Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, oficiando la misa solemne en la festividad de la Mercè en una edición anterior

Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, oficiando la misa solemne en la festividad de la Mercè en una edición anterior EFE

El pulso de la ciudad

Barcelona vuelve a dejar fuera del programa oficial la misa de la Mercè

El Ayuntamiento considera que la liturgia no debe formar parte de los actos institucionales por respeto al carácter laico de las instituciones

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Barcelona vuelve a excluir la misa de la Mercè del programa oficial de su fiesta patronal. El gobierno municipal mantiene la decisión que ya tomó Ada Colau en 2015, y que solo se rompió en 2023 por un “error técnico”.

El Ayuntamiento considera que la liturgia no debe formar parte de los actos institucionales por respeto al carácter laico de las instituciones.

El cartel, en el centro de la polémica

El Arzobispado de Barcelona ha protestado públicamente por el cartel de este año. Acusa a la obra de usar simbología religiosa de forma irreverente y de “ridiculizar a la Virgen”.

Cartel de la Mercè 2025

Cartel de la Mercè 2025 Ayuntamiento de Barcelona

En un comunicado, la Iglesia pide que se respete el sentimiento de quienes veneran a la patrona y reclama que la misa vuelva al programa oficial. Recuerda además que la fiesta tiene un origen religioso claro, vinculado a la Orden de la Mercè desde el siglo XIII.

La defensa del Ayuntamiento

El cartel, obra del escenógrafo Lluís Danés, representa un retablo barroco reinterpretado con personajes teatrales y elementos de la cultura popular. Fue presentado la semana pasada por el alcalde Jaume Collboni junto a la pregonera Emma Vilarasau.

El Consistorio asegura que no contiene símbolos religiosos ni mensajes excluyentes. “Es un homenaje a las artes escénicas y a la tradición teatral de la ciudad”, argumentan desde el gobierno municipal.

Una tensión que viene de lejos

La polémica con el cartel ha reactivado las fricciones entre el Ayuntamiento y el Arzobispado. En 2023, la misa apareció en el programa oficial, pero fue retirada poco después. El consistorio lo atribuyó a un error técnico, lo que generó nuevas tensiones.

Durante el mandato de Colau, la misa de la Mercè nunca figuró en el programa. La entonces alcaldesa tampoco acudía al acto religioso como muestra del carácter aconfesional del gobierno local.