Vigilante de Seguridad de Wakeful
Un 'retraso administrativo', el flotador que mantiene con vida al polémico grupo Wakeful en Barcelona
A pesar de que el consistorio ya ha decretado su inscripción en el Registre d'Empreses Licitadores i Classificades (RELIC)
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La administración tiene sus ritmos y, a veces, la lentitud de los mismos origina situaciones contradictorias, como el hecho de dictar el veto a una empresa del sector público y que, paradójicamente, siga pudiendo optar a concursos.
Eso está ocurriendo en el mercado contratista de Barcelona y el polémico grupo Wakeful. Sus tres empresas están o en quiebra o vetadas de la capital catalana por orden municipal. No obstante, siguen pudiendo presentarse e incluso optar a concursos.
¿Por qué sucede esta situación? El sindicato ADN Sindical, Seguridad y Servicios de Catalunya, advierte que, aunque el mismo ayuntamiento de la capital catalana decretó que se inscribiera al grupo en el Registre d'Empreses Licitadores i Classificades (RELIC), dicha inscripción se está demorando.
Se trata de un registro en el que las administraciones públicas pueden inscribir a empresas y, de facto, se las veta de la contratación pública de su ámbito. Dicho de otra forma, si el Ayuntamiento de Barcelona coloca una empresa en el RELIC esta queda fuera de la contratación pública de toda la urbe.
Mercado entreabierto
A pesar de que el decreto ya se ha llevado a cabo tanto con Wakeful Seguretat, la empresa de Seguridad del grupo y con Stride Services, la compañía encargada del control de accesos y servicios auxiliares 'heredera' de Wakeful Services --ahora en concurso de acreedores-- su aparición en el registro está llevando más tiempo del deseable.
Ello permite que las dos empresas vetadas todavía puedan concurrir a licitaciones públicas y deja, en última instancia, encima de la mesa de contratación la decisión de adquirir los servicios de las mercantiles.
Un veto en cada vez más municipios
Hasta el momento, lo cierto es que el mismo consistorio está excluyendo por goteo de gran parte de los contratos al grupo afincado en Mataró y capitaneado por Alberto Torrejón. No solo Barcelona, otros municipios, como L'Hospitalet, Gavà y Montgat o Premià, entre otros, ya han comenzado a tomar medidas.
Personal de seguridad de Wakeful
Empero, todavía hay algunos contratos que recientemente se han llevado. El último de ellos es el destinado al servicio de vigilantes de seguridad sin arma en el Mercat de la Llibertat, una contrata por valor de casi 179.000 euros con IVA y que les da el servicio hasta 2027.
Un legado plagado de sombras
La empresa, una contratista habitual en las adjudicaciones públicas de ayuntamientos catalanes, acumula un legado cuanto menos cuestionable. Trabajadores relatan jornadas maratonianas, mientras que varios consistorios también se han visto arrastrados por los desmanes de la compañía.
Un controlador auxiliar de Wakeful
Entre ellos, se encuentran innumerables descubiertos, trabajadores encargados de la seguridad con cuentas pendientes con la Justicia por su presunta implicación en delitos violentos.