Óscar Ramírez (Barcelona, 1973) es concejal de Ayuntamiento de Barcelona por el PP. El edil fue el número dos en 2019 en la lista que encabezó el empresario Josep Bou. Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, Ramírez afronta su segundo mandato en el Ayuntamiento tras el periodo 2011-2015, cuando Alberto Fernández Díaz lideraba el partido popular. Expresidente provincial de Barcelona, el regidor ha visto reforzado su papel en el PP: ha entrado como vocal en el nuevo comité ejecutivo nacional que preside Alberto Núñez Feijóo. Hace unos días, Metrópoli ya publicó una primera parte de la entrevista más política en la que habla del PP, Bou y las futuras elecciones.

El TSJC anuló la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) el pasado mes de marzo, a falta de que se pronuncie el Tribunal Supremo. ¿Cree que la medida debería suprimirse o se debería buscar un modelo similar a Madrid 360?

La medida debería dejarse sin efecto y empezar a trabajar por una nueva Zona de Bajas Emisiones con más coherencia. Desde el Partido Popular lo hemos denunciado desde el primer día. Los tribunales nos han dado la razón. Nosotros entendemos que había un exceso de competencias por parte del Ayuntamiento porque, primero, una ZBE que abarca un ámbito de 95 kilómetros cuadrados y que afecta a cinco municipios del área metropolitana se tenía que haber articulado de otra manera. Segundo, se tendría que haber hecho de manera progresiva. No se pueden incorporar esas medidas restrictivas al tráfico de un día para otro, y no se hizo la labor de pedagogía y de ir aplicando medidas de forma progresiva, empezando por el centro de la ciudad y ampliando el radio de actuación al resto de la ciudad o a otros ámbitos. Nos hemos encontrado con una ciudadanía que no ha tenido capacidad de reacción para buscar alternativas a esas necesidades de movilidad en Barcelona, lo que se ha visto agravado por las políticas de movilidad del gobierno de Colau y el partido socialista. Vemos como cada día intentan quitar espacio al vehículo privado y no ofrecen alternativas de transporte público.

El gobierno municipal ha reducido el espacio al vehículo privado en las principales vías de acceso a la ciudad. ¿Barcelona está al borde del colapso?

Barcelona ya está colapsada. Cualquier persona que quiera acceder con vehículo privado o con transporte público lo comprobará diariamente. El acceso y la salida de la Diagonal se encuentran totalmente colapsados porque se ha incorporado el doble carril bus de salida de la ciudad, se han quitado los laterales para poner un carril bici. También se ha incorporado el carril para la línea X1 [el bus semidirecto de TMB] y, por otro lado, han terminado las obras del colector, pero empiezan las obras de la conexión del tranvía por la Diagonal. Cuando esa conexión sea efectiva, habrá un desvío del tráfico hacia el Eixample, que va a generar un colapso más grande. En el túnel de Glòries también ha habido una mala gestión de la movilidad. Una obra que llevábamos muchos años esperando y que parecía que iba a ser la solución para el entorno de Glòries, acaba siendo un problema para los vecinos. Cada día hay colas de una hora o una hora y media de quienes vienen del Maresme para entrar a Barcelona y se encuentran con un túnel totalmente colapsado. La gestión de Colau sobre la movilidad no se puede aprobar: es un suspenso porque ha colapsado toda la ciudad.

Óscar Ramírez, responde a Jordi Subirana / METRÓPOLI - LUIS MIGUEL AÑÓN 

¿Cree que las obras que está haciendo el gobierno municipal, como la reforma de vía Laietana, la unión del tranvía por la Diagonal o la próxima superilla, son ideológicas?

Muchas de ellas sí. Se intenta imponer un modelo de ciudad. En todas esas actuaciones la ciudadanía está denunciando que hay una falta de diálogo, de consenso y de participación, y los grupos políticos de la oposición también lo ponemos de manifiesto. Detrás de esas actuaciones no están los informes técnicos que avalen que sean beneficiosas para el entorno y para la ciudadanía. En vía Laietana no se puede circular de subida, dejaremos aislada toda aquella zona del centro de la ciudad con todo el frente litoral de Barcelona. Quien quiera ir desde el frente marítimo al centro de Barcelona tendrá que hacer un safari con su coche. No queda ninguna vía ascendente al centro de Barcelona, se tendrá que ir por el paseo de Lluís Companys o por el Paral·lel. El tráfico no se esfuma, como se ha dicho muchas veces en alguna comisión del Ayuntamiento, sino que se expande hacia otras vías. Generaremos problemas donde nunca los ha habido, lo mismo que pasa con las superilles. Pedimos al gobierno de Colau y el PSC que escuchen a los especialistas que llevan muchos años en el mundo de la movilidad, como el RACC, Barcelona Supercomputing Centre o Foment. Son entidades de reconocido prestigio que ponen de manifiesto que se genera más tráfico y contaminación, que tienen una incidencia y un impacto económico importantísimo. Las políticas son totalmente equivocadas, van en la dirección opuesta.

En lo que llevamos de año han muerto seis motoristas en las carreteras de Barcelona. ¿Qué medidas se necesitan que tome el Ayuntamiento para garantizar la seguridad del colectivo?

En el grupo popular hemos preguntado al gobierno municipal qué medidas se estaban llevando a cabo para garantizar la movilidad y la seguridad de los motoristas, que son los más frágiles y susceptibles de tener accidentes graves y mortales. Exigimos que se volviera a convocar el grupo de trabajo sobre la moto dentro del marco del Pacto para la Movilidad de Barcelona, un grupo que Colau eliminó en 2015 al llegar a la alcaldía y que se volvió a crear en 2018 a petición nuestra para tratar las peculiaridades de la motocicleta. Se convocó la semana pasada con los grupos municipales y con el sector, y estamos elaborando un plan para la moto en el que se incluyen medidas para garantizar una mejor movilidad, más aparcamiento y medidas de seguridad. Nosotros hemos pedido que la moto pueda circular por el carril bus-taxi, hemos pedido pruebas piloto en Diagonal, en Gran Vía y en la calle de Aragó. Siempre han sido denegadas por Colau, y nos sorprende que ahora la regidora de Movilidad, Laia Bonet, esté abierta a hacer un benchmarking sobre si realmente funciona y hacer una analogía con ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla... Lo valoramos positivamente, pero siempre hemos tenido un 'no' por respuesta. Esperemos que haya un cambio de actitud por parte del gobierno municipal. También hay que incrementar las zonas avanzadas en semáforos y hacer más pedagogía y más formación.

Óscar Ramírez, en su moto / METRÓPOLI - LUIS MIGUEL AÑÓN 

Barcelona dispone de más de 200 kilómetros de carriles bici. ¿Cree que el Ayuntamiento se está excediendo en la implantación de estas vías?

Sí. De hecho, hay carriles que ni siquiera son seguros para los usuarios de la bicicleta. A nadie le es agradable circular por carriles como el de la calle de Aragó. Tiene que haber grandes ejes conectores para la bicicleta, pero si tenemos un carril bici en la calle del Consell de Cent y otro en la de la Diputació, ¿para qué tenemos que poner otro en la calle de Aragó? ¡Si luego también hay otro en la calle de València! El gobierno municipal se ha excedido, pero muchas veces el problema es el diseño del carril bici, que no es confortable ni garantiza la seguridad para el usuario. Hay carriles bici bidireccionales, sobre los que nosotros siempre hemos estado en contra. Es peligroso para el conductor de la bicicleta y para los peatones, que están acostumbrados a que el tráfico solo venga de un sentido. Tendrían que ser más racionales en pintar carriles bici que sean seguros, confortables y que se pacten con el colectivo. También están los elementos de urbanismo táctico, que van en contra de la gestión de la ciudad y ponen en peligro tanto a los ciclistas como a los motoristas.

Nuevo carril bici de la Ronda del Guinardó / METRÓPOLI - RP

Desde la llegada de la democracia, es la primera ocasión que una alcaldesa ha estado imputada en el ejercicio de su cargo hasta dos veces. ¿Desde el PP creen que la alcaldesa tendría que haber dimitido?

Las imputaciones, o las investigaciones, hay que tomarlas con mucha cautela. Yo siempre he sido partidario de que no tienes que dimitir inmediatamente por ser investigado, porque te ofrece los derechos a poder defenderte en sede judicial. Soy partidario de que, una vez te han procesado, tienes que dejar tus responsabilidades porque hay un indicio de que el juez instructor ha investigado el caso y con las pruebas que se han aportado ha visto indicios delictivos. Pero si utilizamos lo que marca su partido, Colau debería aplicarse su propio código ético, que dice que cuando un cargo público es investigado e imputado tiene que dimitir o se le cesará de su cargo. Colau ha incumplido su propio código ético, lo que exige a otros cargos electos. En campaña insistieron que eran el partido de la nueva política, que venía a abrir ventanas y puertas, a limpiar los ayuntamientos y a prestigiar la política. Con ese adanismo y esa arrogancia que les caracteriza se han convertido en lo peor de la política, en lo que ellos tanto criticaron.

Desde el PP han sido muy críticos con las ayudas a entidades afines. ¿Ven algún indicio de delito?

Eso lo tienen que resolver los tribunales. Ha habido dos querellas. Una de ellas se archivó. La que ha prosperado es la del Observatori DESC y todo ese conglomerado de entidades amigas y afines a Colau, que es de donde viene la alcaldesa y algunos de los miembros de su gobierno municipal. Desde Intervención del Ayuntamiento se hizo una tacha a cómo se estaba procediendo a conceder ese tipo de convenciones y ayudas. El sistema era por convenio, sin concurrencia pública, de forma directa y con una correlación del proyecto que era periódico. Están incumpliendo todas las leyes de contratación administrativas para este caso. Hemos visto irregularidades, ya en el mandato anterior lo denunciamos, lo pusimos en conocimiento de la Oficina de la Transparencia y del Comité de Ética del Ayuntamiento. No prosperaron, pero al final han tenido que venir unos afectados para denunciarlo y llevarlo a los tribunales. Parece que el tema está prosperando y quizá les dan la razón.

La frustrada presentación del concejal Eloi Badia a una bolsa de trabajo municipal generó un alud criticas por la falta de ética que ello supone. ¿Cree que el consistorio debería vetar la participación de cargos públicos en los procesos de selección de la administración en la que ejerce?

Curiosamente, después de haberse examinado para entrar en esa bolsa de trabajo, nosotros llevamos la pregunta al pleno y el regidor Badia renunció antes de celebrarse la sesión. Creo que no quería someterse a la fiscalización que le hacía el PP en este pleno. Somos partidarios de que los miembros del gobierno municipal que ostenten responsabilidades ejecutivas no puedan acceder a la bolsa de trabajo. De hecho, ellos pueden tener cierta influencia en el momento de ser entrevistados por el tribunal, de hacer el examen... La situación es anómala. Cualquier persona que no tenga funciones ejecutivas ni responsabilidades de gobierno sí se puede presentar. Hay cargos electos de otras formaciones que se han presentado, y no tenemos nada que decir. Si acceden al puesto que le ofrece la bolsa de trabajo sí que tendrán que dejar el cargo, porque es incompatible.

Unas voces comentan que Badia no se llegó a presentar, y otras que suspendió el examen. ¿Le consta alguno de esos casos?

No lo sé, tampoco he entrado en transparencia a mirarlo. Tengo la información que me ha llegado por parte de medios de comunicación como el suyo. Se dice que se presentó al examen, pero que luego renunció. No sé si ha aprobado o suspendido, pero quizá le dedicaré un poco de tiempo e indagaré sobre el tema

Mossos d'Esquadra esta tarde en la casa okupa Tres Lliris / CEDIDA

El pleno municipal de abril tumbó una proposición de su grupo para extinguir la cesión de uso del local en el que se encuentra el Casal Popular Tres Lliris, que ha generado problemas de convivencia con los vecinos. ¿Qué mensaje está dando el gobierno municipal a los okupas en Barcelona?

Es un efecto llamada. Se está lanzando un mensaje en el que si tu pegas una patada a la puerta y okupas, tranquilo, que te premiaremos. No es el primer caso. Aquí, además, reincidimos. En 2015, cuando se okupó la antigua comisaría de la Policía Nacional en la calle de Nil i Fabra por el Casal Popular Tres Lliris ya sucedió lo mismo. El Ayuntamiento llegó a un acuerdo con ellos, les entregó las llaves, desalojaron la comisaría y se acondicionó con 95.000 euros de todos los barceloneses para que luego entraran. En 2017 se firmó un convenio con ellos, por el que tenían que pagar únicamente 600 euros al año de alquiler que tampoco pagaron. Acumulan reclamaciones por impago de alquiler, muchas denuncias de los vecinos por problemas de incivismo, incluso en época de confinamiento, y constantes problemas de conciertos ilegales, ruido, altercados en la calle. No tenían licencia de actividad económica, el propio distrito tenía un expediente de cese de actividad y la sorpresa fue, cuando por parte de Eloi Badia, se firmó otro convenio y se les renovó. Lo denunciamos en comisión y se nos dijo que no había sido así, pero luego hemos visto que la realidad ha sido otra y por eso lo llevamos a pleno. Nos sorprende que, lamentablemente, otros grupos de la oposición no nos dieran apoyo para que revirtiéramos la situación de ilegalidad. Se les paga el agua, la luz, se les da cursos de cómo okupar... En un momento en el que muchas familias no llegan a final de mes, Colau se dedica a pagar las fiestas de sus amigos okupas en vez de aplicar medidas sociales para colectivos vulnerables.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, aseguró que la capital “ha cogido el relevo de la Barcelona olímpica”. ¿Comparte esta afirmación? ¿En qué cree que se refleja?

Cuando uno visita Madrid ve más alegría por la calle, más movimiento y más actividad. Se respira más libertad. El esplendor de Barcelona en el año 1992 y los años post olímpicos que nos ponían como referente, como la envidia de las capitales europeas, se ha apagado con el gobierno de Colau. Nos hemos vuelto una ciudad más provinciana, más apagada, con menos libertad, donde no viene la inversión, donde hay más prohibiciones... En Madrid, tanto la ciudad como la comunidad, hemos visto qué políticas han llevado a cabo y cómo se han gestionado. Si lo comparamos con lo que se ha hecho en Barcelona, deja bastante que desear. Nos han adelantado. Se ve con los datos de turismo, de actividad económica, de ocupación, de inversión extranjera... Es brutal. Tenemos que luchar por la Barcelona que un día fue. Esplendorosa, limpia, ordenada, donde podías emprender... Con Colau es una ciudad con turismofobia, insegura, sucia, con problemas de movilidad... Tenemos una Barcelona en decadencia, y hay que recuperar el consenso municipal que había existido siempre en la ciudad durante los años posteriores a las olimpiadas donde todos los partidos teníamos claro que por encima de cualquier sigla siempre estaba una cosa común: Barcelona.

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