El gobierno de Sant Feliu denuncia la gestión de comunes y ERC: “De 80 contratos grandes, 40 eran a dedo”
El Ayuntamiento se encuentra en una situación económica límite después de que el remanente de tesorería se haya desplomado en los últimos años, lo que sitúa al consistorio al borde de una intervención estatal
3 diciembre, 2023 23:15Noticias relacionadas
El Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat afronta una situación económica crítica. Así lo explicó su gobierno municipal, conformado por PSC, Tots Som Sant Feliu-Junts y Veïns per Sant Feliu, a la ciudadanía el pasado mes de noviembre, cuando expuso los datos resultantes del informe económico de 2023. La alcaldesa Lourdes Borrell denunció entonces que "mala herencia" económica recibida por el anterior Ejecutivo de comunes y republicanos obligaba al actual gobierno a actuar, en una situación límite, para evitar "la intervención del Ayuntamiento por parte de órganos supramunicipales".
El análisis económico en el que se basó la presentación del gobierno municipal no invita al optimismo. Los 2,3 millones de euros de superávit con los que el Ayuntamiento cerró el ejercicio en 2018 pasaron a convertirse en un déficit de 219 euros en 2022, pese al decrecimiento de partidas económicas dedicadas a seguridad, medio ambiente, cultura y transporte público, entre otras. El remanente de tesorería también se desplomó, pasando de 5 millones en 2018 a 738.621 euros el pasado año. Finalmente, el ahorro neto de 2022 quedó en 86.580 euros, cerca de unos valores negativos que amenazarían la autonomía económica municipal.
Con esta situación financiera, el gobierno de Sant Feliu denuncia en declaraciones a Metrópoli la "mala gestión" del Ejecutivo anterior, mientras que Sant Feliu en Comú Podem y ERC defienden su paso por el consistorio y achacan el escenario actual a cuestiones externas, como el déficit de financiación estatal y la subida del IPC en los últimos años.
"SOMOS CARNE DE CAÑÓN"
Javier Molina, primer teniente de alcalde de Presidencia y responsable del área económica, lamenta la frágil situación financiera del municipio provocada por la administración anterior. "Han dilapidado ocho millones de euros en los últimos años. Somos carne de cañón, si al final no somos intervenidos será gracias a las acciones del equipo de gobierno", asegura.
Para hacer frente a la situación actual, el edil socialista explica que se están tomando "medidas de contención para no gastar en nada innecesario y cuadrar el cierre de este año". El regidor añade que también se están solucionando otras cuestiones con las que se ha encontrado el nuevo gobierno de la ciudad, como la elevada cantidad de grandes contrataciones por concesión directa. "De los 80 contratos grandes, 40 eran a dedo, sin ningún tipo de concurso", afirma el teniente de alcalde del PSC.
Molina defiende que, para revertir estos números, se necesita "reactivar la ciudad" con acciones como la reapertura de la "pista de pádel" o la inversión en elementos navideños como la pista de patinaje sobre hielo, criticada por grupos de la oposición. "Hay que fomentar el comercio y hacer actividades para que los niños y las familias puedan disfrutar de la Navidad. En los últimos años no se hacía nada, el pasado ni siquiera hubo caramelos en la cabalgata de Reyes", señala el concejal socialista.
"TODO ES SOBREVIVIR"
Elisabet Ortega, líder del PP en Sant Feliu, apunta que los presupuestos para el próximo año "van a ser totalmente continuistas", y remarca que "hay muchos gastos sobrevenidos" a raíz del paso del anterior gobierno municipal por el consistorio. "Dejar un Ayuntamiento al borde de la intervención significa una mala gestión económica", subraya.
La edil popular explica que, durante los últimos años, los servicios que ha recibido la ciudadanía "han empeorado", y que las entidades que vieron reducidas sus subvenciones debido a la pandemia "no las han recuperado". "Todo no puede ser achacable a la subida de precios", insiste.
La portavoz del grupo municipal lamenta que, bajo esta situación económica, "todo es sobrevivir" a nivel financiero, por lo que la única aspiración presupuestaria será la de "pasar el año".
"CREAR UN ESTADO DE ALARMA"
Lídia Muñoz, quien encabeza el grupo de Sant Feliu en Comú Podem, afirma que "el nuevo gobierno municipal quiere crear un estado de alarma para justificar una situación presupuestaria". Alcaldesa durante los tres primeros años del pasado mandato, la regidora de los comunes niega que haya "riesgo de intervención" y asegura que "el municipio no tiene un problema económico".
La concejal señala que el anterior gobierno de la ciudad aprobó el último presupuesto "en un contexto de subida del 7,5% del IPC", así como de incremento del coste de "contratos y materiales", entre otros. En este sentido, Muñoz añade que la situación financiera de la localidad debe ser "abordada desde una lógica global". "No estamos peor que otros municipios de nuestro entorno", subraya.
La edil de los comunes acusa al PSC de "querer justificar los recortes o cambios de orientación" derivados de un pacto con Junts, y se muestra crítica con la instalación de la pista de patinaje para esta Navidad.
"POLITIQUEO Y DEMAGOGIA"
Oriol Bossa, líder de ERC en Sant Feliu, asegura que el gobierno municipal está haciendo "politiqueo y demagogia" con el estado económico en el que se encuentra el Ayuntamiento. El exalcalde republicano, que ocupó este puesto durante el último año del pasado mandato, apunta que "la situación en Sant Feliu no es muy diferente de la de otros ayuntamientos del entorno", y centra la problemática en el "déficit de financiamiento, sobre todo del Estado".
El regidor indica que en el cambio de 2022 a 2023 se produjo un "crecimiento muy grande de los gastos, al contrario que los ingresos". Bossa también remarca que "los intereses bancarios subieron", así como los "sueldos de los trabajadores públicos y el coste de los grandes contratos del Ayuntamiento", entre otras cuestiones.
El concejal republicano, que se suma a la crítica de la pista de patinaje sobre hielo realizada por Muñoz, lamenta que el nuevo gobierno de la ciudad haya "paralizado muchas cosas" realizadas en el pasado mandato, recuerda que se hizo uso de "ocho millones de euros de remanente por la pandemia", e incide en la necesidad de contar con "un financiamiento correcto" para evitar escenarios como el actual.