Las cloacas de los comunes: dos webs sospechosas al servicio de Colau / FOTOMONTAJE METRÓPOLI

Las cloacas de los comunes: dos webs sospechosas al servicio de Colau / FOTOMONTAJE METRÓPOLI

El pulso de la ciudad

Las cloacas de los comunes: dos webs sospechosas al servicio de Colau

La alcaldesa usa informaciones ‘objetivas’ para atacar a sus ‘enemigos’, pero que son fabricadas ‘ad hoc’ por medios afines ideológicamente

21 marzo, 2022 00:00

La información es una de las principales armas políticas que existen en la sociedad actual. Quien domine la información y los canales por los que circula y pueda diseñar un circuito informativo al servicio de sus intereses, multiplica su efectividad. Ése es un concepto que tienen muy asumido, estudiado e incluso ejecutado los comunes, que han sabido tejer una amplia red de comunicación que sirve de altavoz para sus logros y que, al mismo tiempo, utilizan para realizar labores de desinformación y de desgaste o incluso anulación del enemigo.

La alcaldesa Ada Colau ha echado mano en varias ocasiones durante los últimos meses de esas cloacas informativas que el sector de los comunes pone a su disposición. Son cloacas al servicio exclusivo del sector de los comunes, compartidas con Podemos y destinadas a crear noticias o rumores, en ocasiones infundados, para airearlos y utilizarlos masivamente, con lo que se crea una realidad aparente, dándole a la información emitida una pátina de verosimilitud destinada a desacreditar cualquier información negativa para el partido o los dirigentes morados.

VARIOS PORTALES

En esa red de intereses mediáticos figuran varios portales digitales que operan como punta de lanza y cuyas informaciones y consignas son luego repetidas y aludidas no sólo por los dirigentes de las formaciones moradas, sino por otros medios afines de menor calado. Entre los principales canales de distribución de la desinformación podemita figuran La Última Hora, Spanish Revolution o La Futura Channel.

Uno de los medios más conocidos de desinformación al servicio podemita fue la creación del portal La Última Hora, en mayo de 2020, dirigido por Dina Bousselham, la protagonista de la escabrosa historia de la tarjeta de memoria filtrada con fotografías privadas y mensajes sensibles de Pablo Iglesias. El diario dirigido por la polémica activista levantó polémica por el componente desinformativo que publicaba, en ocasiones retorciendo la realidad hasta el punto de hacerla irreconocible. Su propio nombre provocó que el diario mallorquín Última Hora le interpusiese una demanda por usurpación de marca. La Oficina Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) falló a favor del diario isleño y acusó a los promotores de su rival de “mala fe”.

Dina Bousselham, directora de 'La Última Hora' / ARCHIVO

Dina Bousselham, directora de 'La Última Hora' / ARCHIVO

UNA CORTINA DE HUMO

En este caso, La Última Hora era un órgano podemita sin disfraces, con los servilismos que conllevaba seguir las directrices de un partido y nutrirse, además, casi exclusivamente de artículos de dirigentes de Podemos. En otras ocasiones, no obstante, el control no está tan claro y tanto comunes como podemitas tratan de disimular sus lazos. De esa manera, las cloacas se crean mediante una intrincada red de páginas web que lanzan presuntos "informes" a los que "inocentemente" se les da credibilidad desde las esferas del poder. Las pistas sobre el registro de las páginas web quedan siempre en el más absoluto anonimato. Normalmente, se alojan esas páginas en los servidores de las grandes compañías dedicadas al registro de dominios, obstaculizando la posibilidad de que se pueda saber quién las ha creado realmente.

Colau ha utilizado esos canales principalmente para, por un lado, eludir responsabilidades en las acusaciones que ha recibido la alcaldesa (según el código ético de BeC, al ser imputada por un juez debería haber dimitido de su cargo de alcaldesa) y, en segundo lugar, para atacar a sus rivales o enemigos. La prueba de ello son los ataques recibidos por medios de comunicación determinados, como Metrópoli o Crónica Global. Muchos medios publicaron informaciones similares a las de estos dos diarios, pero Colau tan sólo apuntó contra ellos en sus comparecencias públicas.

LAS FALSEDADES DE COLAU

Por otro lado, informaciones canalizadas por sospechosos medios digitales han sido utilizadas por Colau para atacar gratuitamente tanto a estos concretos medios de comunicación como a empresas como Agbar, de la que vino a decir que había financiado la última querella que la ha sentado ante un juez: no hay que olvidar que la alcaldesa de Barcelona tuvo que declarar el pasado 4 de marzo en el juzgado de instrucción número 21 de Barcelona, acusada de los presuntos delitos de prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, negociaciones prohibidas y tráfico de influencias.

Nada más conocerse la interposición de la querella, casi a finales de enero, Colau comenzó su ataque: para empezar, se mostró sorprendida de la misma, cuando ella ya conocía su existencia, pero la había mantenido en secreto. Fue al trascender a la prensa cuando comenzó a tejer una campaña de desinformación contra la misma. A continuación, intentó desvirtuarla afirmando que era la copia de otra querella que había sido archivada el verano pasado por Fiscalía. En esa afirmación, había una parte de verdad: la Fiscalía había archivado una querella, pero la nueva no era una copia de la otra, sino una querella diferente. Otra cosa es que los hechos denunciados fuesen prácticamente similares. Colau también dijo que la querella estaba basada sólo en algunas informaciones publicadas por determinados medios que, además, eran falsas. Y ahí la alcaldesa mentía descaradamente, ya que la querella se basa exclusivamente en documentos oficiales, ya sea de los expedientes como de las actas de sesiones del consistorio o la gaceta municipal.

UNA RED DE MEDIOS

Para sustentar sus afirmaciones, Colau echó mano de un truco: dio verosimilitud a informaciones distribuidas -a través de los canales de los comunes- por el portal Spanish Revolution, que se hizo eco de la vinculación de Agbar con la asociación denunciante en uno de sus informes. Spanish Revolution, además de ser un portal, es también una empresa mercantil con sede en un pequeño pueblo de Ourense, Paderne de Allariz. Tras esta empresa se encuentra Javier Fernández Ferrero, vinculado al diario Público, de indudable cercanía a Podemos. Además de gestionar las redes de este último diario figura como gestor de Spanish Revolution y director de dos medios más: Nueva Revolución y Contrainformación, cuyos nombres son lo suficientemente explícitos.

Logos de los medios de Javier Fernández Ferrero 

Logos de los medios de Javier Fernández Ferrero 

También utilizaron los comunes otro portal similar, La Futura Channel, a través del que durante las semanas posteriores a la presentación de la querella se difundieron presuntos informes atacando a Agbar y en consonancia con las manifestaciones públicas de Colau, que apelaba siempre a informaciones publicadas. “No todos los políticos son iguales: hay quienes plantan batalla a las multinacionales que quieren especular, no se dejan amedrentar por campañas de desinformación ni se dejan comprar. Es por ello que Agbar utiliza el lawfare e interpone denuncias falsas a cargos públicos y ayuntamientos valientes que cuestionan su negocio y defienden al ciudadano de a pie”, decía un texto profusamente distribuido por los comunes con el link a uno de los informes de ese portal.

LAS COINCIDENCIAS AL DETALLE

También fue ese mismo diario el que publicitó con entusiasmo “el imprescindible análisis del experto en redes Julián Macías sobre los bulos, especialmente los que atacan a Ada Colau desde webs de fakenews como Metrópoli”.

Julián Macías, un supuesto analista experto en redes sobre los bulos / TWITTER

Julián Macías, un supuesto "analista experto en redes sobre los bulos" / TWITTER

En los registros oficiales de sus respectivos dominios se oculta el propietario final de Spanish Revolution y de La Futuna Channel. Es más: uno de los dominios del primero, el de spanishrevolution.org, está alojado en Francia, en un servidor de la firma OVH SAS. En cambio, spanishrevolution.net está en San Francisco (Estados Unidos), alojado en la sede de la empresa registradora Automattic Inc. Pero, casualmente, lafuturachannel.net también está alojado en un servidor francés propiedad de OVH SAS, aunque en ese caso derivó la responsabilidad a OVH Hispano para ubicar el portal en una dirección madrileña.

Se da la casualidad de que la web de Barcelona en Comú también está en el servidor francés de OVH SAS y que comparte dirección y contacto técnico con Spanish Revolution, en la calle Princesa de Madrid. Las cloacas, en este caso, llevan directamente al propietario de la información sucia que discurre por ellas.