Los Mossos d’Esquadra y el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs han arrancado esta semana un dispositivo para garantizar la seguridad de la Mina y frenar la delincuencia en la zona. El director general de la policía, Andreu Joan Martínez, y el jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, acordaron este miércoles con el alcalde del municipio, Joan Callau, poner freno al incremento de conflictividad y la actividad delictiva de la ciudad.
En la reunión se acordó reforzar la presencia de la Brigada Móvil (Brimo) para poder realizar intervenciones policiales inmediatas y priorizar las investigaciones por parte de la División de Investigación Criminal para neutralizar el tráfico de drogas.
INCREMENTO DE AGENTES POLICIALES
Además, también se acordó incrementar los controles en los accesos de las zonas delictivas para dificultar la compra de droga y disminuir la presencia de armas. Tras la reunión informaron que el plan de choque se realizará de forma regular y con un seguimiento constante para tomar las medidas que sean necesarias.
Este plan se suma al que hace pocos días ya se anunció en Barcelona en el marco de la Junta de Seguridad Local, con el objetivo de mejorar los índices de criminalidad en la capital catalana.
VENTA DE HEROÍNA
Los agentes han apuntado que los crímenes que más han incrementado en La Mina son los delitos contra el patrimonio y los delitos contra la salud pública; en este sentido, Sallent ha explicado en varias ocasiones que ”lo que está pasando es que la presencia sobre todo de la venta de heroína está transformando la delincuencia que se producía en el barrio”.
La delincuencia hasta ahora no tenía añadido un problema de convivencia, pero con la venta y consumo de heroína se producen más robos y hay jeringuillas en el espacio público, según Sallent, que ha dicho que la presión que ejercen en los narcopisos de Ciutat Vella tiene un "efecto de incremento o intensificación" en otros lugares como este.