Publicada

La montaña de Montjuïc, uno de los puntos neurálgicos de la cultura de Barcelona, se enfrenta a un deterioro palpable que preocupa a las instituciones que operan en la zona. A raíz de la compra del Hotel Miramar el pasado enero, sus nuevos propietarios, junto con otras entidades como la Fundació Joan Miró, el Anell Olímpic, el MNAC y el restaurante Martínez, quieren impulsar un frente común para abordar los problemas de inseguridad, accesibilidad y falta de mantenimiento que afectan al entorno.

La situación es compleja. A diferencia de otros puntos críticos de la ciudad, como puede ser el Raval, en Montjuïc los problemas no están tan visibilizados, pero persisten. La inseguridad, especialmente en la zona que va desde el Paral·lel hasta la ladera de la montaña, se ha convertido en un problema crónico.

Más presencia policial

La comisaría de la zona, según apuntan fuentes de las instituciones, "no da abasto". Un único coche patrulla cubre un área que, por su extensión y afluencia, "necesitaría al menos tres" para garantizar una vigilancia efectiva. Este déficit ha derivado en incidentes que preocupan a los gestores de los equipamientos culturales y restauradores. La agresión reciente a un turista frente al Hotel Miramar ilustra el impacto directo de esta inseguridad en la imagen de la ciudad.

Además, la presencia de personas sin hogar que viven en tiendas de campaña en áreas de la montaña genera situaciones que, si bien son reflejo de una problemática social compleja, añaden dificultades a la gestión del espacio. "Pedimos más presencia policial para que la montaña sea un lugar seguro y agradable para todos", explican las fuentes, que lamentan el contraste entre las inversiones privadas que buscan revitalizar la zona y el abandono que perciben en la gestión pública del entorno.

Mejoras en transporte y mantenimiento, otras prioridades

Las instituciones de Montjuïc también reclaman una mejora en la accesibilidad y el transporte público. Un ejemplo que denuncian es el horario del funicular, que cierra antes que el metro, dificultando la movilidad de quienes visitan la montaña en horario nocturno, ya sea para cenar en el restaurante Martínez, disfrutar de una visita cultural o asistir a un evento en el Anell Olímpic. "No tiene sentido que el funicular cierre antes que el metro si se supone que forman parte del mismo sistema integrado", señalan.

Vista de Barcelona desde Montjuïc ARCHIVO

A esta situación se suma el impacto del traslado temporal del FC Barcelona al Estadi Lluís Companys, que ha provocado un aumento del tráfico en la zona sin una mejora proporcional en el transporte público. La falta de aparcamiento y el colapso de accesos son problemas añadidos que, según los representantes de las instituciones, requieren una intervención urgente.

Finalmente, la falta de mantenimiento de los jardines y espacios verdes de Montjuïc es otro punto crítico. “Es evidente que hay dejadez en el cuidado de la montaña. Los jardines, que deberían ser uno de los mayores atractivos, están descuidados, y la falta de limpieza se nota”, expresan desde el frente común.

Frente común para revitalizar el espacio y atraer más inversión

La idea de crear un frente común no es nueva. Hace años, la patronal Foment del Treball impulsó una iniciativa similar que buscaba coordinar esfuerzos entre las distintas instituciones de Montjuïc para mejorar la seguridad, el acceso y el mantenimiento de los espacios.

Sin embargo, ese proyecto perdió impulso, y ahora el Hotel Miramar, como primera gran inversión privada en la montaña en más de 15 años, ha decidido retomar la idea y reactivar esta unión de instituciones.

El centenario de la Exposición Internacional de 1929 ha sido el catalizador para que las entidades se alineen y pongan sobre la mesa sus demandas al Ayuntamiento. “Tenemos una oportunidad única para que Montjuïc vuelva a ser un foco de atracción y un hub cultural y turístico activo. Pero, sin inversión en seguridad, transporte y mantenimiento, la montaña se quedará atrás”, advierten.

Sin una inversión sostenida en el mantenimiento del entorno, aseguran, será difícil atraer nuevas inversiones y aprovechar el potencial de este espacio emblemático de la ciudad.

Presentación de la propuesta al Ayuntamiento

El objetivo de este grupo de instituciones es formalizar sus demandas y presentarlas al Ayuntamiento de Barcelona. "Compartimos los mismos problemas y creemos que la solución pasa por un esfuerzo conjunto", resumen.

Desde el Hotel Miramar, la Fundació Joan Miró, el MNAC y otros actores de Montjuïc esperan que esta iniciativa sirva como punto de partida para reactivar el interés y la inversión en la montaña, y devolver a Montjuïc el esplendor y la vitalidad que merece en el centenario de uno de los eventos más importantes de su historia.