Los comunes se han encargado de dejar diversas cuestiones bien atadas ante la salida de Ada Colau de la alcaldía de Barcelona. La formación ha realizado todo tipo de adjudicaciones y prórrogas a empresas y entidades a las que han sido fieles durante los últimos años, además de cerrar pactos con determinados colectivos predilectos para el próximo mandato.

Entre los acuerdos formalizados por BComú desde el Ayuntamiento, se encuentran los convenios de colaboración para el uso de la polémica plataforma Decidim. El portal con finalidades participativas, criticado por asociaciones de la ciudad pero recientemente subvencionado, será el método que utilizarán diversas entidades próximas a la formación para impulsar iniciativas que afecten a la capital catalana.

ACUERDO

El regidor en funciones de Participación, Marc Serra, ha sido el encargado de firmar acuerdos con Consum Responsable SCCL, Novact, Lafede.cat y Nexes Interculturals SCCL para la utilización y el impulso de la plataforma Decidim "para el fomento de la democracia". Todos estos colectivos son cercanos al partido de Colau, e impulsan proyectos de economía social y solidaria en la ciudad.

Mediante estos pactos, el consistorio ha adquirido determinados compromisos, como encargarse del alojamiento y mantenimiento de la plataforma, así como fomentar la colaboración y cooperación entre las entidades que utilicen el sistema y encargarse de la resolución de conflictos. Por su parte, los colectivos contarán con obligaciones como comunicar al Ayuntamiento cualquier incidencia, participar en las formaciones organizadas por el consistorio y facilitar la difusión e información sobre la plataforma en los materiales y medios propios de la plataforma, entre otras.

Con los acuerdos, el Ayuntamiento ha asegurado que las citadas entidades continúen utilizando el portal Decidim durante los próximos cuatro años, la totalidad del próximo mandato. El convenio también prevé una prórroga de dos años en caso de acuerdo entre las partes.

SUBVENCIÓN Y POLÉMICA

Los pactos con las entidades han llegado prácticamente a la par de la concesión de una subvención a dedo a la plataforma. A las puertas de finalizar el mandato, el gobierno municipal de Colau otorgó 100.000 euros al proyecto, una partida también firmada por Serra.

Decidim está sumida en la polémica por el uso dado desde el consistorio barcelonés. El Ayuntamiento ha impulsado procesos participativos mediante este soporte, que cuenta con una escasa implicación vecinal y esta, en muchas ocasiones, resulta afín a la formación de la alcaldesa.

Otros colectivos cercanos a BComú que también hacen uso de este sistema para realizar sus propuestas son la subvencionada Enginyeria Sense Fronteres y el colectivo Tanquem els CIE. A estos se añade Prou Complicitat, que llevó a cabo una recogida digital de firmas para romper el hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv. Pese a que la iniciativa llegó al pleno municipal, donde fue rechazada, los comunes se escudaron en esta proposición afín y Colau extinguió las relaciones entre ambas ciudades a golpe de decreto, incluso antes de pasar por el Consejo Municipal.

FORMALIZACIONES ATADAS

En vistas de su salida de la alcaldía, los comunes se han encargado de atar numerosas formalizaciones, entre las que destacan prórrogas y adjudicaciones a compañías que han facturado millones de euros al Ayuntamiento durante los últimos años, como Calaix de Cultura, Trànsit Projectes y Esport 3.

Colau tampoco se ha olvidado de una entidad de la que ella misma forma parte. A tres días de las elecciones, subvencionó con 119.000 euros al Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU), un colectivo del que ella misma forma parte como vocal y la que ha sido su concejal de Justicia Global ejerce como secretaria general.

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