La Generalitat cerrará el Centro Penitenciario Abierto 2, en el barrio de la Trinitat Vella, y la histórica cárcel de mujeres de Wad-Ras en un máximo de cuatro y seis años, respectivamente, y trasladará los internos a nuevos equipamientos que construirá en la Zona Franca. De esta forma se produce un nuevo aplazamiento en el cierre de las prisiones de Wad-Ras y de Trinitat Vella.
Así lo han explicado este miércoles el vicepresidente, Pere Aragonès, la consellera de Justicia, Ester Capella, y la teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, Janet Sanz, tras el acuerdo alcanzado entre el Govern y el ayuntamiento para descontaminar los solares en los que se edificarán las nuevas prisiones.
DOS NUEVOS CENTRO PENITENCIARIO
Uno de los terrenos acogerá un centro abierto con capacidad para 800 internos en tercer grado, es decir, aquellos cuya clasificación les permite acudir únicamente por la noche para dormir, mientras que en el otro se erigirá una prisión con "visión feminista" que permitirá cerrar la centenaria Wad-Ras, la cárcel más antigua de Cataluña. El cierre de Trinitat Vella permitirá, además, la construcción de 410 viviendas de protección oficial en el barrio.
Tal como ha explicado Capella, han dado el pistoletazo de salida al conjunto del proyecto después de lograr "desbloquear" la cesión de los solares, atascada al descubrir que estaban contaminados por restos de plomo y cuyas tareas de limpieza llevará a cabo el consistorio con un coste de ocho millones de euros.
CIERRE DE LA PRISIÓN MÁS ANTIGUA DE CATALUÑA
Las dos nuevas prisiones serán, ha dicho la consellera, "más respetuosas con la dignidad de las personas y los derechos humanos", especialmente en el caso de la destinada a mujeres,
"Este nuevo equipamiento hará posible el cierre de la prisión más antigua de Cataluña, un centro obsoleto, que sustituiremos por uno diseñado y pensado para las mujeres privadas de libertad que debe tener en cuenta espacios para la crianza, el empoderamiento femenino (...) sin sumisión ni machismo", ha enfatizado.
INSTALACIÓN PARA MUJERES
Según la consellera, actualmente hay unos 500 presos preventivos menos que en 2017, plazas a las que se sumarán otras 200 de las mujeres de Brians 1 que se trasladarán a la Zona Franca, lo que garantizará que la prisión de Sant Esteve Sesrovires pueda seguir acogiendo a los internos sin condena firme.
"Priorizamos una cárcel para mujeres porque la de Wad-Ras no cumple con los principios presentes en los centros penitenciarios para alcanzar los objetivos de plena reinserción y libertad de escoger la vida que quieren vivir", ha insistido.