La empresa pública Cementiris de Barcelona SA contrató los servicios externos de asesorías en última instancia antes de que el ayuntamiento cambiase de manos. El área dependía del concejal Eloi Badia, también presidente de Cementiris, que no repitió como candidato municipal, pero va de número 5 en las listas al Congreso. Su escaño está en el aire, porque el Centre d’Estudis d’Opinió acaba de publicar su último sondeo electoral y da a los comunes un considerable bajón y pueden pasar de 7 escaños a entre 2 y 4. Badia al ir de número 5, no tiene garantizado el acceso a sueldo público la próxima legislatura.

En su currículum, el exconcejal puede presumir de haber levantado multitud de escándalos, como el que afectó a la gestión de la propia compañía Cementiris, tras el derrumbe de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc, catástrofe en la que acabaron mezclándose los restos de los difuntos. A Badia, pues, se le pueden caer los nichos, pero no se le descuidan los contratos. En la tarea administrativa, el polémico edil parecía hilar muy fino. Así, antes de marcharse hacia las listas del Congreso, convocó un concurso para la licitación de servicios de asesoramientos externos de la empresa que presidía y que se dirimió cuando Ada Colau ya estaba en la trastienda del Ayuntamiento y se sabía que no repetiría como alcaldesa.

ADJUDICACIÓN EN EL ÚLTIMO SUSPIRO

Aún así, la semilla de los comunes queda prendida en la empresa pública. Badia troceó el concurso en siete lotes, dependiendo de la especialización de cada uno: derecho laboral, derecho financiero y tributario, derecho penal, derecho administrativo, derecho civil, elaboración de informes financieros y planes de viabilidad y asesoramiento en materia actuarial y planes de pensiones. Este último fue declarado desierto, cosa que ya se sabía hacía meses. Pero los demás fueron adjudicados con todas las de la ley el pasado 8 de junio, a sólo 9 días de elegir al siguiente alcalde.

El exconcejal de Emergencia Climática de Barcelona, Eloi Badia / EUROPA PRESS

El resto de los contratos se dividieron entre dos compañías. El Bufet Vallbé se llevó cuatro de los contratos: el de asesoramiento en derecho laboral, derecho penal, derecho administrativo y derecho civil. En su conjunto, estos cuatro contratos le supondrán por un año un total de 107.448 euros, según una resolución firmada el mismo día 8 de junio por Marta Labata, directora general de BSM. Los contratos para derecho financiero y tributario y para la elaboración de informes financieros y planes de viabilidad suman 81.529 euros y fueron adjudicados ambos a la compañía GNL Bedford Auditors.

UN EXCONSEJERO EN EL AJO

El bufet Vallbé fichó el año pasado al despacho que dirige el exconsejero de Justicia de la Generalitat Carles Mundó, uno de los prohombres de ERC. Es el socio más mediático, aunque el presidente del consejo de administración es Ramon Vallbé Ansesa, un veterano letrado que comenzó su carrera asociándose con Antoni Farrés, exalcalde de Sabadell y uno de los emblemas del PSUC. El despacho cuenta con Paco Carretero Palomares como socio director, un abogado con más de 30 años de experiencia que se incorporó al bufete tras pasar por la Diputación de Barcelona y por la Tesorería General de la Seguridad Social.

En febrero de 2022, el bufete fue contratado por Colau para apoyo jurídico en temas administrativos y laborales durante dos años. Una de sus misiones era defender al Ayuntamiento ante los tribunales y ante la Inspección de Trabajo. Por los dos años iniciales de contrato, el bufete se embolsará 169.400 euros, que pueden duplicarse si se prorroga por dos años más el contrato. La diferencia que hay con los contratos que dejó atados Badia en la actualidad es que los de asesoramiento para Cementiris de Barcelona son contratos por un año. Aunque en los documentos iniciales del expediente figura que puede tener una prórroga de un año, en el pliego de cláusulas administrativas aprobado con posterioridad no se prevén prórrogas.

Por su parte, GNL Bedford Auditors es una firma integrante del grupo multinacional Rusell Bedford, en el que confluye un potente equipo formado, entre otros, por Juan Luis Larrumbe, Ricardo García-Nieto, Jacobo García-Nieto o Germán Cambra. Se da la circunstancia de que los García-Nietro pasaron antes por la auditora KPMG (Jacobo, también por Deloitte) y acreditan una dilatada experiencia en materia financiera y auditora.

Cementiris de Barcelona tiene la gestión de los nueve cementerios que existen en la capital catalana, pero además ha de gestionar el cementerio comarcal de Collserola, el crematorio de Montjuïc y la colección de carrozas fúnebres de Montjuïc. “Para el apoyo, asesoramiento y defensa en los diferentes ámbitos del derecho, Cementiris requiere del servicio de asesoramiento en derecho laboral, materia económica financiera, derecho penal, derecho administrativo y derecho civil”, dice un informe interno justificativo de la contratación, firmado el pasado 17 de octubre. En todos los ámbitos, la labor de los asesores será defender los intereses de la empresa municipal como tal.

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