Control de la Guardia Urbana en Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
Barcelona, bajo el radar: cómo la policía detecta coches robados con matrículas francesas 'WW'
Bandas organizadas roban vehículos de media y alta gama, falsifican matrículas y los sacan del país; la policía local revisa el número de bastidor para interceptarlos
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Alerta entre la policía barcelonesa por una tendencia delictiva que parece ganar terreno en los últimos meses: coches robados que circulan con matrículas francesas provisionales, conocidas por su prefijo “WW”.
Tal y como ha podido saber Metrópoli, en los últimos meses, policías locales de diferentes municipios y Mossos d’Esquadra han intensificado los controles de vehículos de media y alta gama tras detectar este patrón preocupante.
Controles de tráfico de la Guardia Urbana de Barcelona
Los vehículos, una vez cambiada la matrícula tras su robo, circulan legalmente por toda Europa, lo que complica su detección para la policía. Su destino final, eso sí, suele ser el norte de África, donde se vuelven a vender.
Difícil trabajo policial
Según las fuentes consultadas por este medio, el procedimiento no se limita a comprobar la matrícula visible. Los agentes contrastan el número de bastidor del vehículo, un identificador único que no puede falsificarse, con los registros oficiales.
Cuando el bastidor no coincide con la matrícula 'WW' que porta, el coche es retenido y se abre una investigación por presunto robo.
Bandas organizadas
Este método ha permitido detectar a bandas organizadas que se dedican a sustraer vehículos de media y alta gama en España, asignarles una matrícula provisional francesa --fácil de conseguir con pocos requisitos administrativos-- y transportarlos, en la mayoría de los casos, hasta Argelia.
Los expertos policiales advierten que estas operaciones forman parte de un negocio internacional de coches robados, que involucra logística, documentación falsa y rutas clandestinas de exportación.
Zonas de lujo
En Barcelona, la estrategia policial se ha centrado especialmente en zonas donde suelen estacionar vehículos de lujo, como Sarrià, Pedralbes o el Eixample, y en controles rutinarios de tráfico que permiten identificar discrepancias entre bastidor y matrícula.
Los agentes aseguran que la colaboración con autoridades francesas es clave para frenar estas prácticas.
Barcelona, un objetivo
“Muchas veces la matrícula WW da sensación de legalidad, pero lo importante es el bastidor. Si no coincide, el coche es robado”, explica una fuente policial.
El fenómeno recuerda que, pese a la apariencia de normalidad en calles concurridas, Barcelona sigue siendo un objetivo para redes criminales especializadas en el robo y exportación de coches de lujo, y que la labor de inspección detallada es fundamental para frenar estas operaciones antes de que crucen la frontera.