El reto de la convivencia en el Park Güell
Los vecinos de Gràcia aprueban con reticencia la propuesta del Ayuntamiento
29 diciembre, 2017 10:17Noticias relacionadas
Varios frentes abiertos y un solo objetivo: que los vecinos convivan en armonía con los turistas. El Park Güell es una zona masificada –que visitan nueve millones de turistas cada año– y no consigue encontrar el equilibrio, a pesar de varias medidas impulsadas durante estos años. En otro intento, el Ayuntamiento de Barcelona presentó en noviembre la “Propuesta estratégica para el Park Güell (2017-2022)” que a través de un proceso participativo ha superado ahora la primera fase de validación. Más de cien vecinos han acudido al Hospital de la Esperanza en tres sesiones diferentes para dar el visto bueno a esta iniciativa que se activará en enero a través del Instituto Municipal de Urbanismo (IMU).
“La propuesta del Ayuntamiento nos parece una buena noticia, pero nos da miedo que no sea lo suficientemente valiente y atrevida para darle la vuelta a los barrios afectados por el interés turístico del parque”, cuenta la Asociación de Vecinos Park Güell-La Salut-Sanllehy a Metrópoli Abierta. “Nos gustaría que hubiera una reformulación de los entornos del Park Güell con criterios sociales y sostenibles, que prioricen los intereses de los vecinos y no que busque el equilibrio entre nosotros y los diferentes agentes turísticos”, añade.
Algunas de las quejas de los vecinos que a día de hoy siguen sin remedio son que los comercios del barrio cada vez estén más enfocados a los turistas, la obstaculización del paso –entre visitantes, técnicos de mantenimiento, vendedores y artistas ambulantes– que obliga a cambiar la ruta para ir a escuelas o al trabajo, así como la imposibilidad de realizar actividades organizadas o improvisadas en la zona monumental, o la congestión en el tráfico de las calles adyacentes al parque.
La propuesta estratégica para el Park Güell nace con la voluntad de “encontrar un equilibrio entre la masificación turística, el uso vecinal del parque y la conservación del patrimonio natural y arquitectónico”. Para ello, presentan 178 propuestas que el consistorio pretende llevar a cabo antes del 2022, cuando se cumplirán cien años del Park Güell como parque público.
Según el documento presentado por Barcelona Regional, un 58% de los turistas acceden al Park Güell en transporte público, un 10% en Bus Turístico y el 32% restante lo hace en autocar discrecional. En este sentido, vuelve a rebrotar la problemática de los vecinos de la Salut con los taxis.
En un principio el tema de los taxis se zanjó durante el anterior mandato con un cambio de ubicación de la parada y los sentidos de las calles, pero la realidad demuestra que el conflicto sigue en carne viva. El acceso de Marianao sigue teniendo una alta demanda de taxis, pues son muchos los turistas que quieren utilizar este tipo de transporte privado para desplazarse por la ciudad.
"MONOCULTIVO" COMERCIAL
Por otro lado, los vecinos del Park Güell, en especial los de la Salut, exigen algún tipo de control en la cantidad y calidad de los establecimientos de souvenirs para “tener de nuevo comercio de barrio y proximidad”. Para los vecinos, el “monocultivo” comercial está expulsando al vendedor local. En solo dos calles del acceso sur del Park Güell se acumulan hasta 35 tiendas de souvenirs. Pero no son los únicos que han dejado atrás el barrio de Gràcia.
Según denunció la presidenta de la Asociación de Vecinos del Park Güell-La Salut-Sanllehy, Cesca Sancho, los vecinos que viven de alquiler se ven obligados a mudarse a otras zonas por el encarecimiento de entre un 50% a un 80% de los contratos de alquiler. De este modo, los pisos quedan vacíos y los acaban comprando multinacionales que los reforman para destinarlos al alquiler de lujo. Esto se ha puesto en práctica en otros distritos céntricos –y turísticos– como Ciutat Vella o el Eixample.
En este plan se incluye la opción de los bares-cafeterías en el Mirador del Virolai y en la entrada del recinto por la carretera del carmel, que recuperaría la idea de descongestionar la zona central que ya propuso en en 2009 Imma Mayol, durante la legislatura del socialista Jordi Hereu, con el despliegue de hasta cinco quioscos/bares en diferentes puntos. En el caso de Virolai, el Ayuntamiento propone una cafetería móvil en la plaza donde también habrían lavabos, que son una de las problemáticas en el Park Güell, y que Metrópoli Abierta visibilizó.
Respecto al pago de la entrada de acceso al parque (7€ online, 8€ en taquilla), no hay una posición única entre los vecinos: algunos creen que tendría que ser gratuito, mientras que otros piensan que toda la zona monumental debería ser de pago para los turistas. Por ahora, los vecinos aguardan expectantes los cambios que promete el consistorio de Ada Colau que tratará de superar el reto. El reto de la convivencia en el Park Güell.