Todo muy ajustado, pero con una tendencia que puede reforzarse a medida que avance la campaña electoral. La carrera por la alcaldía de Barcelona podría decidirse en el último instante. La fotografía del momento, y que se debe interpretar a partir de la evolución del voto en los últimos meses, presenta un triple empate entre Jaume Collboni, Xavier Trias y Ada Colau, con el candidato socialista ligeramente por encima. Obtiene, según el último sondeo de Electomanía para Metrópoli, el 21,4% de los votos, justo por delante del 21,2% de Xavier Trias, como candidato de Junts per Catalunya, y también por encima de Ada Colau, la candidata de los comunes, que lograría el 21% de los sufragios.
El cuarto candidato con posibilidades sigue perdiendo fuelle. Se trata del republicano Ernest Maragall, quien, sin embargo, ha comenzado a remontar, aunque tímidamente. Logra, a partir de la encuesta de Electomanía, --con datos recogidos entre el 8 de marzo y el 25 de abril—el 15,9% de los votos. El consistorio se completaría con el PP, que entra con el 6,5% de los votos, y va en ascenso. Aunque sólo podría obtener unos tres concejales –siempre en función de cómo se contabilizan los restos electorales en la noche del 28 de mayo—la cifra contrasta con el raspado 5% que consiguió en 2019, logrando representación por la mínima, con dos regidores, teniendo en cuenta que el mínimo que se exige en las municipales es, justamente, el 5%.
Lo que la encuesta refleja es una tendencia, según la cual, el PSC, que había bajado ligeramente en los anteriores sondeos, vuelve a subir. Mientras que Junts per Catalunya experimenta justo lo contrario. También los comunes de Ada Colau tienen una tendencia alcista, lo mismo que Esquerra, aunque su candidato, Ernest Maragall, parte de una situación muy complicada. Justo cuando se anunció la candidatura de Xavier Trias, después de las vacaciones de Navidad, las opciones de Maragall para ganar la alcaldía se hundieron. El trasvase del voto nacionalista, por tanto, es diáfano. Si sube JxCat, baja ERC, y al revés.
Esos porcentajes de voto, traducidos en concejales, dejan una situación de empate, con diez regidores para Collboni, Trias y Colau. En el caso de Ernest Maragall, el 15,9% de los votos significará ocho concejales. Mientras que el PP, con el candidato Daniel Sirera, tendría tres concejales, que podrían ser decisivos para decantar el nombre del futuro alcalde de Barcelona, dado que da totalmente por descartado un apoyo a Ada Colau.
Esa es la fotografía y la tendencia del voto, reflejada en las distintas encuestas de Electomanía para Metrópoli. Por detrás, sin representación, quedaría la CUP, con el 4,7% de los votos, con su candidata Basha Changue. Tampoco entraría VOX, con una línea ligeramente descendiente. La encuesta le da a su candidato, Gonzalo de Oro-Pulido, el 4,3%. Valents, el partido que dirige Eva Parera, alcaldable de Barcelona, obtiene un 3,4%, en línea ascendente. Mientras que Cs, con Anna Grau de cabeza de lista, se queda en un 1,3%, y Barcelona ets Tu, que tiene como candidato al abogado Daniel Vosseler, obtiene el 0,8% de los votos.
En el cálculo del voto para presentar sondeos cuenta mucho la valoración del candidato, junto al recuerdo de voto en las anteriores elecciones. En esta encuesta, tanto Jaume Collboni como Xavier Trias aparecen como los mejor valorados, con un 4,5, mientras que Ada Colau logra un 4,2, y Ernest Maragall un 4. Entre los partidos más pequeños, destaca la valoración de Basha Changue, de la CUP, con el 3,9, mientras que Eva Parera surge con un 3,8, y Vosseler con el 3,7. Cierra el campo de las valoraciones el candidato de VOX, con el 3,6.
Esa es la fotografía, a una semana escasa del comienzo de la estricta campaña electoral, que, en esa ocasión, puede ser decisiva para inclinar la balanza. Hasta ahora, lo que ha sucedido es que la fuerte irrupción de Trias se habría moderado, logrando, a su vez, una cohesión mayor del electorado de Ada Colau, que se ha metido en la lucha por la victoria. Pero esa disyuntiva que a los dos candidatos les interesaba –Trias y Colau comieron juntos para iniciar la carrera electoral como si fuera una elección entre blanco o negro—no ha impedido que el socialista Jaume Collboni salga fuera de la pista. Por ahora, saca media cabeza, y con una tendencia al alza.
Luego llegarán los pactos y las estrategias para formar un gobierno municipal. Lo que los candidatos han señalado en público es que esperan que el alcalde sea el que tenga más votos. Pero lo afirman con una expresión huidiza. Y los precedentes son claros: Ernest Maragall no fue alcalde en 2019, pese a tener un puñado de votos más que Ada Colau.
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