Pollo asado de Rooster & Bubbles, en Barcelona

Pollo asado de Rooster & Bubbles, en Barcelona Roger Alsina

Gastro

El auge del pollo asado ‘gourmet’ en Barcelona: el legado vivo de la primera ‘rostisseria’ 60 años después

Abierto hace cuatro años en el Born, Rooster & Bubbles es la continuidad y evolución en formato actualizado del proyecto de Joan Casas, que en 1962 revolucionó la ciudad inventándose una tradición que hoy en día sigue vigente: el pollo a l’ast

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Para entender los orígenes de Rooster & Bubbles, debemos remontarnos a principios de los años 60. Joan Casas, en un viaje a Berlín, descubrió la máquina de asar y la importó a la capital catalana. Propietario de una granja de pollos, decidió que él sería el primero en probarla y en 1962 abrió en los bajos de la casa familiar de Hostafrancs Kikiriki, la primera rostisseria de la ciudad. 

Este es el principio de una tradición gastronómica que llegó al punto álgido de su popularidad en los años 80, cuando los domingos las familias hacían colas en los asadores de pollos para llevarse uno a casa para comer.

Abierto en 2021 en el Born, Rooster & Bubbles es la continuidad y evolución en formato gourmet del proyecto de su abuelo, que 60 años antes revolucionó Barcelona inventándose una tradición que hoy en día sigue vigente: el pollo a l’ast. Detrás de este homenaje está Marc Martínez, tercera generación y quien tiene la misma vocación que movió a Joan Casas a crear, junto a su esposa Maria Recasens, un lugar donde la calidad tuviera precios populares.

Marc Martínez, tercera generación de restauradores y propietario de Rooster & Bubbles

Marc Martínez, tercera generación de restauradores y propietario de Rooster & Bubbles Roger Alsina

Pollo asado con cava

Lejos de ser esta su única innovación, los Casas introdujeron otro consumo que corrió como la pólvora: pollo asado con cava, servido en las icónicas copas Pompadour. Esta bebida estaba acotada a las celebraciones y a la Navidad, así que la pareja pensó que en Kikiriki, su restaurante y rostisseria, cada día se abrirían botellas de cava porque “cada día era digno de celebrarse”.

El éxito fue espectacular: en cinco años duplicaron producción gracias a que, por seis pesetas, la clientela podía disfrutar a diario de un pollo asado. Hasta hace poco, su consumo tan solo se producía en celebraciones y se encontraba en las mesas de las familias más adineradas. El resto es otra historia que sigue su curso, pues ese Kikiriki sigue en Hostafrancs, con la segunda generación de los Casas aun al mando.

Copas Pompadour de Rooster & Bubbles

Copas Pompadour de Rooster & Bubbles Roger Alsina

La historia salta adelante casi 60 años, dirigiendo el foco a Marc Martínez. Siempre vinculado a la restauración por su madre –a cargo del Kikiriki–, hace cinco años abandonó California para regresar a Barcelona y abrir su propio negocio.

Precios populares

Martínez quería seguir los pilares de la saga, el método de cocción y el pollo, pero fue más allá, centrándose en la máquina de asar como eje vertebrador de platos de pollo, cerdo y cordero a l’ast. A este trío se le añaden el pato o el cochinillo cuando son temporadas festivas y la calabaza de violín como proteína vegetal.

Pollo asado de Rooster & Bubbles

Pollo asado de Rooster & Bubbles Roger Alsina

Para disfrutar de todos ellos, en Rooster & Bubbles se ofrece la posibilidad de consumirlos al plato, en sándwich o en ensalada, tres opciones sencillas a precios populares: “tenemos muy marcado en nuestro ADN familiar la vocación de servicio y comunidad, y para ello la calidad a precios para todos los bolsillos es una exigencia que, para nosotros, es innegociable”, asevera Martínez.

Es fruto de esta esencia de cocina popular que con la apertura del restaurante en el Eixample se incorpora a la oferta una selección de guisados fuera de carta junto a otra gran novedad: el cava, con referencias de espumosos a copas y en botella. Y si esta algarabía culinaria ha de trasladarse fuera de los restaurantes, la carta de Rooster & Bubbles está también disponible para llevar.

Nuevo local en el Eixample

Rooster & Bubbles se reafirma con su segunda apertura en el Eixample (calle París, 177), con más capacidad que en su otro local de Pla de Palau. Las bubbles, el cava y el champán, que fueron el emblema de la celebración y el disfrute en sus inicios, cobra protagonismo con seis referencias. “Brut Nature siempre”, sonríe Martínez, “por su frescura y equilibrio, sin azúcares añadidos”.

Local de Rooster & Bubbles en el Eixample

Local de Rooster & Bubbles en el Eixample Roger Alsina

Dejando de lado el pollo asado, los postres son otra de sus especialidades. Tan solo cinco opciones en la carta –crema catalana, cremoso de chocolate, tarta de queso, tiramisú o helado–, a cada cual mejor que la anterior, que complican la elección a cualquiera. Pero no te preocupes, desde Metrópoli te aseguramos que pidas el que pidas no te equivocarás.