Una terraza de bar instalada en calzada en lo que antiguamente eran dos plazas de aparcamiento está inutilizada porque es una zona en la que de forma habitual caen excrementos de palomas.
La terraza en cuestión está en el barrio del Camp de l'Arpa del Clot, en una esquina donde convive con estacionamientos de área verde y los citados animales. El establecimiento, abierto durante la pandemia, ocupa lo que fue una antigua entidad bancaria que, tras cerrar, estuvo tapiada durante uno o dos años.
El espacio de la terraza, protegido por bloques de hormigón del tipo new jersey, se montó hace unas semanas, pero desde entonces las mesas y las sillas apenas se han utilizado. El motivo no es otro que las palomas han hecho de la esquina en su coto privado.
El problema no es nuevo. Desde hace años, los residentes que dejan el coche en estos aparcamientos se encuentran, a los pocos días, con todo el vehículo lleno de excrementos de paloma.