Fachada del Palau de la Generalitat / PABLO MIRANZO

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El pulso de la ciudad

La Generalitat no ve delito de odio en la obra que ironizó con el catalán en un acto del Ayuntamiento de Barcelona

Los servicios jurídicos concluyen que las manifestaciones supuestamente catalanófobas responden a la libertad de expresión y de creación artística

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El sketch de la compañía Teatro Sin Fronteras que ironizó con el catalán y su uso en la sanidad pública el pasado julio durante la presentación del Informe de Discriminación de Barcelona no es un delito de odio.

El consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, ha explicado este martes que los servicios jurídicos de la Generalitat han concluido que la obra de teatro se enmarca en la "libertad de expresión y de creación artística".

Las administraciones rechazan la obra

La teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Maria Eugènia Gay, reconoció que no supervisó la presentación y aseguró que el consistorio, que organizaba el acto,"no comulga en absoluto con las manifestaciones que se hicieron".

María Eugènia Gay durante la entrevista con 'Metrópoli' / LUIS MIGUEL AÑÓN

María Eugènia Gay durante la entrevista con 'Metrópoli' / LUIS MIGUEL AÑÓN

Asimismo, Vila ha reiterado que el ejecutivo de Salvador Illa opina que el sketch “distorsiona gravemente la realidad lingüística de Cataluña” y "fomenta la animadversión contra la lengua catalana", ya que intenta promover estereotipos que perjudican la cohesión social.

Vila lo ha explicado ahora a raíz de una pregunta por escrito de la CUP, que recoge el Tot Barcelona, y a través de la cual reclamó al Gobierno explorar la vía penal y valorar si el contenido de la obra podría incurrir en un delito de odio y discriminación lingüística.

El gag catalanófobo

El sketch de la compañía Teatro Sin Fronteras representó el pasado 11 de julio varias escenas muy criticadas por un sector de la opinión pública por sus toques supuestamente catalanófobos.

Una de ellas, era el de una mujer latinoamericana que acababa de llegar a Cataluña y le preguntaba a su médico por un informe escrito en catalán y que no entendía. Al momento, la doctora le respondía “¡Habla catalán!”, con un tono agresivo.