Barcelona tiene un serio problema con el ruido nocturno, fruto de los botellones y el ocio nocturno descontrolado. Para intentar frenar el incivismo que impide el descanso de los vecinos en algunos puntos de la ciudad, ERC lleva al pleno este viernes una propuesta para instalar sonómetros, en horario nocturno, en 11 emplazamientos con alto índices de contaminación acústica.
Las zonas en las que los republicanos piden poner sonómetros son las plazas de Gràcia, Enric Granados, el Triángulo Golfo del Poblenou, la plaza de George Orwell (Gòtic), la calle de Joaquim Costa (Raval), la calle del Almirall Churruca (Barceloneta), la calle de Rogent (Camp de l'Arpa del Clot), la rambla del Poblenou, la calle de Allada Vermell (Sant Pere i Santa Caterina), la calle de Nou de la Rambla, que va de la rambla al Poble-sec, o la plaza de Osca, en Sants.
"UN PUNTO DE INFLEXIÓN"
"Hace falta un punto de inflexión para revertir este problema", ha dicho el concejal de ERC, Jordi Coronas. El objetivo es que dentro de un mes, el Ayuntamiento ya pueda tener datos y se pueden acordar medidas, "dentro de un marco regulatorio", para garantizar que la gente pueda descancar. La propuesta se debatirá este viernes en el pleno, pero todo apunta que saldrá adelante, incluso con los votos favorables del gobierno.
El pasado mes de febrero, en la comisión de Urbanismo, los grupos municipales ya apoyaron por unanimidad una iniciativa similar de ERC. Según Coronas, la instalación de sonómetros vaya alineada con el plan del verano, que el Ayuntamiento presentará en unos días, "con medidas de refuerzo en las zonas de más riesgo por el descanso vecinal". ERC plantea un plan específico para las áreas donde la media de ruido de los dos días de la semana más desfavorables supere en tres decibelios los valores límite".
DOS DE RUIDO E INCIVISMO
Los problemas de ruido nocturno en Barcelona van más allá de los puntos citados por ERC. En la ronda de Sant Antoni, vecinos y comerciantes llevan más de dos años con serios problemas de ruido, peleas y trapicheo de drogas hasta altas horas de la madrugada. El sábado 21 de mayo, el Ayuntamiento también autorizó un concierto durante la tarde-noche, dentro de los actos del centro LGTBI, en el que se superaron los 94 decibelios.