El debate se mantiene, aunque se ha dado ya algunos pasos importantes. La ampliación del aeropuerto de El Prat es objeto de una comisión entre el Govern de la Generalitat y el Ministerio de Transportes del Gobierno español. En el centro de todo está una posible inversión de Aena, de 1.700 millones de euros y la ampliación de la tercera pista, con el objetivo de lograr más vuelos transoceánicos desde Barcelona. Pero, ¿es tan necesario? El concejal de JxCat en el Ayuntamiento de Barcelona, Damià Calvet, pone el acento en otras cuestiones. “Si Barcelona no tiene un vuelo directo con Tokio, como pide la comunidad económica de la ciudad, es por culpa del Gobierno español”, asegura.

Calvet, que atesora una carrera política marcada por la gestión, desde distintos ámbitos –fue presidente del Port de Barcelona y consejero de Política Territorial de la Generalitat— considera que la prioridad debe ser “la gobernanza” del aeropuerto para poder tomar decisiones como la de ese vuelo directo con Tokio que se arrastra desde hace más de quince años. “El aeropuerto de Barcelona lo gestiona Aena, que es una empresa público-privada, que se debe a sus accionistas. Lo que yo reclamo, y hemos dicho desde JxCat es que el Ayuntamiento de Barcelona, el del Prat y la Generalitat deben participar en esa gestión. El vuelo más esperado por la comunidad económica de Barcelona es el vuelo directo con Tokio, y si no lo tenemos es por el Gobierno español, que no quiere que ese vuelo vaya en detrimento de Madrid. No es un tema, por tanto, de ampliación”, insiste Calvet, en una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, con la participación de Metrópoli.

El concejal insiste en que lo más importante sobre el aeropuerto de Barcelona no se ha puesto sobre la mesa. “El Ministerio de Medio Ambiente no dice nada, y lo primero es que se pronuncie sobre esa posible ampliación de la tercera pista, con el área de La Ricarda en juego, teniendo en cuenta las regulaciones de la Unión Europea”.

Esa es la posición de JxCat que incide en la cuestión de la gobernanza, aunque algunas voces se han mostrado favorables a esa ampliación. Lo que señala Calvet es que los vuelos transoceánicos no dependen tanto de esa ampliación de la tercera pista –necesaria para algunos expertos para los despegues de aviones de grandes dimensiones—como de una política operativa mejor, que pasa por la “gobernanza”.

Damià Calvet, concejal de JxCat en Barcelona MA

Concejal en Barcelona y vicepresidente del AMB, Calvet entiende que la situación de JxCat en la capital catalana ha quedado ahora comprometida, después de que Xavier Trias haya decidido suspender las conversaciones con el PSC, una vez Jaume Collboni se ha aproximado a ERC. “No seremos el tercer plato de Collboni, si llega a ese acuerdo con Esquerra, aunque eso no quiere decir que se llegue a acuerdos en determinadas cuestiones producto de que aflore nuestra responsabilidad”, asegura, con el reproche al alcalde sobre el modelo de ciudad. “Deberíamos saber qué modelo de ciudad defiende, porque está claro que no es lo mismo defender el 30% de vivienda pública en las promociones urbanísticas, que hemos visto que no ha funcionado, --y que impulsaron los comunes con el PSC—que una política distinta en vivienda centrada no en la demanda sino en la oferta”.

Por tanto, dependerá de Collboni, de la posibilidad de que pueda gobernar sólo con los votos de ERC, sin los comunes dentro del ejecutivo local, para acercarse, después a JxCat. “No es el escenario que queremos, pero haremos una oposición responsable”, incide Damià Calvet.

Con la celebración de la Copa América a la vuelta de la esquina, entre agosto y octubre de 2024 –aunque los equipos irán llegando para entrenar en los próximos meses—Calvet recuerda la capacidad de la “sociedad civil, del sector privado”, para impulsar el evento. “Será el acontecimiento deportivo en la ciudad más importante desde los Juegos Olímpicos”, señala, con la voluntad de que el sector náutico cobre una nueva dimensión en la ciudad. Calvet tuvo un papel primordial a la hora de acoger la competición, cuando fue presidente del Puerto de Barcelona.

El exalcalde de Barcelona y líder de Junts en el Ayuntamiento, Xavier Trias EUROPA PRESS

Preguntado sobre las buenas previsiones de cruceristas a lo largo de este año, que superan el número de cruceros que recibió Barcelona el pasado año, Calvet considera que se trata “de una excelente noticia”, negando que se trate de un problema para la ciudad. Calvet recuerda el acuerdo firmado con Ada Colau en 2018. “Se acordó el número de terminales en el muelle adosado, a dos kilómetros de la ciudad. Se trata de la posibilidad de ser el gran hub de los cruceros en Europa, y la sede de la industria de la llamada economía azul. No debe haber una barra libre, pero tampoco se puede criminalizar el sector de los cruceros, ni apostar por el llamado decrecimiento. Los cruceros contribuyen a dinamizar la economía. Hay proveedores, son empresas de aquí. Y recuerdo que todo eso se acordó en 2018 con la señora Colau”, remacha Calvet.

Pero, ¿hacia dónde camina Barcelona y el territorio catalán? El hecho de que Madrid haya logrado albergar un nuevo premio de Fórmula 1, a partir de 2026, no debe ser incompatible con el premio de Montmeló, según Calvet, que pone en valor el desembarco de AstraZeneca, una multinacional farmacéutica, que se instalará en el edificio que fue sede de Telefónica en la Vía Roma. “Lo de AstraZeneca es muy importante, pero es compatible con querer tener también la Fórmula 1. Yo quiero las dos cosas, y espero que Montmeló mantenga el premio por muchos más años, aunque haya habido dudas en el pasado reciente”, asegura Calvet, en alusión al papel de algunos dirigentes políticos, como Ada Colau, que fue reticente en su etapa de alcaldesa. “Se dieron mensajes equívocos”, sentencia el concejal de JxCat.