Amazon prepara el tablero de juego de las negociaciones por la planta del Vallès. El gigante norteamericano de la logística ha iniciado conversaciones con los sindicatos para tratar el porvenir de sus más de mil empleados y ha expuesto una oferta que para trabajadores y representantes se antoja paupérrima. Implica un único pago de compensación por el traslado, pérdida de condiciones laborales e indemnizaciones justo en la línea del mínimo legal.
UN ESCASO PAGO
Según ha explicado UGT a Metrópoli, la oferta que formuló la empresa de redistribuir a toda la plantilla por las naves de toda España no existe. "O se van a Girona o se van a Zaragoza, no hay más", explican. En este sentido, y aunque aclaran que las negociaciones justo acaban de empezar, comentan que la norteamericana ofrece una suerte de prima o de pago único por el traslado a sus trabajadores. Aquellos que se muden a Girona, se llevarán 1.500 euros, mientras que los que dejen Catalunya y pongan rumbo a la nueva planta de Zaragoza cobrarán 3.000.
Ambos pagos serán abonados junto a la nómina y la cifra es en bruto, por lo que, de ahí, habría que deducir los impuestos o retenciones aplicadas a cada caso. La cifra que percibirá cada empleado, sea como fuere, será de facto menor a la anunciada.
En Amazon reiteran que se ha planteado ambos centros porque están desocupados -porque son nuevos- y son los que más capacidad tienen para albergar a nuevos empleados. No obstante, aseguran que se mirará "caso por caso" y que ofrecerán la posibilidad a sus trabajadores de integrarse en cualquier otra nave si así lo desean los empleados.
"En este momento estamos en conversaciones con los representantes de las personas trabajadoras para encontrar la mejor solución para todos. Vamos a abrir estos dos nuevos centros en los próximos meses y contamos con posiciones abiertas en ellos para todos los empleados de BCN2 (Martorelles). Nuestro compromiso es garantizar un puesto para todos nuestros empleados y empleadas de BCN2 en nuestra red de centros de España", asegura el gigante en declaraciones a este medio.
INDEMNIZACIONES DÉBILES
Los representantes de los trabajadores han avanzado que, aunque no llevan un conteo exacto, el sentir general de la plantilla les lleva a anticipar que serán pocos los empleados que accederán a abrazar el traslado. Ya lo avanzaban hace tiempo cuando explicaban que Amazon "no da puntada sin hilo", un pensamiento que se refuerza cuando la oferta de la empresa para las indemnizaciones por cese de empleo son las mínimas legales: 20 días por año trabajado con un máximo de 12 nóminas.
Aún así, alertan: la antigüedad media de la plantilla son aproximadamente unos tres años, por lo que nadie o casi nadie va a llegar a percibir la indemnización completa. Utilizando esa misma media, lo que los trabajadores percibirán serán aproximadamente unos dos meses de sueldo en calidad de indemnización –si bien es cierto que la cifra puede variar al alza o a la baja dependiendo de cada caso–. Ya cuando Amazon anunció de forma repentina el cierre de los almacenes, CC.OO acusó a la compañía de estar conjurando una suerte de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) encubierto. Cabe esperar a la conclusión de las negociaciones para ver si las condiciones mejoran hasta el punto de que pueda no percibirse de dicha manera.
ADIÓS AL CONVENIO BARCELONÉS
En contraposición, todos los trabajadores que se trasladen perderán su actual convenio laboral, perteneciente a la provincia de Barcelona. Preguntados por este medio, detallan que este convenio es uno "muy fuerte" ya no solo en lo que a salarios se refiere, sino también en cuanto a condiciones laborales. "El convenio laboral de Amazon en Barcelona plantea una jornada máxima semanal de 39,5 horas, no de 40. La empresa, por su parte, puede reclamar esa media hora con normalidad pero, a cambio, los trabajadores ganan tres días libres festivos de libre disposición al año que pueden "usar a su antojo", concretan.
Con el traslado, los trabajadores que marchen a otras zonas se adherirán a otros convenios provinciales que "no son tan fuertes". Eso implica aceptar condiciones como menos sueldo o menos días festivos, entre otros.
En cualquier caso, "esto es lo que Amazon ha considerado adecuado pagar por el traslado", reflexionan. Un traslado, por otra parte, que implica probablemente la ruptura y separación de familias y parejas, pues son muchos los casos de parejas que se han formado tras conocerse trabajando en la nave de Martorelles. Esa misma nave también cuenta con casos en los que varios integrantes de un mismo núcleo familiar trabajan en la nave, por lo que son varios los sueldos que penden de un hilo. También hay familias que acaban de firmar su primera hipoteca, estudiantes que costean sus estudios gracias al trabajo para el gigante de la logística, entre otros.
No es de extrañar, por tanto, que los ánimos entre los trabajadores tras la primera reunión estén especialmente bajos. Las condiciones, resumen, son "muy malas". "Hay mucha preocupación, mucho desánimo y un fuerte rechazo a las condiciones planteadas", comentan.
Desde UGT, no obstante, insisten en que su principal objetivo por el momento es "el de velar por los intereses de los trabajadores" y "conseguir las mejores condiciones sea cual sea su decisión", que puede implicar aceptar uno de los traslados o coger la indeminzación y, si se dan los criterios, marchar hacia el paro.
EL AYUNTAMIENTO DE MARTORELLES: ¿UN SALVAVIDAS?
En esta pugna en la que está en juego el futuro laboral inmediato de más de 1.000 trabajadores (empleo directo) y un número indeterminado de empleados bajo subcontratas cuyo destino se plantea todavía más incierto ha entrado al ruedo un tercer actor: el ayuntamiento de Martorelles. El consistorio vallesano ha puesto sobre la mesa recuperar las instalaciones que Amazon abandonará, según los planteamientos iniciales, el próximo 22 de abril y volver a darle uso para generar nuevos puestos de trabajo.
La propuesta todavía es muy incipiente. No obstante, UGT ha avanzado a este medio que pedirán que se dé prioridad a los trabajadores que hayan perdido sus puestos de trabajo con un cierre que, independientemente de las condiciones finales, es inevitable.
LIBERTAD Y APOYO SINDICAL
UGT ha valorado muy positivamente el apoyo de la plantilla a la comisión negociadora, es decir, a los representantes de los trabajadores encargados de batallar las condiciones del traslado. "Nos han dado carta blanca para hacer lo que creamos conveniente", comentan. Eso es algo que da mucha libertad y margen de maniobra a la hora de hallar métodos de presión a la empresa durante las negociaciones. Mientras que todavía solo se han propuesto algunas reuniones entre empleados y concentraciones puntuales, no se descarta la convocatoria de huelgas y manifestaciones contra el gigante logístico.