Enrique Lacalle, Isabel Díaz Ayuso y Antonio Delgado, en el Círculo Ecuestre / MA

Enrique Lacalle, Isabel Díaz Ayuso y Antonio Delgado, en el Círculo Ecuestre / MA

El pulso de la ciudad

Enrique Lacalle: “Necesitamos una Díaz Ayuso en Barcelona”

El Círculo Ecuestre se entrega a la presidenta madrileña, aunque con la convicción también de que su discurso es “electoralista” para tapar fugas a Vox

28 febrero, 2023 00:00

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Existe la envidia, una envidia sana, en el mundo económico catalán. Con matices. Pero las recetas que llegan desde Madrid gustan y mucho. Por ello, el clamor es unánime y lo pronunció este lunes Enrique Lacalle en el Círculo Ecuestre, en calidad de vicepresidente de la entidad empresarial: “Necesitamos una Díaz Ayuso en Barcelona”.

Lacalle la presentó como una presidenta que ha sabido generar riqueza en Madrid, y aseguró que la comunidad madrileña va “como una moto, y aquí –en Barcelona—no tanto”. Y el clamor subió de tono: “No tanto, no, ¡mucho menos que en Madrid!”, aseguraban en voz alta muchos de los asistentes, que querían escuchar en el Ecuestre a Díaz Ayuso.

En la mesa presidencial coincidieron con Díaz Ayuso el propio Lacallle, el presidente de la institución empresarial, Antonio Delgado, junto con Ignacio Marull (PwC), Javier Godó, Miguel Ángel Rodríguez –asesor de la presidenta madrileña—Sergi Loughney, Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, Joaquín Gay de Montellà y Daniel Sirera, el alcaldable del PP por Barcelona. El resto de la sala estaba repleta con más mesas, y se habilitó otra sala más, en otro piso del Círculo. En total, 220 personas inscritas, socios de la institución, que quería conocer el “secreto” de la líder del PP madrileño, en calidad de presidenta, también, del PP de Madrid.

Antonio Delgado, Díaz Ayuso, Albert Boadella y Enrique Lacalle, en el Ecuestre / MA

Antonio Delgado, Díaz Ayuso, Albert Boadella y Enrique Lacalle, en el Ecuestre / MA

Y los mensajes gustaron. Díaz Ayuso defendió su ley de Mercado Abierto, por la que un negocio que ya tenga una autorización para operar en una comunidad no tiene por qué pedir una nueva en Madrid. También reivindicó el hecho de que la Comunidad de Madrid haya renunciado a tener impuestos propios. Ninguno, por los 15 propios de Cataluña. Con esos mimbres, se presentó como la adalid de la libertad económica, reivindicando la capacidad para atraer talento e inversiones: en 2021, tres de cada cuatro euros que llegaron desde fuera de España se invirtieron en Madrid,

Pero el discurso político de Ayuso es duro. Golpea el estómago de los adversarios políticos. Sin medias tintas. Y, aprovechando el viento favorable en el Ecuestre, la presidenta de la Comunidad de Madrid arremetió contra el “populismo” de Ada Colau, por no saludar al rey, y contra el independentismo, “por no respetar la ley”. Según Díaz Ayuso, “Madrid no pierde el tiempo y la energía en diferencias, ni en perseguir ensoñaciones ni en problemas que no existen. En lugar de levantar muros, perseguimos derribarlos”, aseguró.

AYUSO O NÚÑEZ FEIJÓO

El dardo, sin embargo, llegaría poco después, consciente Díaz Ayuso, --especialmente Miguel Ángel Rodríguez, que cuida los papeles que lleva siempre escritos la presidenta- que ese mensaje cala entre el empresariado catalán: “A Madrid llegan cada vez más personas de Catalunya, País Vasco, y especialmente del continente americano”, aseguró, mostrando, seguidamente, que le daba pena el “éxodo” de empresas y de estudiantes catalanes hacia la capital de España.

Eso duele en Barcelona. Se jalea la “libertad” de Díaz Ayuso, pero golpea el amor propio. Por ello, algunas voces consultadas por Metrópoli señalaron que la presidenta de Madrid se había excedido, con un mensaje “catastrofista” sobre lo catalán y la capital catalana, como si la situación fuera similar a la que se vivió en 2017.

Ofrecer la mano, pero tras una contundente crítica. Esa fue su estrategia, con el objetivo de que Catalunya y Madrid puedan trabajar juntas para crecer. “El único enemigo temible de Catalunya es, precisamente, el proceso separatista”, remachó.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso / EFE

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso / EFE

Lacalle había presentado a la presidenta madrileña, con esa idea de que sería necesario que hubiera un candidato o candidata similar en Barcelona. Hace unos meses, sin embargo, ofreció su apoyo al socialista Jaume Collboni, en un acto también en el Ecuestre, con un “Ánimo Jaume”. El hecho, en todo caso, es que en el Ecuestre los candidatos del PP son bien recibidos, pero con diferencias significativas. Los aplausos y la complicidad con Alberto Nuñez Feijóo no fueron tan claros como con Díaz Ayuso, que despierta una enorme simpatía.

El discurso duro de Ayuso fue interpretado por algunos de los presentes: “Está claro que es un discurso electoral, y tal vez para parar las fugas hacia Vox, o para atraer a los que tengan esa tentación”. ¿Voto oculto hacia Vox de socios o empresarios de la órbita del Ecuestre? Si los hay, Ayuso buscó recuperarlos para la causa del PP.

Precisamente Lacalle, leyendo las preguntas que llegaban de los asistentes, entró en esa cuestión, en la explicación sobre el poco apoyo al PP en Barcelona y Catalunya. Bajo la atenta mirada de Sirera, el alcaldable por Barcelona –no asistió, en cambio, el presidente del PP de Catalunya, Alejandro Fernández—Ayuso ofreció sus recetas: “Durante muchos años el nacionalismo ha sido el peor enemigo del PP porque no se entendía como su verdadero freno”, un papel que sí se ejerció, a su juicio, en el País Vasco o en algunos momentos en Catalunya.

Enrique Lacalle, en el acto con Díaz Ayuso en el Ecuestre / MA

Enrique Lacalle, en el acto con Díaz Ayuso en el Ecuestre / MA

Tras la presentación del actor y director teatral, Albert Boadella, que pronunció un ‘Viva España’ que fue aplaudido, Díaz Ayuso fue al grano, ‘gustándose’ y ‘gustando’ al auditorio: “Con el PP fuerte en Barcelona y Catalunya, no tendríais 15 impuestos propios y no estaríais viendo cómo alejan una de las regiones más pujantes y vanguardistas de España del sentido común”. Todos ‘touché’.