Ada Colau ya ha aterrizado en Chile. El mismo día que el Ayuntamiento de Barcelona rechaza homenajear a Copito de Nieve alegando que es "resultado del colonialismo", la alcaldesa viaja a América Latina para "reforzar alianzas históricas", surgidas también del pasado colonial de España en el continente. Pero para llegar al Cono Sur no hay Zona de Bajas Emisiones y hay que trasladarse en avión, el mismo método de transporte que quiere reducir en El Prat –suprimir vuelos a Madrid o València– para hacer innecesaria la ampliación del Aeropuerto. ¿Cuál ha sido la huella ecológica de la alcaldesa en este viaje?

UN VIAJE ALTAMENTE CONTAMINANTE

La primera edil ha viajado a Chile junto al diputado Gerardo Pisarello y de la coordinadora de Catalunya en Comú, Candela López. Volaron en una aeronave A330-200 de Iberia, en el vuelo IB6833 que debía salir de Madrid a las 23:59 horas del martes, 8 de marzo, y que finalmente despegó con 21 minutos de demora, a las 00:20 horas del miércoles, 9 de marzo. Aterrizaron en Santiago de Chile, la capital, a las 9:49 horas de la mañana del mismo miércoles, tras 13 horas y 29 minutos de trayecto. Según los datos de la Organización de Aviación Civil Internacional que ha podido contrastar Metrópoli, este viaje consume 456,7 kilos de dióxido de carbono por trayecto y pasajero en clase Económica.

Ada Colau, Gerardo Pisarello y Candela López en el Aeropuerto del Prat / INSTAGRAM

Teniendo en cuenta que Colau y sus acompañantes viajaron antes desde Barcelona e hicieron escala en Madrid para tomar el segundo vuelo en Barajas, hay que sumar el impacto de este trayecto. En este caso, cada pasajero genera 61,4 kilos de dióxido de carbono. Así que de momento, la alcaldesa ha generado 518,1 kilos de dióxido de carbono.

Pero esto no es todo, ya que Colau, Pisarello y López permanecerán en Sudamérica hasta el 15 de marzo. En su estancia viajarán también a Argentina. Un vuelo entre Santiago de Chile y Buenos Aires, también en clase Económica, genera 100,2 kilos de dióxido de carbono. Y ya llevamos 618,3 kilos.

LA HUELLA ECOLÓGICA DE COLAU: MÁS DE 3.000 KILOS DE CO2

Desde ahí, los tres viajeros de los comunes regresarán a casa. Pongamos que vuelven a hacer escala en Madrid. Entre las capitales argentina y española, un vuelo genera 433,4 kilos de dióxido de carbono por pasajero y trayecto según la Organización de Aviación Civil Internacional. De Barajas a Barcelona, como en la ida, Colau, Pisarello y López generarán de nuevo 61,4 kilos de dióxido de carbono. Todo esto suma finalmente 1.113,1 kilos de dióxido de carbono por pasajero. Como son tres, al multiplicarlo obtenemos el resultado definitivo: el viaje de Colau a Chile y Argentina generará un total 3.339,3 kilos de dióxido de carbono.

De media, los científicos calculan que un árbol almacena aproximadamente 167 kilos de dióxido de carbono cada año para realizar la fotosíntesis. Así, un solo árbol necesitaría 20 años para limpiar la contaminación generada por Colau, Pisarello y López en este viaje.

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