La discoteca del Hotel W, un "escaparate" de la prostitución de lujo en Barcelona
Eclipse se ubica en la planta superior del complejo y acuden escorts "en busca de clientes adinerados", sobre todo turistas
4 febrero, 2023 00:00Noticias relacionadas
La discoteca Eclipse del Hotel W, acusada de ser un "escaparate" de la prostitución de lujo en Barcelona. Así la definen fuentes cercanas al complejo a Metrópoli, que aseguran que el también conocido como Hotel Vela es un lugar frecuentado por escorts. Estas acuden por cuenta propia a la sala de fiesta en busca de clientes, sobre todo turistas.
La discoteca del W se ubica en la planta superior, la 26, con vistas 360 grados de la ciudad. Es de acceso libre –se puede entrar aunque no estés hospedado en el hotel–, por lo que "se convierte en un foco para buscar clientes adinerados". Lo confirman extrabajadores de la empresa a este medio, que diferencian la actividad que se desarrolla en Eclipse de la del resto del hotel.
"Muchos de los clientes de lujo que están alojados contratan estos servicios de lujo por su cuenta", explican las mismas fuentes. "Las chicas van directamente a su habitación y normalmente optan por mantener la máxima discreción posible", señalan. "Esto ocurre en todos los hoteles de lujo: hay prostitución en el Majestic, en el Mandarin, en el Hotel Arts... y en cualquier lugar donde se mueva dinero. Pero esto ha pasado siempre", añaden. En Eclipse, en cambio, "acuden muchas escorts que vienen sin servicios contratados porque saben que hay mucho público accesible allí, desde huéspedes hasta turistas adinerados que escogen el espacio como discoteca o bar de copas para empezar la noche", relatan. No obstante, son clientes totalmente distintos. "En estas situaciones se plasma la degradación del W de la que tanta gente habla", consideran varios empresarios.
DEVALUACIÓN DEL HOTEL W
Ello ha repercutido en la fama del Hotel Vela, diseñado por el arquitecto ya fallecido Ricardo Bofill. Fuentes del sector aseguran que el hotel ha sufrido un "deterioro" de su clientela en los últimos años. Es algo que ha ocurrido sobre todo a raíz de la pandemia: "el lujoso complejo deja mucho que desear entre las altas esferas barcelonesas", aseguran empresarios del sector. Incluso la mala reputación se hizo notar durante la última reunión anual del Círculo de Economía, celebrada en el hotel W desde 2021. Algunos asistentes comentaron lo que se ha convertido en un secreto a voces en la ciudad.
ATRACCIÓN TURÍSTICA
Trabajadores del ocio nocturno en Barcelona consideran que el Hotel W es un foco de prostitución porque es una "atracción turística". "Esta actividad siempre va a estar atada al turismo, de una forma u otra", cuentan. Ocurre lo mismo en las discotecas, donde la prostitución encubierta se dispara en verano por la mayor presencia de turistas. No obstante, según relan desde la patronal de ocio nocturno Fecalon a este digital, tras la pandemia, la actividad tiende a "infiltrarse más" en los hoteles que en los locales de ocio nocturno: "ha habido un cambio de tendencia", aseguran.
En esta línea, Eclipse acumula muchas críticas de clientes que aseguran que es un "foco de escorts". Fuentes cercanas a la empresa niegan que la presencia de chicas de compañía en el club del hotel sea algo recurrente y aseguran que es una actividad "totalmente ajena" a la dirección. No obstante, clientes habituales del hotel afirman a Metrópoli que Eclipse es "el claro ejemplo de discoteca a la que acuden prostitutas en busca de clientes con dinero". "Lo que ven los clientes no es ni la mitad de lo que en realidad ocurre", confiesan extrabajadores del complejo. Contactados por este medio, desde el W Barcelona han asegurado que "no tienen nada que comentar al respecto".
CERRADO POR REFORMAS
Actualmente la discoteca del W se encuentra cerrada por reformas. "Volveremos pronto para ofrecer una experiencia nueva y única a huéspedes y a todos aquellos que han hecho de Eclipse uno de los lugares de visita obligada en Barcelona", escriben en su página web. Según la discoteca, la reforma finalizará en los primeros meses de 2023. Mientras tanto, en el W siguen ofreciendo una experiencia gastronómica para clientes no hospedados en el W Lounge, aunque con un un concepto distinto y un horario no tan extenso como en la zona de ocio de la planta superior –cierran a las 1:00 horas mientras Eclipse lo hace a las 4:00 horas–.
MÚLTIPLES QUEJAS
Por otro lado, Eclipse cuenta una gran cantidad de quejas de usuarios por contar con público "poco elegante": algunos usuarios definen el entorno como "chancletero y cutre" y aseguran que vivieron una experiencia "decepcionante" en el espacio. "El ambiente deja mucho que desear cuando el Hotel W vende un servicio de lujo", reclaman varios exclientes en reseñas de Google o TripAdvisor.
Además, también hay voces que critican la atención que recibieron, sobre todo por parte de los vigilantes de seguridad. "Los porteros nos hablaban y nos trataban como si fuésemos prostitutas. Ya lo dieron por hecho al ver un grupo de chicas arregladas", explica a Metrópoli Saray –nombre ficticio–, una chica que acudía a Eclipse como "chica de imagen" antes de la pandemia.
"CHICAS DE IMAGEN
Las chicas de imagen son una figura que mucha gente desconoce pero que es cada vez más popular en la noche barcelonesa. En otras ciudades como Madrid es una práctica consolidada y se considera un empleo en los clubs más importantes. En Barcelona, según ha consultado este medio con los empleados, algunas están contratadas y tienen un sueldo fijo y otras acuden a cambio de una invitación en el club: una botella para consumir en el reservado o una cena, por ejemplo.
Su función, según relatan desde las discotecas, es "aportar buena imagen al establecimiento". Muchos de ellos afirman que "no les exigen ninguna conducta en concreto", mientras que otras voces cuentan que desemplean funciones de hostess –recibimiento y acompañamiento de clientes a las mesas– o se les pide que contribuyan "a que los usuarios aumenten el consumo". Al tratarse de una discoteca, a pesar de encontrarse en un hotel, Eclipse siempre ha contado con promotores que "buscan chicas para atraer a más clientes en el W".
PROPIEDAD DE UN FONDO CATARÍ
El W es propiedad del fondo catarí Diar desde 2013, que lo compraron por 200 millones de euros. La transacción se enmarcó en las necesidades de liquidez de los socios del hotel: las constructoras FCC, Comsa y OHL, esta última presidida por el empresario Juan Miguel Villar Mir, y el grupo Godia, controlada por Liliana Godia y su marido, Manuel Torreblanca. Cada uno de ellos era propietario de un 25%.