Cambios en el Ayuntamiento: Bonet asume Movilidad en lugar de Alarcón
La hasta ahora presidenta de TMB será la portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento
17 septiembre, 2021 12:47Noticias relacionadas
Cambios en el gobierno de Barcelona. El primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, ha anunciado este viernes una remodelación de las áreas que los socialistas comandan en el Ayuntamiento de la ciudad. Rosa Alarcón deja la concejalía de Movilidad y la presidencia de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Alarcón mantenía una conflicto abierto con la teniente de alcaldía de Ecología y Urbanismo Janet Sanz por el urbanismo táctico y algunas políticas de movilidad de Barcelona. El PSC está al frente de Barcelona en un gobierno de coalición con el partido de Ada Colau, Barcelona en Comú.
La cartera de Movilidad pasará a ser dirigida por la teniente de alcaldía del PSC Laia Bonet, mientras que Alarcón se convierte en la portavoz del grupo municipal dentro del propio consistorio. Alarcón sí que mantiene la concejalía de Horta-Guinardó. Bonet era hasta ahora la teniente de alcaldía de Agenda 2030, Transición Digital, Deportes y Coordinación Territorial y Metropolitana, un cargo que seguirá ostentando.
NUEVO COMISIONADO DE PROMOCIÓ DE LA CIUTAT
Otra de las modificaciones que ha dado conocer Collboni es la incorporación de Pau Solanilla como nuevo comisionado de Promoció de la Ciutat. Solanilla era hasta ahora director de Relaciones Globales de Digital Future Society en la Fundación Mobile World Capital Barcelona. El nombramiento de Solanilla busca impulsar el papel internacional de Barcelona y atraer inversiones, ferias y congresos.
Los relevos que hace el PSC no comportan la entrada de ninguna otra persona. Todos los cambios son internos y han sido pactados con la formación de Colau, ha explicado Collboni. Los decretos de cambios no serán firmados por Colau hasta la próxima semana.
CONFLICTOS ENTRE ALARCÓN Y JANET SANZ
Aunque Bonet será la nueva regidora de Movilidad, la concejalía propiamente seguirá colgando de la tenencia de alcaldía de Ecología Urbana y Urbanismo que encabeza Sanz, aunque la última palabra la debería tener Bonet. Ésta, además, asume las presidencias de TMB y del Institut Metropolità del Taxi (Imet).
Las relaciones entre Sanz y Alarcón eran difíciles y sus encontronazos eran habituales, sobre todo por distintos elementos de urbanismo táctico que los comunes están implantando en la ciudad (como el peligroso carril peatonal de vía Laietana) y algunas de las políticas de movilidad, como la prolongación del tranvía por la Diagonal, que Alarcón no ve con buenos ojos, según ha podido saber Metrópoli.
DISCREPANCIAS POR CARRILES BICI
Ambas ediles, Alarcón y Sanz, también se habían enfrentado por la implantación de algunos carriles bici en la ciudad, por ejemplo en el paseo de Maragall (en este caso por la longitud) y en la calle de Aribau, éste aún por decidir si se hace. Según explicaron a este medio fuentes cercanas a Alarcón, la socialista es contraria a la vía ciclista de Aribau porque creía que ya se habían puesto suficientes carriles en calles principales.
Bonet fue la número 2 en la lista de Collboni y estaba llamada a tener un peso mayor en el gobierno de la ciudad, aunque hasta ahora ha tenido un papel más que discreto. Algunas fuentes socialistas consultadas por este medio culpan a Collboni del irrelevante rol que Bonet ha tenido hasta ahora porque era la única persona de la candidatura que le podía hacer sombra en su lucha por el liderazgo socialista dentro del equipo municipal. Bonet es bien vista por sectores catalanistas del PSC, pero también cuenta con detractores de peso en el partido.
JANET SANZ, UN HUESO DURO DE ROER
Ahora, con la cartera de Movilidad, Bonet tendrá más protagonismo pero deberá lidiar con Sanz, un hueso muy duro de roer que ha acabado desgastando a Alarcón. Algunas fuentes ven en el ascenso de Bonet un dardo envenenado de Collboni. Su experiencia en el ámbito de la movilidad es escasa.
Collboni ha explicado que los cambios facilitarán "la transformación necesaria de la movilidad" que necesita Barcelona, y los enmarca para "mejorar la capacidad de reacción del gobierno y la ciudad”. Según él, con los relevos se podrá actuar mejor en un futuro en la gestión de la ciudad.