ahora cuenta con asesores, y todo un ecosistema que le puede ser muy útil para medir bien los siguientes pasos.
Con la experiencia de Marta Rodríguez, las caras de los asistentes iban mudando, mostrando asombro y ganas de conocer más, también para cuestionar algunas prácticas. El primer impacto lo tuvieron con el director de Barcelona Activa, Félix Ortega, quien glosó el acto, con sus características, el por qué de la iniciativa y cómo se podía animar a la ciudadanía para lograr más emprendedores y empresarios. Fue un discurso correcto, sin grandes alardes. ¿Pero era de Ortega? No, él había introducido algunos datos y se había dejado llevar por la Inteligencia Artificial, por el ChatGPT: “Lo que habéis escuchado –Ortega lo leyó— y sólo con algunas rectificaciones, es el discurso de la Inteligencia Artificial".
Eso es ya posible. También lo que señaló el presidente de Pimec Joves, Josep Soto, al precisar que lo que se necesitan son “empresarios”, aunque no hayan inventado nada. Es decir, hay espacio y, de hecho, se requieren, empresarios que se responsabilicen de proyectos que ya están en marcha. Se refería Soto a los programas de Pimec que buscan relevos a empresarios que se jubilan y cuyos descendientes se han desentendido del mundo empresarial. “Yo ahora digo que soy empresario, tengo 41 años, y antes me daba cierta vergüenza, y no he inventado nada, sigo la empresa de mi padre y tiro adelante y eso también es necesario”, aseguró.
Previamente, el concejal de Juventud del consistorio de Barcelona, Joan Ramon Riera, invitó a los jóvenes a acercarse “sin miedos” al mundo de la empresa, a “asumir riesgos”, a pesar de las dificultades del momento.
Sin embargo, la lección estuvo clara. A juicio de Alarcón, Font y Rodríguez, los emprendedores se deben mover por una vocación de servicio, de ofrecer “un valor a la sociedad”, algo que no debe estar reñido con la obtención de beneficios económicos, teniendo como bandera una máxima, que señaló Mar Alarcón: “Hay que ser propietarios de nuestro tiempo, propietarios de nuestras vidas”, y eso lo da, a su juicio, quien puede poner en marcha, y consigue que tenga viabilidad, un determinado proyecto empresarial, dejando siempre “un tiempo para la vida personal y familiar”.