Interior del mercado de la Estrella, en Gràcia / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

Interior del mercado de la Estrella, en Gràcia / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

El pulso de la ciudad

Nuevo revés para los vecinos del Baix Guinardó: el mercado de la Estrella vuelve a los jardines

El Ayuntamiento de Barcelona se replantea la instalación del mercado tras paralizar el proyecto por las protestas vecinales

15 diciembre, 2022 11:51

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Después de varias semanas de reivindicación vecinal, el Ayuntamiento de Barcelona paralizó el proyecto de instalación del mercado de la Estrella en los jardines del Baix Guinardó. Los vecinos lo vivieron como una victoria, ya que la construcción de la carpa conllevaba la desaparición de gran parte del espacio verde y de ocio del parque. Sin embargo, el grupo municipal de Colau ha decidido volver a replantearse la instalación del mercado en los jardines, aunque según ellos "el nuevo emplazamiento propuesto es distinto al que originó las protestas vecinales".

El teniente de alcalde Jordi Martí, de Barcelona En Comú, reconoció el pasado miércoles en la comisión de Economía que el proyecto de la construcción de la nueva carpa del mercado de la Estrella en los jardines del Baix Guinardó vuelve a estar sobre la mesa. Los comunes ven el parque como una buena opción, pero reconocen que fue un "error" la primera ubicación que propusieron y la que causó un gran revuelo entre los vecinos del barrio.

POSIBLES DISCREPANCIAS ENTRE SOCIOS DE GOBIERNO

En la comisión también se encontraba la concejal de Mercados, la socialista Montserrat Ballarín. Durante la intervención de Martí se mantuvo en silencio y no se pronunció al respecto, lo que hizo sospechar a los grupos de la oposición sobre posibles desavenencias entre los dos socios de gobierno respecto a este tema.

Una parte de los jardines del Baix Guinardó / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

Una parte de los jardines del Baix Guinardó / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA

"Es un problema más técnico que político", aseguró Martí sobre las especulaciones sobre las discrepancias entre los comunes y los socialistas. "Todos estamos de acuerdo en que se debe poner una carpa en algún sitio y hacer la reforma. Se debe buscar un emplazamiento que nunca será perfecto, pero lo que no puede ser es levantar una revuelta porque nos cargamos un pulmón del barrio”, ha resaltado Martí. 

DIFICULTAD PARA ENCONTRAR UNA ALTERNATIVA

Después de que Colau paralizase el proyecto, los paradistas del mercado exigieron soluciones al consistorio aunque, por el momento, no les ha propuesto ninguna alternativa. "Nos sentimos menospreciados", lamentaban los vendedores.

Con respecto a posibles alternativas, el teniente de alcalde reconoció que “es difícil encontrar una solución factible”. Según explicó Martí, una de las propuestas era un campo de petanca, pero que quedó descartada por quedar demasiado lejos del actual mercado. También ha quedado eliminada la idea de ocupar un terreno que un instituto emplea como pista deportiva.

Si bien es cierto que encontrar una nueva ubicación no es nada fácil, no encontrarla supondría graves consecuencias para los vendedores, consecuencias tanto económicas como psicológicos. Los paradistas aseguran que, desde el Ayuntamiento, no les explican las novedades de la delicada situación del mercado y que, al final, las acaban sabiendo por los medios de comunicación.

PROBLEMAS DEL MERCADO ACTUAL

El actual mercado, ubicado en la calle de Pi i Maragall, en Gràcia, tiene aluminosis que provocan importantes afectaciones en la estructura y obligan a un traslado inminente, según fuentes de Mercats. Sin embargo, si ese cambio de emplazamiento no se produce, el recinto tendrá que cerrar y las 38 familias de comerciantes deberán dejar sus puestos de trabajo. El cambio de lugar estaba previsto para la primavera de 2023.

TALA DE ÁRBOLES

La construcción del mercado en los jardines es un problema que se lleva meses arrastrando. La entidad Salvem el Guinardó criticaba en conversaciones a Metrópoli que, además de quedarse sin uno de sus espacios de ocio más preciados por las familias del barrio, la construcción conllevaba la tala de 26 árboles de los cuales solo ocho eran trasplantables. Ante esta decisión, la asociación se postuló totalmente en contra.