La vida en los bloques de la Florida jamás ha sido apacible. Sus residentes han visto como el barrio residencial que se construyó en los años 50 ha ido degradándose por culpa de diversos motivos. El narcotráfico y consumo de estupefacientes ha sido una de las prácticas más repetidas en sus plazas. Sin embargo, los vecinos aseguran sentir "más miedo ahora que en la época de la heroína". La presencia del cantante Morad y su banda ha hecho que los más de 2.000 vecinos que viven en las 914 viviendas que conforman los bloques se rindan a su sumisión por miedo.
TEMOR VECINAL
Carmen, nombre ficticio por temor a represalias, explica a Metrópoli cómo se ha degenerado el barrio desde que ella era pequeña: “nací en la Florida, he vivido toda la vida en el mismo bloque y a estas alturas me iría de aquí”. La residente, que se muestra angustiada al hacer estas declaraciones, está convencida de que la inseguridad se ha apoderado de la zona desde que Morad y sus amigos tomaron el territorio: “sentimos más miedo ahora que en la época de la heroína. La gente se pinchaba en la plaza, a la vista de todo el mundo, pero yo me sentía protegida, porque era del barrio”, relata. “Antes venía a las cinco de la madrugada sola, ahora voy a cenar y me tienen que acompañar a la portería”, lamenta.
Según explicaron fuentes vecinales a este medio, todas las noches “un grupo grande de personas hace botellón, consume drogas, charla con la música a un volumen muy alto e incluso quema contenedores” en las plazoletas de los bloques. Los vecinos cuentan que la situación se agravó cuando Morad comenzó a despuntar en el mundo de la música urbana. Decenas de jóvenes de otros barrios se sintieron atraídos por el Mec de la rue (chico de la calle, en francés), como se hace llamar, y su presencia no tardó en hacerse notar. Desde entonces se producen escándalos nocturnos cada noche. “En verano empeora la situación”, detallaron las fuentes, que explicaron que el buen tiempo atrae a más gente y hace que se queden hasta más tarde. Los residentes también comentaron que “cuando Morad está de gira” hay una mayor tranquilidad en la zona.
DOMINIO DEL BARRIO
Carmen suscribe la visión de sus vecinos: “pasamos muchas noches sin dormir, en verano las plazoletas se convierten en una auténtica discoteca en la que hay un manejo exagerado de drogas”. La vecina explica que los residentes de los bloques tienen “miedo a pronunciarse cuando hacen ruido”: “ha llegado un punto en el que hasta los gitanos les tienen miedo. Antes eran ellos los que solían estar en las plazas. Ahora todos evitamos pasar por donde está esta gente”.
Pero, ¿quiénes son los causantes del temor vecinal? Los vecinos explican que es un grupo “fácil de identificar”. Carmen relata que este grupo de jóvenes, encabezado por el reconocido rapero, se ha hecho con “el control del barrio”: “Cuando viene la policía les tiran piedras, se esconden entre los coches y los bloques. Tiran los contenedores al suelo o los queman ¡parece de película!”.
LA FLORIDA, UN BARRIO "DEJADO DE LA MANO DE DIOS"
María, nombre ficticio por temor a los vándalos, vive una complicada situación que se ve agravada por el escenario que se produce en los bloques. En 2008 sufrió un ictus que le dejó una incapacidad en el lado izquierdo de su cuerpo. Más tarde, le encontraron un cáncer de mama. A día de hoy lucha contra la enfermedad sometiéndose a un tratamiento de radioterapia intenso para eliminar los ganglios metastásicos que le encontraron. Llega a casa cansada después de largas sesiones de esta terapia, pero el difícil panorama no la deja descansar ni sentirse segura en su propio hogar. “Me siento impotente. Pago mis impuestos y tengo que vivir agobiada por esta situación. Mi padre se pone nervioso y no le dejo decirles nada, pero cuando me asomo a la ventana y me ven calva se marchan. ¡Manda huevos que tengas que salir enferma para que te respeten!”, dice esta vecina, que asegura que el verano que ha vivido “en pleno cáncer”, no se lo desea a nadie.
La residente se muestra muy crítica con la gestión del Ayuntamiento de L’Hospitalet: “la Florida es una zona dejada de la mano de Dios. Entiendo que L’Hospitalet es muy grande, pero en el centro no te cruzas con mala gente, están todos concentrados aquí y en la Torrassa”. “Los que hemos vivido aquí toda la vida ya no tenemos ganas de seguir estando, se ha vuelto inhabitable. Yo lo que quiero que mis padres, que son personas mayores, vivan con tranquilidad”. María considera que se ha llegado a esta situación “por haber dejado manga ancha por parte del ayuntamiento”. Explica que está en proceso de denunciar a la alcaldesa Núria Marín al Síndic de Greuges y añade que “si en las próximas elecciones entra un Albiol y limpia el barrio, bienvenido sea”.
ESPERAN A LA POLICÍA CON "PIEDRAS, BOTELLAS Y PALOS"
En cuanto al clima de inseguridad e incivismo que denuncian sus vecinos, Gómez va más allá: “hemos visto peleas con sables por la droga, son ellos quien la mueven. El trapicheo es mortal, lo hemos visto delante de nuestras narices”, relata. La vecina dice haberse “hartado de llamar a la Guardia Urbana": "como no hay dotaciones, tardan en venir. Cuando llamamos al 112 para que vengan los Mossos ocurre lo mismo”, explica. “Los días que viene la policía, el grupo de este cantante los espera con piedras, botellas y palos”, denuncia, y añade “que hagan las redadas que hagan falta para pararles los pies”. Igual que Carmen, piensa que la sensación de miedo se ha incrementado en los últimos años: “cuando yo era joven salía a trabajar temprano sin ningún temor, ahora tengo 46 años y, depende de la hora, ya no salgo”.
María explica que este grupo de delincuentes, a los que describe como personas “folloneras y traicioneras”, no solo atemoriza a la Florida. Afirma que se desplazan a Barcelona asiduamente para robar en la capital catalana: “los he escuchado en diversas ocasiones decir que van a Barcelona a robar porque aquí no hay nada". "¿Te imaginas cómo es vivir con el enemigo?", pregunta a este digital. "A nosotros también nos da cosa irnos mucho tiempo, por miedo a que nos den el palo y se queden con nuestros pisos”, añade.
"DISPAROS Y BATALLAS CON MACHETES"
Ambas residentes de los bloques coinciden en que, “en los últimos años”, también se han producido “disparos y batallas campales con machetes”, pero insisten en que “al vecindario le cuesta denunciar este tipo de sucesos por miedo a ser los siguientes”.
Las vecinas dicen a este medio haberse sentido defraudadas al ver la entrevista que Jordi Évole hizo a Morad en el estreno de su programa. “A Évole le tendría que caer la cara de vergüenza por no haber hablado con los vecinos, afea María, que señala que lo que se vio por televisión fue un "lavado de cara del rapero y de su grupo de amistades". Carmen acuña las mismas palabras que su vecina, pero asegura que “pondría la mano en el fuego” al decir que "la mayoría de los vecinos no hubiesen contado ni la mitad de lo que ocurre en el barrio por miedo a ser amenazados”.
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