El Comité de Ética del Ayuntamiento acumula dos años sin emitir informes de transparencia
El órgano independiente que vela por el buen gobierno de Barcelona aclara que el retraso se produce por la dificultad de sus miembros para reunirse
27 enero, 2023 00:00Noticias relacionadas
El Comité de Ética del Ayuntamiento de Barcelona acumula un importante retraso. El órgano municipal todavía no ha entregado los informes de transparencia correspondientes a los años 2021 y 2022, algo que ha levantado las sospechas de algunos grupos de la oposición en el consistorio barcelonés. Se trata de una entidad que no dispone de presupuestos más allá de lo correspondiente a las dietas de sus miembros.
En conversación con este medio, el comité de ética detalla que, si bien no puede dar una fecha concreta para su entrega, el informe se está realizando y se entregará "pronto". El secretario de la organización, Josep Joan Moreso, afirma que uno de los problemas que dificultan la entrega del documento es la "parcialidad" de la dedicación de sus integrantes. Y es que los miembros del Comité son profesores, abogados, notarios, y su papel como miembros del órgano queda como "complementario". "Somos cuatro miembros y nos reunimos una vez al mes", añade.
Niega, no obstante, que la falta de recursos que padece el organismo independiente sea el origen de dicho retraso. De hecho, insiste en que "poco a poco" se va dotando a la institución de más recursos. También recuerda que el Comité de Ética es un organismo independiente que "emite una opinión al margen de la política".
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona asegura a este medio que ya ha formulado los requerimientos solicitando la entrega del documento, todavía en fase de elaboración. Habitualmente, las memorias de transparencia eran de carácter bienal. No obstante, el órgano emitió un informe específico para el año 2020 rompiendo con la dinámica, tal y como se plasma en la web de transparencia del Ayuntamiento.
UN ÓRGANO OLVIDADO
El Comité de Ética del Ayuntamiento de Barcelona es un órgano externo y colegiado que vela por el buen gobierno municipal y para evitar las malas prácticas en el consistorio. No obstante, la institución lleva tiempo bajo mínimos. El gobierno municipal, presidido por la alcaldesa Ada Colau, nunca ha llegado a dotar de una partida presupuestaria al órgano más allá de las remuneraciones por dietas.
Se trata, además, de una entidad que no ha dudado en cargar contra la gestión de la alcaldesa cuando ha estimado que se estaban vulnerando principios éticos o de buen gobierno. Entre otros, dio un toque de atención a los comunes por haber contratado a dedo a la pareja de la regidora Lucía Martín. La queja fue interpuesta por Ciutadans, que tardó nueve meses en recibir una respuesta. Para el Comité, el nombramiento de Alicia Ramos, por aquel entonces pareja de Martín, "dañó el prestigio y la imagen de la institución". Y en 2019, el mismo comité dio la razón al concejal Raimond Blasi (PDeCAT), que había recibido un trato poco respetuoso en un pleno de 2018 por parte del entonces primer teniente de alcaldía Gerardo Pisarello.
A principios de 2022, el catedrático de Ética de la UB y presidente del órgano, Norbert Bilbeny, aseguraba que el comité se encontraba al borde del colapso. Al no disponer de recursos "tenemos dificultades para hacer como es debido la labor que tenemos asignada. Nos preocupa, y no solo por la eficacia de nuestro trabajo y el prestigio del comité, sino sobre todo por lo que pueda afectar al crédito del propio Ayuntamiento", explicó Bilbeny.
UNA CREACIÓN DE COLAU
El mismo comité de etica fue una creación ideada por el Ejecutivo de la alcaldesa en el año 2018. Las resoluciones de la entidad están basadas en un código ético y de conducta aprobado en 2017 por el pleno municipal. El comité cuenta con un único órgano de apoyo dentro del Ayuntamiento de Barcelona, la dirección de análisis, que se ocupa de la gestión de un buzón ético en el que se reciben todas las comunicaciones que llegan al comité.
Bilbeny lamentó en su momento "la falta de apoyo económico y organizativo para llevar a cabo este proyecto de ética y transparencia con el que se pone a prueba la salud democrática y la integridad del Ayuntamiento". Dicho de otra manera, el gobierno de Colau impulsó en 2018 un órgano para velar por las buenas prácticas dentro del consistorio, pero no lo dota de recursos. No ha sido hasta este pasado año, casi un lustro después desde su nacimiento, que el consistorio ha sacado varias plazas para reforzar la dirección de análisis.