
Raúl, el cabo de mossos de Badalona que trabaja con víctimas de violencia de género Barcelona
Raúl, el cabo de mossos de Badalona que lucha por la protección a las víctimas de violencia de género
El Grup d'Atenció a la Víctima (GAV) de la comisaría atiende cada año miles de casos
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Antiguo profesor de educación física, a Raúl el mundo docente se le quedó pequeño. Hace 20 años que el ahora policía decidió cambiar su vida por completo y opositó a los Mossos d'Esquadra.
Hoy, Raúl, tras dar varios tumbos dentro del cuerpo, es el cabo responsable del Grup d'Atenció a la Víctima (GAV) de la comisaría de Badalona. En una entrevista con Metrópoli, explica las vicisitudes de su trabajo, que no son pocas.

Raúl, el cabo responsable del GAV de Badalona Barcelona
De Sarrià a Badalona
El hombre accedió al cuerpo en el 2004. "Desde entonces, he pasado por diferentes unidades hasta llegar al GAV. Primero, estuve en Sarrià", explica Raúl. De ahí su contestación: "No hay un perfil de víctima estipulado. La mayoría son mujeres, eso sí, pero pueden ser desde trabajadoras de la limpieza hasta chicas con un alto poder adquisitivo".
Después de tres años atendiendo los casos de la zona alta de Barcelona, y tras aprobar como cabo, Raúl terminó en Badalona, ya en el 2017. Ahora tiene a cuatro agentes a su cargo y cientos de casos a los que prestar atención.

Raúl, el cabo responsable del GAV de Badalona Barcelona
Badalona, la segunda comisaría de Catalunya
Y es que no es un municipio sencillo. "Badalona es la segunda comisaría de Catalunya con más hechos conocidos. Es decir, con más llamadas al 112. Imagina todo lo que hay", apunta Raúl.
De cada denuncia que se realiza en comisaría, los mossos hacen un seguimiento. El abanico de tipologías delictivas es enorme, pero el GAV se especializa en la violencia de género. También la doméstica, agresiones sexuales, discriminación por raza u oroentación sexual y maltrato a gente mayor.
"Esto es como el médico, nadie quiere venir"
Raúl destaca que el trato con las denunciantes y las víctimas tiene que ser especial. Fluido. "Ir a una comisaría es como ir al médico. Nadie quiere".
Es importante, por lo tanto, que la persona tenga la confianza necesaria para explicar lo que le pasa. "Cada uno es un mundo", reconoce el agente.
¿Peores barrios?
El responsable del GAV ya lo dice. "La gente se cree que en Sant Roc es donde hay más casos de violencia de género. Pero no es así". Influye en esto la particularidad del barrio. "Son muy cerrados, no llaman tanto y tienen sus propias leyes. Pero no pasa todo ahí", detalla Raúl.

Raúl, el cabo responsable del GAV de Badalona Barcelona
Dos feminicidios
De toda su experiencia profesional en esta unidad, Raúl recuerda con claridad dos casos que lo marcaron profundamente. Dos feminicidios que han tenido lugar en la misma Àrea Bàsica Policial (ABP) desde el 2017.
Uno de ellos fue el de una mujer de la que nadie tenía conocimiento de su penosa situación. "Su asesino se presentó en la comisaría de Guardia Urbana diciendo que la había matado". Y el segundo fue todavía peor.
La historia de Kenya
Se llamaba Kenya y tenía 30 años. Vivía con su madre y su hija, de entonces nueve, en Badalona. Pero tenía un novio que residía en La Mina de Sant Adrià de Besòs. El mismo que la degolló y apuñaló hasta la muerte el día de Navidad del 2017.
Carlos, su asesino, era un joven toxicómano y ex presidiario que había iniciado una relación sentimental con Kenya hacía apenas un año. Vivía con sus padres en el centro del barrio, ambos con problemas de movilidad. Solía pelearse a menudo con su pareja. Tanto, que los vecinos nunca daban crédito a sus disputas, que acababan a golpes por ambas partes. Hasta que lo vieron deambular ese día con un bulto en brazos hasta un descampado donde los drogodependientes acudían a drogarse. Allí dejó el cadáver de Kenya, a plena luz del día, y semienterrado entre jeringuillas y basura.

La fallecida Kenya y su asesino, Carlos
Los mossos detuvieron a Carlos horas después, entre abucheos y amenazas de los vecinos de La Mina, que querían vengar la muerte de la joven. Kenya lo había denunciado hasta en dos ocasiones por malos tratos, pero las denuncias nunca prosperaron. Se trató del feminicidio número 49 aquel año.
Reconocimiento
Un trabajo, el de Raúl y sus cuatro agentes, con una enorme implicación emocional que quieren que se les reconozca. "No estamos considerados una especialidad y creo que deberían de darnos al menos eso".