El empresariado avala a Jaume Collboni tras la decepción por el final de Trias
Las primeras decisiones del alcalde de Barcelona, como la salida del arquitecto jefe de Colau, gustan en el mundo económico, que afea ahora a Trias su pacto con ERC
25 junio, 2023 23:30Noticias relacionadas
Jaume Collboni, el “chico del Guinardó” que ha llegado a ser alcalde de Barcelona, tendrá un mandato complicado. Su persistencia, y la estrategia también que ha seguido Salvador Illa, como primer secretario del PSC, ha posibilitado que se haga con la vara de mando, aunque no ganara las elecciones, y con todo el sector económico pendiente de que lo fuera Xavier Trias. Pero, tras la decepción inicial por esa salida abrupta del candidato de JxCat, esos sectores económicos entienden que eso es ya agua pasada, y que pueden y deben entenderse con Jaume Collboni.
El candidato del PSC a la alcaldía, ahora ya alcalde, durante dos mandatos teniente de alcalde de Ada Colau, que recogió el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona con once concejales –tras la etapa de Jordi Hereu--, bajó a cuatro en 2015; subió a ocho en 2019, y ahora obtuvo el pasado 28 de mayo a diez ediles, ha comprobado cómo el empresariado estaba a su lado –como valor refugio frente a Colau—y pasaba a apoyar de forma clara a Xavier Trias en el momento en el que formalizó su candidatura. Pero ahora, tras una operación que ha irritado al mundo post-convergente— se abre una nueva etapa. “Collboni ha estado y está pendiente de toda la actividad económica de la ciudad, y ha liderado debates como la Copa América de Vela, como la ampliación del aeropuerto, y todo dependerá de cómo gestione y pueda integrar, cuando se produzca la ocasión, a posibles miembros de los comunes”, señala una de las fuentes consultadas.
¿Interés únicamente en Collboni porque ahora es el alcalde? Se trata de algo más complejo. La posibilidad de que hubiera una aproximación y un entendimiento entre Collboni y Trias se consideró desde que el candidato de JxCat dijo que aceptaba el reto para competir por la alcaldía. El problema siempre estuvo en quién debía liderar ese tándem. Y el PSC había dejado claro a todos sus interlocutores que no podía dar la alcaldía de Barcelona a un candidato de Junts per Catalunya. ¿Al revés sí se podía haber dado esa alianza, con Collboni como alcalde?
Para empezar, Collboni debía haber ganado las elecciones. Pero ahora los dirigentes económicos de la ciudad entienden que era un imposible. “Quisimos creer que Trias era quien mandaba en su candidatura, pero lo cierto es que ha mandado desde el primer minuto Carles Puigdemont, y está por ver que Junts hubiera aceptado apoyar a Collboni como alcalde, con el equipo de Trias en el equipo de gobierno municipal”.
¿SOCIOVERGENCIA EN BARCELONA?
Una fuente socialista contrasta esa idea, inyectando presión a Trias, aunque sea ya inútil. Para el PSC había distintas posibilidades para poder llevar a Collboni a la alcaldía, como se ha demostrado. Pero para Trias solo había una: pactar con los socialistas. Y llegar a algún entendimiento que podía pasar por repartirse la alcaldía durante dos años, algo que Trias no quiso. “Aunque Trias no quería esa fórmula, se podría haber profundizado más en esa opción, con otras cuestiones, porque era el pacto que hubiera funcionado y hubiera dado mucha estabilidad a la ciudad”, señala una fuente económica.
Sin embargo, hay una primera consideración. ¿Ha gobernado realmente la sociovergencia en Catalunya alguna vez, con los dos partidos implicados, el PSC y lo que fue CiU, y ahora podría ser Junts per Catalunya? ¿Esa voluntad de los sectores económicos es, en realidad, un imposible, porque nunca ha sucedido? Esa sociovergencia se ha producido en la Diputación de Barcelona, pero ese ejemplo no se toma en serio, porque la Diputación “es otra cosa, con todos los partidos con representación casi en igualdad de condiciones”. Y no vale tampoco, insisten otras fuentes, los casos de otras ciudades o pueblos. “En Barcelona esa posibilidad es realmente complicada, hay que reconocerlo”.
Entonces, ¿ahora qué? Los más cercanos al PP, que han podido ver con mucha simpatía a Trias, por su pasado como dirigente moderado de Convergència, entienden ahora que su error más grave fue “el pacto con ERC cuando no lo necesitaba”. Es la tesis de Daniel Sirera, el candidato a la alcaldía del PP y hoy concejal. La duda, sobre si impedir a Trias que fuera alcalde podía restar votos de cara a las generales, en los distritos y barrios donde arrasó el candidato de JxCat, se ha evaporado. “El voto a Nuñez Feijóo se va a producir igual, porque lo que representaba Trias era un voto contra Colau, y si el PP ha favorecido a Collboni, ahora no lo va a pagar. El caso es que Colau no es alcaldesa, y Collboni no es tan diferente a Trias, porque apuesta también por el crecimiento económico y el orden en esta ciudad”, sostiene uno de los dirigentes económicos mejores conectados de Barcelona.
Uno de los primeros pasos de Collboni ha gustado mucho. La destitución de Xavier Matilla, el arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, el que ha avalado el urbanismo táctico de Colau, ha sido aplaudido. Collboni ha nombrado a Maria Buhigas, arquitecta, y exconcejal de ERC. Se trata de “todo un gesto, que va en la buena dirección”.
Todo dependerá ahora del resultado de las elecciones generales, y de cómo se resitúe cada fuerza política. La posibilidad de que los comunes puedan participar en el gobierno municipal no se ve como un obstáculo insalvable, siempre que el PSC tenga el mando y las áreas centrales del ejecutivo local. Una de las piezas que se destaca en todas las conversaciones es la de Jordi Valls, la columna vertebral del equipo de Collboni. Y se destacan tres áreas: urbanismo, seguridad y espacio público. Si el equipo del alcalde está al frente, “la ciudad irá adelante con fuerza”. En ese carril central Collboni ha situado a Laia Bonet, “una profesional de la gestión” y a Albert Batlle, para todo lo relacionado con la seguridad. El tercero, o el primero, en realidad, es Jordi Valls, mano a mano con Jaume Collboni. Y también se destaca el papel que pueda adquirir Maria Eugènia Gay, como teniente de alcalde, como referente, más allá de las responsabilidades de gestión que adquiera.
Los sectores económicos de Barcelona, los que han reclamado mayor vigor y ambición, los que han considerado que la apuesta de Ada Colau y los comunes por el decrecimiento era un error, y que habían podido ver en Xavier Trias a su hombre, reprochan ahora, aunque con mucho tacto, las condiciones de su candidatura. “En la noche electoral se vio que estaba rodeado de todos los dirigentes de Junts más rupturistas, que se empujaban unos a otros para estar delante en la fotografía, y, luego, él mismo pactó con ERC, después de que Pere Aragonès reclamara un frente independentista”.
¿Lamentos? Ya no. Los empresarios son pragmáticos, y ven a Jaume Collboni como cercano a sus tesis, a la espera de lo que pueda hacer con los comunes. ¿Lloros por la pérdida de Barcelona por parte de Trias y Junts? Un dirigente empresarial señala: “Lo que hizo Junts en Girona, eso sí es muy fuerte, un pacto con la CUP para impedir una alcaldesa socialista, que había ganado las elecciones con claridad”.