Colau homologa a seis empresas para estudiar restos arqueológicos en Barcelona

Barcelona ha homologado a seis empresas para que realicen todos los trabajos de intervenciones arqueológicas que se necesiten en las obras que se realicen en la ciudad, ya sean públicas o privadas. El contrato se ha articulado a través de la compañía pública Barcelona d’Infraestructures Municipals (Bimsa). Se trata de un contrato marco de más de 3,2 millones de euros, que comprenden una etapa inicial de un año y dos posibles prórrogas de un año cada una, según se recoge en las cláusulas del contrato.

“BIMSA necesita contar con servicios de reconocimiento arqueológico. En esencia, es una necesidad que se le puede presentar tanto a un promotor como a un contratista de una obra tanto pública como privada”, explica un informe interno realizado por BIMSA y firmado por el consejero delegado de la empresa, Jordi Campillo.

PRESERVAR EL PATRIMONIO

Los protocolos prevén que cuando hay excavaciones y se encuentran restos arqueológicos, han de intervenir los servicios municipales para determinar la naturaleza de los hallazgos. “A través del presente acuerdo marco, BIMSA quiere establecer las medidas a adoptar en cada caso, en el supuesto de que sea necesario contar con esta tipología de servicio en el seno de una obra pública, que son, básicamente, a modo indicativo: estudios documentales del ámbito o elemento afectado; prospecciones arqueológicas superficiales; realización de sondeos o excavaciones arqueológicas; y la conservación de los elementos documentales”. Con ello, trata de preservar el patrimonio arqueológico y paleontológico de la ciudad, evitando que se destruya.

Los trabajos que habrán de hacer las empresas homologadas no deben superar los 80.000 euros (a los que se ha de añadir el IVA) de presupuesto. Si se supera ese precio, los trabajos se licitarán fuera del ámbito de este contrato marco. Las empresas han de tener un equipo de tres personas (con un director arqueólogo, un arqueólogo técnico y un auxiliar). El director, explican las cláusulas del contrato marco, “estará encargado de la supervisión y seguimiento arqueológico durante la ejecución de las obras que se realicen en zonas susceptibles de contener restos arqueológicos”.

LOS RESTOS, A LA ZONA FRANCA

El responsable está obligado a “identificar inmediatamente e informar a BIMSA y al Servicio de Arqueología de Barcelona” si en alguna obra aparece algún resto. En el caso de que se identifiquen restos, “se procederá a su excavación y documentación utilizando la metodología idónea en cada momento”. Ante la aparición de dichos restos, “se deberá valorar su afectación y entidad. En el caso de que se tenga que excavar, se habrá de ampliar el equipo de trabajo con diferente personal (técnico de apoyo, oficial, auxiliar), según corresponda por las características de los restos a excavar”.

Los restos arqueológicos que se encuentran en las obras de la ciudad de Barcelona no paralizan las obras, sino que se suelen trasladar al almacén que el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona (MUHBA) tiene en la Zona Franca. La limpieza, siglado e inventario de las muestras recogidas, se realizan ya en esas instalaciones y “siguiendo las indicaciones del personal técnico”.

Museo de Historia de Barcelona (MUHBA) / AJ BCN

LAS SEIS EMPRESAS ESCOGIDAS

En el contrato se advierte a los licitadores de que “en el momento de preparar las proposiciones, deberán de tener en consideración la nueva situación ocasionada por el Covid-19, así como las medidas de seguridad y salud a implementar para la protección de las personas, que tendrán que seguir los requerimientos y recomendaciones de las autoridades administrativas y sanitarias competentes. Todas estas actuaciones y medidas se consideran incluidas en el precio del contrato, sin que el adjudicatario pueda reclamar ningún tipo de compensación, modificación o incremento de precio al respecto”.

BIMSA podía escoger entre tres y seis empresas. A este contrato marco se presentaron seis licitadores y todos fueron admitidos, por lo que ellos serán los responsables de evaluar cualquier resto que se encuentre cuando se realice una obra dentro del término municipal de Barcelona. Las empresas homologadas son Antequem SL, Catarqueòlegs SL, Associació de Tècnics d’Investigacions Culturals i Socials  SL (ATICS), Baula Recerca Arqueológica SL, Global Geomática SL y Actium Patrimoni Cultural SL.

UN ALCALDE RECONVERTIDO

La primera de ellas está dirigida por Marc Bosch, un conocido militante de ERC que fue alcalde de Dosrius entre 2015 y 2019. Catarqueòlegs fue constituida por un grupo de trabajo de diversos profesores universitarios, entre ellos Jordi Morera, arqueólogo municipal de Bolvir y profesor asociado del Área de Historia Antigua de la UAB. Su compañero Òscar Trullàs ha realizado más de 100 direcciones arqueológicas y es el director del Museu de Artés.

Por su parte, ATICS tiene como presidente el arqueólogo del Maresme Miquel Gurrera, coordinador de numerosas intervenciones arqueológicas. Otro de los socios de ATICS, Francesc Busquets, es profesor asociado del Área de Arqueología de la UAB y ha coordinado diferentes proyectos, especializándose en antiguos caminos y vías romanas. Baula tiene como administradora a Dolors Codina, una arqueóloga gerundense especializada en ruinas egipcias (aunque también ha realizado excavaciones en Cataluña, especialmente en los castillos de Rocabruna, de Les Escaules o de Sant Pere de Ribes, así como en los monasterios de Sant Pere de Rodes o Sant Quirze de Colera, entre otras muchas) que participa desde 2003 en las misiones arqueológicas de Oxirrinco bajo la dirección de Josep Padró.

La empresa Global Geomática tiene su sede en Valencia y su administrador es el ingeniero Josep Blasco. Esta compañía ha desarrollado sistemas tecnológicos punteros para la topografía y la construcción, así como soluciones de realidad virtual en el campo de la arqueología. Por último, Actium es una empresa ubicada en el Maresme y dirigida por Josep Font Piqueras, un especialista en arqueología del neolítico.