Barcelona medirá su contaminación en la Meridiana
Eloi Badia presume de una estación que tumbaría su furgoneta y el coche de Janet Sanz
25 junio, 2020 16:56Noticias relacionadas
El gobierno que lidera Ada Colau sigue empeñado en reducir los índices de contaminación de Barcelona y ha instalado una nueva estación que medirá sus índices en la avenida Meridiana, una vía clave para entrar y salir de la ciudad.
El consistorio ha informado, a través de un comunicado, que Barcelona “refuerza su red de vigilancia y control de la calidad del aire en la ciudad”.
RED DE 11 INSTALACIONES
La nueva estación "funcionará en periodo de pruebas los próximos meses para ajustar todos los parámetros necesarios y poderse incorporar con garantía" a una red que ya está compuesta por 11 instalaciones.
"De estas 11 estaciones que forman la red de vigilancia y control de la calidad del aire de Barcelona, adscrita administrativamente al departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, hay dos estaciones automáticas de tráfico, cinco estaciones automáticas de fondo urbano, una estación manual de tráfico y tres estaciones manuales de fondo urbano", recalca la nota de prensa.
LAS CONTRADICCIONES DE BADIA Y JANET
El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, ha celebrado que la nueva estación "ayudará a valorar el impacto de la Zona de Bajas Emisiones y conocer el alcance de la contaminación provocada por el tráfico de vehículos en cada trama urbana”.
Janet Sanz y Eloi Badia, concejales del Ayuntamiento de Barcelona, en rueda de prensa.
Los índices de contaminación de la nueva estación de la Meridiana, probablemente, se dispararán si el citado Badia pasa con su Volskswagen del año 94, pues su furgoneta es una de las más contaminantes del parque automovilístico barcelonés. La segunda teniente de alcalde, Janet Sanz, también tiene un coche muy contaminante que choca con su rechazo a los vehículos motorizados. Semana antes del anuncio del cierre de Nissan, Sanz expresó su deseo de que la industria automovilística no volviera a operar en Barcelona.