La empresa Yego ha detectado recientemente varios episodios de vandalismo en su flota de motocicletas de alquiler compartido aparcadas en las calles de L'Hospitalet y Barcelona. Varios vehículos han aparecido sin la batería eléctrica que alimenta a estos vehículos. La reincidencia de estos robos ha tenido una consecuencia drástica que afecta a los usuarios: la empresa emergente ya no permite aparcar en las zonas afectadas.

Los robos ocurren, principalmente, en el barrio de Santa Eulàlia de L'Hospitalet. El mapa que muestra la ubicación de las motos está en rojo y el área ha dejado de estar disponible. La zona afectada contempla una gran extensión del barrio de la ciudad vecina de Barcelona y también del barrio del Poble-sec, así como la Zona Franca.

"ZONA CERRADA"

"Debido a repetidos incidentes de vandalismo, nos hemos visto obligados a cerrar temporalmente zonas en L'Hospitalet, Rambla de Badal y Zona Franca. Gracias por tu comprensión", se lee en el mensaje de la aplicación con un encabezado que dice: "zona cerrada".

Mensaje de Yego informando del cierre de diversas zonas de Barcelona y L'Hospitalet / METRÓPOLI

 

No es la primera vez que estas motocicletas de color verde menta sufren episodios de vandalismo. Durante las protestas en Barcelona por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, grupos de violentos incendiaron decenas de motocicletas compartidas, entre ellas, estos flamantes vehículos de dos ruedas que recuerdan a la clásica vespa. También sufrieron daños motos de Acciona y eCooltra. En octubre de 2019, durante la semana caliente de disturbios tras la sentencia del procés, también se calcinaron un gran número de estas motos.

EL PRECEDENTE DE GLS

El vandalismo u otros episodios de inseguridad ya han afectado en el pasado a otros servicios en la ciudad de Barcelona. En diciembre de 2020, los atracos sufridos por repartidores de la empresa GLS tuvieron una gran afectación para los vecinos que compraban cualquier tipo de paquete. En este caso, la empresa de reparto censuró el barrio del Besòs i Maresme de Barcelona después de sufrir un aumento de la agresividad de los ladrones con varias agresiones a sus empleados.

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