Operarios del servicio municipal de recogida de basuras en Barcelona

Operarios del servicio municipal de recogida de basuras en Barcelona AJ BCN

Gran Barcelona

La Gran Barcelona acelera en materia de residuos para cumplir el estándar europeo

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Acelerar para cumplir con las exigencias europeas. Es lo que está haciendo el área metropolitana de Barcelona, donde un nuevo impuesto irrumpirá pronto: la Tasa de Recogida de Residuos (TRR). Son varios los municipios de la Gran Barcelona que aún no lo tienen aprobado; una situación que deberá cambiar a partir de 2025, cuando entrará en vigor el reglamento europeo que obliga a tener un tributo específico para ello. 

Esta nueva normativa ha supuesto un quebradero de cabeza para muchos Ayuntamientos de la región metropolitana, que en el contexto actual no llegan al índice de reciclaje del 50% exigido por Europa. Su implementación supondrá un aumento en la factura anual de los residentes de entre 80 y 200 euros.

Este significativo incremento está vinculado a la decisión del Gobierno de España de trasladar el coste total del servicio de recogida de basura a los ciudadanos, en línea con el principio de “quien contamina, paga”. La ley española determina que los consistorios deben establecer la nueva tasa antes del 10 de abril del próximo año, un plazo que exige que las aprobaciones iniciales de las regulaciones locales se produzcan a finales de 2024.

“Quien contamina, paga”

Con la cuenta atrás en marcha, los gobiernos municipales estudian cómo implementar la nueva tasa de residuos para que afecte lo mínimo a la economía de sus vecinos, sobre todo de aquellos más desfavorecidos. Esplugues, Cornellà, Sant Boi, Viladecans, L’Hospitalet, El Prat de Llobregat, Sant Adrià de Besòs y Santa Coloma de Gramenet son algunas de las ciudades que se encuentran en esta situación.

El área metropolitana ha sido testigo de cómo en los últimos plenos municipales algunos de ellos han aprobado la tasa, que en el caso de Viladecans lo ha hecho en consonancia de la rebaja del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles). Hasta ahora, la recogida de residuos se pagaba con el resto de tributos. “La nueva tasa abre el camino para que en el futuro quien menos contamine y más recicle vea compensado económicamente su compromiso”, destacan fuentes municipales.

Recogida de basuras en Viladecans

Recogida de basuras en Viladecans Aj Viladecans

Igual que el IBI, la tasa de basuras estará equilibrada al valor catastral de cada vivienda. “El 70% de las casas pagarán menos de 120 euros anuales”, expresan desde el Ayuntamiento de Viladecans. A las familias con las rentas más bajas se les descontará un 40% y el uso del desguace municipal comportará hasta un 10% de descuento. También tendrán una bonificación los negocios de alimentación y restauración que colaboren con entidades sociales para evitar el desperdicio de alimentos.

Reto de ciudad

Esplugues es otro de los municipios que se ha puesto las pilas en materia de residuos, que aprobaba el nuevo impuesto en septiembre. En su caso, será de 79,18 euros anuales, “uno de los más bajos de Catalunya”, según la anterior alcaldesa, Pilar Díaz. Eduard Sanz, actual edil de la ciudad, aseguró en su día que se abrirá una línea de subvenciones para las familias con menos recursos. “Es un reto de ciudad. Ahora reciclamos un 38% de los residuos y el objetivo europeo es llegar al 55% en 2025”, expresó el mismo.

Presión fiscal al ciudadano

En el caso de Badalona, el gobierno de Albiol ya ha empezado a aplicar la tasa, lo que supone un recargo anual de 100 euros por vivienda. La misma cantidad que en L’Hospitalet, aunque en su caso no se activará hasta el año que viene.

Esta nueva tasa incrementará la presión fiscal sobre el ciudadano con relación al reciclaje: si una unidad familiar de Badalona recibía hasta ahora un recargo de unos 50 euros anuales por el tratamiento de sus residuos, ahora deberá pagar al consistorio otros 100 en concepto de la recogida de esos mismos, es decir, 150 euros en total.

El reto del área metropolitana

Los últimos datos del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) reflejan que solamente nueve de los 36 municipios que la forman estuvieron por encima del umbral del 50% en 2023: Tiana, Santa Coloma de Cervelló, Torrelles de Llobregat, Sant Just Desvern, Papiol, Begues, Pallejà, Castellbisbal y Sant Cugat del Vallès.

Grandes ciudades como Barcelona, L’Hospitalet, Badalona o Santa Coloma presentan la peor tasa de recogida selectiva por debajo del 30%. El resto de municipios se sitúan entre el 30% y el 45%, como es el caso de la gran mayoría de localidades del Baix Llobregat: Sant Feliu (38,5%), Esplugues (38%), Sant Boi (36,4%), El Prat (37,6%), Viladecans (35,9%), Gavà (42,8%) y Castelldefels (42,8%).